EOL – Noche
Directorio 2018
Pasión
por lo nuevo
por Alicia Yacoi – EOL
Octubre de 2018
Miller
concluye este curso, ya en 2003, tratando de despertar a los psicoanalistas,
indicando un camino propio de la época. La pasión por lo nuevo sería una
elección forzada para afrontar los engorros estructurales del goce.
Si
bien implica soportarlo, Lacan en su última enseñanza nos intima: o ser hijos
del Padre o ser hijos de los acontecimientos singulares.
Entonces,
lo nuevo
Lacan
anima la estructura (1) a considerar en la práctica analítica, con la
articulación del cuerpo.
En
su texto Radiofonía y en un anticipo de su topología de los nudos, deja el
cuerpo real como ex-sistente, inaccesible al lenguaje, salvo por sus efectos, a
la manera estoica.
Sitúa
el elemento irreductible, el conjunto vacío, valiéndose de la teoría de los
conjuntos y del número, con el que
conceptualiza el imaginario corporal y su consistencia, en anterioridad al
estadio del espejo, o sea sin Otro.
No
se puede presuponer el lenguaje en el cuerpo del niño, ni siquiera el dedo erógeno
de la madre. La farfulla visual y auditiva se incorpora, y entre los efectos, se opera un efecto de
cristal de lo que toma valor significante. En los bordes del cuerpo, tramados
en su goce sentido, por haber sido dichos, se alojan los objetos a.
Que
el cuerpo sea superficie de inscripción, que se inscriban, dice Lacan, no
quiere decir que entren en el cuerpo como goce. En los bordes, dentro pero
fuera, siempre en exceso respecto a las zonas erógenas.
Y
esto nos lleva a algo nuevo en el Inconciente.
Los
poderes de la metonimia
Una
novedad que trae Lacan al conceptualizar lalengua y el efecto de elucubración
de saber que es el Inconciente, es que en las antípodas de la búsqueda de la
verdad, el lenguaje es goce y trabaja para el goce. La metonimia no es sólo el
poder decir entrelíneas el mediodecir de la verdad, es el desplazamiento del
goce pulsional que no encuentra límite, en la mirada que achicharra el cuerpo,
la boca devoradora que no halla su imposible, la voz mortificante del superyo.
Ese desplazamieno metonímico del goce hace del inconciente el mayor consumista
en un más, algo más, que no encuentra su límite. Con el efecto concomitante de angustia, o de
aburrimiento como síntoma de la época.
El
Inconciente no es el Psicoanálisis (2) dirá Miller en este último capítulo del
curso. Indicando que Lacan buscará lo real del lado del síntoma, como lo que
pone freno a lo que abisma del funcionamiento del Inconciente.
Lo
que despierta, aunque está por verse
En
el Ultimísimo Lacan, Miller nos dice que Lacan al final de su enseñanza no se
inspiró en Freud sino en Joyce, quien lo despertó de su sueño dogmático, ya que
Joyce tiene el privilegio de encarnar el síntoma. (3) Asi como en Radiofonía se
trataba en el fin del análisis de encarnar el plus de gozar, se trataría ahora
no sólo de extaerse de los embrollos de la verdad, sino de la metonimia del
goce pulsional. Encarnar el síntoma, disponer del cuerpo, manipularlo. Basta
pensar en Lacan mismo encarnando el síntoma.
Es
por la vía del síntoma que tenemos un cuerpo y el Seminario 23 sitúa, como dice
E Laurent (4) la máxima distinción entre sujeto del inconciente y cuerpo. “La
relación del hombre con su cuerpo no tiene nada que ver con lo que me permito
definir del sujeto” y su definición.
La
transferencia
Entre
los efectos que aporta Lacan con su noción de lalengua está la reconsideración
del lazo analítico.
El
SsS tiene su transformación cuando el analista queda situado como objeto a,
lugar que ocupa en el programa de goce de su paciente.
Cuando
Lacan afirma en el Seminario 24 (4) que quiere ir más allá del inconciente,
hace del SsS una atribución, un supuesto. Una atribución no es una existencia,
no da por existente ese saber,el que sabe es el analizante, el analiste,” il
suive” él sigue, lo que tiene para decir el analizante.
Hay
el Uno repetitivo y nada de Otro. (5) Es una noción de Otro al que la barra
rompe. Del lado del analizante, el Uno dialoga solo, ¿cómo es tener de
partenaire al Otro roto,a no hay Otro del Otro?
Es
la presencia indispensable para que el analizante reciba su propio mensaje en
forma invertida y produzca su saber.
“…Lacan
desestima e incluso hace desaparecer el fundamento de la transferencia con su
SsS, demostrando que sólo se trata deducción, semblante, hipótesis”… (6)
…”se
abre para el Psicoanálisis un campo, no para la esperanza pero sí para la
pasión por lo nuevo” (7)
Referencias
1-Lacan,
J, Radiofonía, Otros Escritos, pág. 432
2-Miller,
J A, Esfuerzo de poesía, pág.281
3-Miller,
J A, El Ultimísimo Lacan, pág. 131
4-lacan,
J, Seminario 24, inédito, clases del 16-11-76; 10 y 17-5-77
5-Laurent,
Eric, El reverso de la Biopolítica, pág. 120
6-Laurent,
Eric, Disrupción del goce en la locuras bajo transferencia. Hebdo blog
7-Miller,
J A, El Ultimísimo Lacan, pág. 147
6-Miller,
J A, Un esfuerzo de poesía, pág. 291
concluye este curso, ya en 2003, tratando de despertar a los psicoanalistas,
indicando un camino propio de la época. La pasión por lo nuevo sería una
elección forzada para afrontar los engorros estructurales del goce.
Si
bien implica soportarlo, Lacan en su última enseñanza nos intima: o ser hijos
del Padre o ser hijos de los acontecimientos singulares.
Entonces,
lo nuevo
Lacan
anima la estructura (1) a considerar en la práctica analítica, con la
articulación del cuerpo.
En
su texto Radiofonía y en un anticipo de su topología de los nudos, deja el
cuerpo real como ex-sistente, inaccesible al lenguaje, salvo por sus efectos, a
la manera estoica.
Sitúa
el elemento irreductible, el conjunto vacío, valiéndose de la teoría de los
conjuntos y del número, con el que
conceptualiza el imaginario corporal y su consistencia, en anterioridad al
estadio del espejo, o sea sin Otro.
No
se puede presuponer el lenguaje en el cuerpo del niño, ni siquiera el dedo erógeno
de la madre. La farfulla visual y auditiva se incorpora, y entre los efectos, se opera un efecto de
cristal de lo que toma valor significante. En los bordes del cuerpo, tramados
en su goce sentido, por haber sido dichos, se alojan los objetos a.
Que
el cuerpo sea superficie de inscripción, que se inscriban, dice Lacan, no
quiere decir que entren en el cuerpo como goce. En los bordes, dentro pero
fuera, siempre en exceso respecto a las zonas erógenas.
Y
esto nos lleva a algo nuevo en el Inconciente.
Los
poderes de la metonimia
Una
novedad que trae Lacan al conceptualizar lalengua y el efecto de elucubración
de saber que es el Inconciente, es que en las antípodas de la búsqueda de la
verdad, el lenguaje es goce y trabaja para el goce. La metonimia no es sólo el
poder decir entrelíneas el mediodecir de la verdad, es el desplazamiento del
goce pulsional que no encuentra límite, en la mirada que achicharra el cuerpo,
la boca devoradora que no halla su imposible, la voz mortificante del superyo.
Ese desplazamieno metonímico del goce hace del inconciente el mayor consumista
en un más, algo más, que no encuentra su límite. Con el efecto concomitante de angustia, o de
aburrimiento como síntoma de la época.
El
Inconciente no es el Psicoanálisis (2) dirá Miller en este último capítulo del
curso. Indicando que Lacan buscará lo real del lado del síntoma, como lo que
pone freno a lo que abisma del funcionamiento del Inconciente.
Lo
que despierta, aunque está por verse
En
el Ultimísimo Lacan, Miller nos dice que Lacan al final de su enseñanza no se
inspiró en Freud sino en Joyce, quien lo despertó de su sueño dogmático, ya que
Joyce tiene el privilegio de encarnar el síntoma. (3) Asi como en Radiofonía se
trataba en el fin del análisis de encarnar el plus de gozar, se trataría ahora
no sólo de extaerse de los embrollos de la verdad, sino de la metonimia del
goce pulsional. Encarnar el síntoma, disponer del cuerpo, manipularlo. Basta
pensar en Lacan mismo encarnando el síntoma.
Es
por la vía del síntoma que tenemos un cuerpo y el Seminario 23 sitúa, como dice
E Laurent (4) la máxima distinción entre sujeto del inconciente y cuerpo. “La
relación del hombre con su cuerpo no tiene nada que ver con lo que me permito
definir del sujeto” y su definición.
La
transferencia
Entre
los efectos que aporta Lacan con su noción de lalengua está la reconsideración
del lazo analítico.
El
SsS tiene su transformación cuando el analista queda situado como objeto a,
lugar que ocupa en el programa de goce de su paciente.
Cuando
Lacan afirma en el Seminario 24 (4) que quiere ir más allá del inconciente,
hace del SsS una atribución, un supuesto. Una atribución no es una existencia,
no da por existente ese saber,el que sabe es el analizante, el analiste,” il
suive” él sigue, lo que tiene para decir el analizante.
Hay
el Uno repetitivo y nada de Otro. (5) Es una noción de Otro al que la barra
rompe. Del lado del analizante, el Uno dialoga solo, ¿cómo es tener de
partenaire al Otro roto,a no hay Otro del Otro?
Es
la presencia indispensable para que el analizante reciba su propio mensaje en
forma invertida y produzca su saber.
“…Lacan
desestima e incluso hace desaparecer el fundamento de la transferencia con su
SsS, demostrando que sólo se trata deducción, semblante, hipótesis”… (6)
…”se
abre para el Psicoanálisis un campo, no para la esperanza pero sí para la
pasión por lo nuevo” (7)
Referencias
1-Lacan,
J, Radiofonía, Otros Escritos, pág. 432
2-Miller,
J A, Esfuerzo de poesía, pág.281
3-Miller,
J A, El Ultimísimo Lacan, pág. 131
4-lacan,
J, Seminario 24, inédito, clases del 16-11-76; 10 y 17-5-77
5-Laurent,
Eric, El reverso de la Biopolítica, pág. 120
6-Laurent,
Eric, Disrupción del goce en la locuras bajo transferencia. Hebdo blog
7-Miller,
J A, El Ultimísimo Lacan, pág. 147
6-Miller,
J A, Un esfuerzo de poesía, pág. 291