Pase
Nombres
por Kuky Mildiner
Para responder a la propuesta que me hicieron de transmitir brevemente lo que implicó en la singularidad de mi análisis la « Nominación », voy a tomar tres nominaciones inéditas en el transcurso de mi análisis.
Una, producto de un sueño: « clandestine », el nombre del síntoma. Claramente eso abrochaba, después de mucho trabajo del inconciente transferencial, un nombre a una modalidad gozosa: la del silencio sentido generalmente como insatisfacción, que implicaba un lazo al otro así determinado.
Una segunda dada por el analista; « eso es el trauma » que da fin en el mismo momento en que nombra anudando, a un modo en que se me presentaba la angustia en el cuerpo con el relato de la bronquitis a repetición en el primer año de vida. Hablé de eso en varios testimonios.
Por último la escritura de « Cimino » en el sueño, sobre el final.
Esas tres nominaciones me han dado un efecto del alivio.
¿Ahora, por qué llamar a las tres nominaciones?
En la clase 10 del seminario R.S.I., Lacan trata el tema de la nominación. Allí refiere a la diferencia entre « dar nombre » y la comunicación. En el nombrar, la habladuría, se anuda a algo Real. Ya que « la nominación es la única cosa de la cual estamos seguros de que eso hace agujero. »[1]
De maneras diferentes, algo de lo real se ha anudado para mí en esos tres nombres.
« Clandestina », « Trauma » y « Cimino », nombran en mi análisis un efecto de apertura, de caída de una rutina.
Cada uno a su manera, nombran mi cuerpo gozando en su singularidad.
Me parece que para el tema de nuestras jornadas, es interesante tomar la pregunta sobre qué diferencia un « nombre » de un S1 amo?
¿Sería un S1 ubicado como producto en el discurso analítico?
NOTAS
- Lacan, J., El seminario 22, RSI, clase 10, 15-4-75 (inédito)