Escabel, lazo y singularidad son los temas abordados por Beatriz en el marco de los testimonios de pase y como cada AE, en ese Biendecir, da cuenta de un acontecimiento de cuerpo; al mismo tiempo que está dirigido a un público que se dispone a escucharlo.
Lacan en “Joyce el síntoma”[1], dice que para Joyce, su escritura es el sinthome que le permite tanto un anudamiento como construir un escabel-pedestal- al que sube para ser mirado y descifrado. Su escritura -escabel- sostiene su ego y lo hace bello.
Gerardo Arenas en “Piezas Problemáticas”, donde comenta el Seminario de Miller Piezas sueltas[2], se pregunta acerca del lazo que puede producir el sinthome en el escabel, que si “es autista o hace lazo”[3], y dice que si éste se considera como una creación al modo de la obra de arte, requiere establecer alguna clase de vínculo con quien la experimenta. Como ejemplo trae al orinal que Duchamp saca de la serie de objetos, y que con su gesto, lo eleva a la dignidad de la Cosa que lo convierte en referencia ineludible para el arte contemporáneo.
En “El inconsciente y el cuerpo hablante”[4] Miller enfatiza que no es suficiente que los analistas sean nombrados por el cartel del pase como AE, que es necesario que suban al escabel en los Congresos de la AMP, para mostrar su sinthome y la hystorización-elucubración que desde allí, construyen. Ese gesto de subir al escabel y dar cuenta de su singularidad, trae ecos de la experiencia de la obra de arte, en este caso de una obra que se presenta en un testimonio construido en un Biendecir que da cuenta de un acontecimiento de cuerpo; y que se lee ante un público que se dispone a escucharlo.
En la experiencia de esta escucha, se podrían atender dos momentos del pase, el que da cuenta de un saber referido al atravesamiento del fantasma, unido a un goce de la palabra que implica el sentido, elucubración orientada por el Uno de goce; y el que da cuenta de un sinthome, acontecimiento de cuerpo que da constancia de un goce singular que no hace lazo por la vía del sentido. En el primero, la escucha busca verificar la consistencia de la elucubración-hystorización que se presenta, y quizás encontrar un vacío para alojar la propia pregunta; en el segundo, la tensión parecería dirigida a la sorpresa por el sinthome que se inventa, a las resonancias que pueda causar, y quizás a constatar el goce allí concernido.
Notas:
[1]. Lacan, J. 2012. “Joyce el Síntoma” en Otros escritos. Buenos Aires: Paidós. Págs. 591-597.
[2]. Miller, J-A. 2013. Piezas Sueltas. Buenos Aires: Paidós.
[3]. Arenas, G. 2014. “Piezas problemáticas” en Piezasútiles. Buenos Aires: Grama, 2014. Pág. 12 y 13.
[4] Miller, J-A. 2014. “El inconsciente y el cuerpo hablante”. Conferencia introductoria al Congreso de la AMP 2016.