XXIII Jornadas Anuales EOL Sección Córdoba14 DE JUNIO DE 2014 9 HS.
« DESEO Y GOCE Reconfiguraciones actuales »
Argumento
Deseo y goce, dos conceptos que Lacan, a lo largo de su enseñanza, ha puesto en disyunción: el deseo vinculado al Otro, a la Ley, a la prohibición; el goce al Uno, fuera de sentido, fuera de Ley.
¿Cuáles serán sus conjunciones? ¿Las hay? ¿Por qué dar una vuelta más a estos conceptos si a partir de la última enseñanza de Lacan lo que cuenta es « el goce como tal », indecible? ¿Qué destino para el deseo deflacionado a partir del atravesamiento del fantasma, cuando el sujeto percibe que habla solo, que hubo una cierta reducción de su delirio con el que se dirigió al otro? ¿Qué reconfiguración para el deseo cuando el goce está articulado a la contingencia, al azar, fuera de la dialéctica tan propia al deseo?
Las reconfiguraciones del deseo y del goce ¿son los nuevos arreglos que un sujeto puede alcanzar a través de la experiencia analítica? Lejos de su resonancia imaginaria, las reconfiguraciones más bien nos acercan a lo que Lacan tomó como instrumento: el nudo borromeo, una topología que da cuenta de la incidencia del Uno solo en el Otro como cuerpo.
No fue sin consecuencias cuando J. Lacan deja de lado necesidad, demanda y deseo y pasa a amor, deseo y goce. Ya en el seminario VI, insiste en su grafo del deseo para indicar claramente lo que es el motor que constituye a un sujeto. Ubica la palabra « detresse » para referirse a la posibilidad de oficiar de embrague para que del nivel inferior del grafo se acceda al segundo. Solo el deseo hará posible ese pasaje, así como el amor al inconsciente permitirá « condescender el goce al deseo ». En el marco de una lógica de « más allá », del lado del deseo encontramos transformaciones y franqueamientos y es a partir del Pase que el sujeto puede dar cuenta de cómo se las arregló con la falta en ser a la que accedió como un saber. El análisis desde esta perspectiva es una explicitación de un deseo, el sujeto alcanza lo auténtico de un deseo.
Cuando J. Lacan dice Hay Uno solo, todo se conmueve a partir de que más allá del deseo y su solución, hay restos, un goce positivo. Ya no se trata de poner el acento en la falta sino que Lacan introduce su concepto de agujero. No es lo mismo el deseo como metonimia de la falta en ser que encuentra solución a su impase en el deser y en el objeto a como positividad de goce, que un deseo « finito », inédito, singular, fuera del marco fantasmático y más bien vinculado a la incidencia real del Uno sobre el cuerpo del serhablante.
No hay deseo que no esté conectado a la pulsión por lo tanto deseo y goce se encuentran conectados y la topología será quien ubique a ambos en las vueltas que el sujeto se conforma como serhablante. Fuera de goce-sentido, ese deseo singular, cernido, lejos ya de ser henchido, entusiasta, caótico, adviene de la mano del goce irreductible que hace viva a una existencia. Ahí, donde ya no se trata de « poner el goce a los pies del deseo » ( 1 ) como lo hace el sentido que viene del padre, sino goce y deseo en conjunción, donde el « no como todo el mundo » no deja encerrado al sujeto en el autogoce sino en un lazo también inédito a sus congéneres.
En esa vía, no solamente la cuestión del deseo también tiene lugar en un análisis llevado hasta su conclusión, sino que el Psicoanálisis mismo es un deseo inédito en conjunción con un goce-satisfacción. Cuando Lacan decía que se la pasaba haciendo el Pase ¿no nos da una idea del deseo de Lacan?
1 – Miller J.A. Curso El ser y el Uno. Inédito.
¿Cuáles serán sus conjunciones? ¿Las hay? ¿Por qué dar una vuelta más a estos conceptos si a partir de la última enseñanza de Lacan lo que cuenta es « el goce como tal », indecible? ¿Qué destino para el deseo deflacionado a partir del atravesamiento del fantasma, cuando el sujeto percibe que habla solo, que hubo una cierta reducción de su delirio con el que se dirigió al otro? ¿Qué reconfiguración para el deseo cuando el goce está articulado a la contingencia, al azar, fuera de la dialéctica tan propia al deseo?
Las reconfiguraciones del deseo y del goce ¿son los nuevos arreglos que un sujeto puede alcanzar a través de la experiencia analítica? Lejos de su resonancia imaginaria, las reconfiguraciones más bien nos acercan a lo que Lacan tomó como instrumento: el nudo borromeo, una topología que da cuenta de la incidencia del Uno solo en el Otro como cuerpo.
No fue sin consecuencias cuando J. Lacan deja de lado necesidad, demanda y deseo y pasa a amor, deseo y goce. Ya en el seminario VI, insiste en su grafo del deseo para indicar claramente lo que es el motor que constituye a un sujeto. Ubica la palabra « detresse » para referirse a la posibilidad de oficiar de embrague para que del nivel inferior del grafo se acceda al segundo. Solo el deseo hará posible ese pasaje, así como el amor al inconsciente permitirá « condescender el goce al deseo ». En el marco de una lógica de « más allá », del lado del deseo encontramos transformaciones y franqueamientos y es a partir del Pase que el sujeto puede dar cuenta de cómo se las arregló con la falta en ser a la que accedió como un saber. El análisis desde esta perspectiva es una explicitación de un deseo, el sujeto alcanza lo auténtico de un deseo.
Cuando J. Lacan dice Hay Uno solo, todo se conmueve a partir de que más allá del deseo y su solución, hay restos, un goce positivo. Ya no se trata de poner el acento en la falta sino que Lacan introduce su concepto de agujero. No es lo mismo el deseo como metonimia de la falta en ser que encuentra solución a su impase en el deser y en el objeto a como positividad de goce, que un deseo « finito », inédito, singular, fuera del marco fantasmático y más bien vinculado a la incidencia real del Uno sobre el cuerpo del serhablante.
No hay deseo que no esté conectado a la pulsión por lo tanto deseo y goce se encuentran conectados y la topología será quien ubique a ambos en las vueltas que el sujeto se conforma como serhablante. Fuera de goce-sentido, ese deseo singular, cernido, lejos ya de ser henchido, entusiasta, caótico, adviene de la mano del goce irreductible que hace viva a una existencia. Ahí, donde ya no se trata de « poner el goce a los pies del deseo » ( 1 ) como lo hace el sentido que viene del padre, sino goce y deseo en conjunción, donde el « no como todo el mundo » no deja encerrado al sujeto en el autogoce sino en un lazo también inédito a sus congéneres.
En esa vía, no solamente la cuestión del deseo también tiene lugar en un análisis llevado hasta su conclusión, sino que el Psicoanálisis mismo es un deseo inédito en conjunción con un goce-satisfacción. Cuando Lacan decía que se la pasaba haciendo el Pase ¿no nos da una idea del deseo de Lacan?
1 – Miller J.A. Curso El ser y el Uno. Inédito.
EJES TEMATICOS
– El deseo y el Otro
– Amor, deseo, goce
– El Uno solo
– El síntoma como acontecimiento del cuerpo
– El síntoma como la manera en que cada uno goza del inconsciente
– Goce-exceso y goce-satisfacción
– Envoltura del sinthoma
– Reconfiguración de la transferencia
– Reconfiguración del deseo del analista
– Síntoma y nominación
– Deseo de Pase
– Deseo de Escuela
– Deseo de control
– La interpretación hoy
– Instituciones: sus reconfiguraciones.
COMISION CIENTIFICA
Cristina de Bocca Luis Tudanca Rosa Yurevich
Aranceles
Categoría Profesional: $450 hasta el 6 de junio, posterior a esa fecha el valor aumentará a $500.
Categoría Estudiante: $300 hasta el 6 de junio, posterior a esa fecha el valor aumentará a $350, con acreditación.
Inscripciones:
– En la sede de la Sección. Caseros 950 en horario de secretaría de 8 a 12.45 y de 17.30 a 20.45hs de lunes a viernes.
– Por depósito bancario: BANCO MACRO cuenta corriente nº4-394-0940928858-5 CBU: 2850394-1-4009409288585-8 a nombre de la FUNDACION EUROARGENTINA PARA LA EOL DE LA PCIA. DE CÓRDOBA.