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Seminario Internacional:
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El pasado sábado 31 de junio del 2014, la NEL-Miami contó con la agradable oportunidad de compartir una experiencia de trabajo a cargo de nuestro reconocido colega de la EOL Gustavo Stiglitz, quien aportó un impecable recorrido sobre las articulaciones posibles que se pueden anudar entre el síntoma, lo Real y lo femenino. Gustavo dio inicio a su trabajo marcando los lugares desde donde estos tres elementos son tomados por el psicoanálisis lacaniano y como a pesar de cumplir funciones distintas hay un empalme y una articulación posible. Señalaba de entrada como el síntoma se refiere « a una cristalización de los primeros encuentros con lalengua », como lo Real « no existe como tal » (marcando la diferencia con el concepto de realidad tal cual como es tomado por la ciencia o la filosofía) y lo femenino entendido « como el nombre de un agujero ». En este contexto subrayó como « el síntoma surge como la necesidad de inventar un artificio que permita lidiar con la inexistencia del Otro ». La función del síntoma entonces viene a estar articulada de manera compleja, ya que si bien sirve de mediador, también sirve como obstáculo. Subrayando como el síntoma viene a ser una solución fallida pero necesaria, que siempre está conformada por elementos a su vez heterogéneos: por una lado lo que concierne al significante y al sentido pero por otro toca lo que encierra el fantasma y muestra ese UnReal que insiste. Gustavo igualmente planteaba una proximidad interesante entre la posición del analista y el autismo. Tomando en cuenta que ambos son « defensores y representantes de lo singular ». Resaltando como el deseo del analista « traza una línea de depuración de cada analizante apuntando a lo más Real en cada uno ». En este sentido, Gustavo traza una proximidad por la vía de la posición ética y política en donde se trata de « dar a los cuerpos un destino distinto del que se plantea con la homogeneización y la clasificación » muy propia del imperativo contemporáneo. Siguiendo esta línea de elaboración nuestro invitado se refirió a lo Real en términos de UnReal. Planteaba que « por más que el síntoma articule, siempre va haber un vacío entre el significante y el cuerpo, lo que da lugar a UnReal imposible de simbolizar » en este sentido, lo Real podría definirse « como aquello que vuelve siempre al mismo lugar (lo que no cesa de escribirse) pero que al mismo tiempo muestra un imposible (lo que no cesa de no escribirse), ambas aristas articuladas en el sin Ley que lo habita: « sin Ley, pero que deja contingentemente una marca (encuentro del parlêtre con lalengua que marco el cuerpo). Finalmente al referirse a lo femenino, subrayó que este goce puede entenderse como nombre de UnReal en la medida en la que no se deja atrapar por lo simbólico pero se inscribe en el cuerpo como acontecimiento. Indicaba en este sentido que el goce femenino « es una forma de decir lo indecible ». Siguiendo estos planteamientos la posición del analista implicaría « hacer hablar desde un lugar silencioso, donde algo de lo imposible de decir podría ser dicho ». El día siguiente estuvo dedicado a la discusión clínica de dos casos que amablemente aportaron, Sandra Cantor y José Armando García, ambos Asociados de la NEL-Miami. Aportes que contribuyeron a continuar puntualizando la posición del analista, la dirección del tratamiento y las implicaciones inherentes a la clínica cuando se trata del estrago, de la mascarada femenina, y de las dificultades que supone ocupar y dejarse habitar por la versión singular de feminidad que cada quien llegue a inventar. Agradecemos gustosamente a Gustavo Stiglitz, así como a los demás participantes, por esta experiencia de trabajo que nos invita a continuar recorriendo y alojando las vicisitudes a los que nos exhortan los distintos modos de padecimiento que nos ofrece la civilización de nuestros días.
Isolda Arango-Alvarez
Miembro NEL-Miami |