Actividades de la Intersección
Como es del conocimiento de todos, la volatilidad de la situación de orden público, circulación y seguridad en la ciudad nos ha impedido dar continuidad a las actividades de la Intersección. Ya está a la vuelta de una semana el inicio del Congreso de la AMP. Por estas razones, el Directorio de la Sede ha decidido postergar el reinicio de las actividades para después del Congreso. Se informará oportunamente la fecha correspondiente.
Si las condiciones lo permiten, este sábado 29 de marzo estaremos conectando con la Conversación UnReal de la NEL, a las 10:30 am. en el local de ACP en Las Mercedes
El psicoanalista de orientación lacaniana ante la crisis
En virtud de los acontecimientos que conmueven al país, signos de una crisis sociopolítica difícil que ya está teniendo una aguda incidencia en la subjetividad de todos los ciudadanos (incluyendo obviamente al psicoanalista), el Directorio de la Sede ha decidido abrir el Boletín de la Intersección como espacio de intercambio para la puesta en común y el debate necesario en torno a cómo pensamos y cómo afrontamos la fenomenología de esta coyuntura, así como su incidencia en las condiciones de la práctica, a partir de las coordenadas del psicoanálisis de orientación lacaniana. Invitamos a todos nuestros miembros, asociados a contribuir con esta iniciativa, enviando sus ideas, comentarios y reflexiones a la dirección del Directorio ([email protected])
En esta oportunidad presentamos a ustedes un mensaje de nuestra colega Laure Naveau, de París, y un texto en el que Ronald Portillo avanza un poco más su reflexión y aborda la polarización desde el ángulo pulsional, y la importantísima función mediadora del « tercero simbólico » frente al abismo de la aniquilación mutua.
Mensaje de Laure Naveaude: Laure Naveau [email protected]
para: [email protected]
fecha: 26 de marzo de 2014, 3:04
asunto: Solidaridad
Estamos siguiendo los acontecimientos de Venezuela desde mucho tiempo, y nos ponemos muy solidarios con vosotros.
Este proximo sabado, estare por mi parte invitada en una conversacion en NIZA, sobre el tema que me ha tocado mucho en mi pase, el de « la diferencia absoluta », y me preparaba a evocar a Freud y al narcisismo de las pequeñas diferencias, tal como la cuestion del racismo y la del sacrificio a los dioses oscuros, de la que he tratado en mi articulo en los Papers 6 : « El real, un antiracismo inedito ».
Por eso, el texto de Ronald me toca mucho, y voy a citarlo este sabado, pensando en vosotros,
Con mis mas afectuosos recuerdos de amistad,
Laure Naveau
El resto
Ronald Portillo
La pulsión agresiva en los seres humanos podrá encontrar limite gracias a la acción de la cultura, a través de la formación de la masa o del grupo social.
El grupo social necesita para su formación de la figura de un líder, sin líder no hay constitución de masa social. El líder va a facilitar la identificación entre los integrantes de una comunidad. En la medida que se ha elevado a alguien a la posición de ideal se lo convierte en un líder, de esta manera logran identificarse entre si los integrantes de un grupo. Tener un ideal común, encarnado en un líder, determina la aparición de una identificación, imaginaria o especular la llama Lacan, entre los componentes del conjunto. El hecho de identificarse al vecino a causa del líder común trae consigo una disminución considerable del « narcisismo de las pequeñas diferencias ».
Una sociedad de iguales solo es posible si se coloca al líder en el lugar del Ideal del yo, planteaba Freud. Y el factor que permite a un grupo tanto erigir un líder en el lugar del Ideal como generar una identificación imaginaria entre los integrantes de una comunidad de cualquier índole es el amor. El amor constituye el principal factor civilizatorio contra la barbarie.
Sin embargo sabemos por Freud y particularmente gracias a Lacan que todo proceso psíquico, individual o de masa, deja un resto. El proceso de la acción civilizatoria del amor en la constitución del grupo social deja un resto de pulsión agresiva imposible de tramitar, un real no susceptible del tratamiento simbólico procurado por la cultura. Ese resto de real pulsional va a dirigirse entonces hacia afuera del conjunto nucleado. De esta forma el « narcisismo de las pequeñas diferencias » que había podido ser tramitado con relativo éxito al interior del grupo retoña ahora en relación a otro grupo, a su vez formado alrededor de un líder y con sus propias identificaciones especulares.
Se aprecia entonces afecto al interior del círculo y agresión u hostilidad para los considerados extraños al círculo. Queda establecida así una lógica infernal de exclusión, de segregación, de violencia entre grupos o masas sociales. Si a estos procesos se añade el discurso de un líder que estigmatice, insulte o descalifique a los integrantes del otro circulo y que el elemento simbólico que podía fungir de mediador entre los dos conglomerados, el árbitro electoral, da muestras de parcialidad, el cocktail explosivo está servido y solo será cuestión de tiempo su activación.
El llamado proceso de « polarización » entre dos grupos o masas enfrentadas en Venezuela responde punto por punto a lo aquí planteado y solo la mediación de un tercero simbólico, honesto, con suficiente valor moral y carga ética, aceptado por los dos círculos en pugna podrá detener la explosión, la que parece ya haber comenzado.
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NEL Sede Caracas