ELP DEBATES
[ SEMINARIO DE LA ESCUELA ]
En uno de los últimos envíos, incluimos « por lapsus » dos textos que no correspondían al Seminario de la Escuela
celebrado el pasado sábado 6 de abril en Zaragoza.
Enviamos aquí el texto que sí fue presentado por Paloma Larena ese día.
(también en archivo adjunto)
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Texto teórico presentado en el Seminario de la Escuela
Comunidad de Aragón de la ELP
« Después del Edipo, todos analizantes », Zaragoza, 6 de abril de 2013
La Atención Temprana y el tiempo del sujeto. Mi experiencia
Paloma Larena
El Programa de Atención Temprana, público y gratuito, que tiene como objetivo compensar las diferencias entre niños más desfavorecidos o de alto riesgo, desde lo que se denomina una perspectiva « optimizadora », está acuciado por el tiempo cronológico. Los profesionales desean que los casos sean detectados cuanto antes, que entren en programa a ser posible en los primeros meses de vida, ya que la intervención abarca hasta los 6 años. Ni un día más.
Se ha avanzado mucho en la derivación temprana por parte de los pediatras, que hace unos años podían decir a unos padres, que si el niño aún no hablaba a los 2 años y medio, era mejor esperar hasta los 3, ya que hasta entonces podía ser normal. Los seguimientos que se realizan en los Hospitales Infantiles con niños prematuros y/o de bajo peso, también están permitiendo que se beneficien de tratamientos para la estimulación de la motricidad, una alimentación compensatoria, hormonas del crecimiento…y un amplio etc. También debemos felicitarnos de que una sociedad avanzada haga los esfuerzos económicos y humanos para facilitar la vida de niños que han nacido con graves malformaciones o síndromes malignos. Esta es la cara del asunto pero hay también un envés.
En el CDIAT en el que trabajo como psicoterapeuta, estamos recibiendo en los últimos meses niños de 2 años que han sido evaluados como posible TEA, por signos como: no mirar al interlocutor, no seguir enunciados u órdenes, no señalar, no decir adiós con la mano, o no encadenar sílabas con intención comunicativa, o no repetir palabras. A los padres, no les dicen este posible diagnóstico, sino que les hablan de retraso del desarrollo del lenguaje, de la psicomotricidad y del desarrollo social, … Por ello, si hay retraso entonces es adecuado que se implementen medidas compensatorias, que se les ayude en el desarrollo, y son derivados para tratamiento de Estimulación (Psicomotricidad), Logopedia y Psicoterapia, por ejemplo. No se puede evaluar el desarrollo del lenguaje porque son niños que « no parecen atender al examinador ».
Volveré más tarde a este sustantivo « desarrollo » y a su matización desde la enseñanza de J. Lacan.
Entiendo el adjetivo « temprana » en el buen sentido, a primera hora, en el comienzo del día, que no significa con prisa. A menudo me ocurre, en el momento del encuentro con el niño o la niña para una sesión más, volverme a sorprender por su pequeño tamaño, sus 80 cm de altura real, en aquél o aquella que la sesión pasada desplegó tal minucioso y complejo juego con los muñecos bebés. Y es porque en la sesión, los niños no tienen edad, el sujeto neurótico o no, está en su trabajo de elaboración o de construcción, como cualquier otro adulto en análisis.
Cada uno de ellos utiliza ese espacio, al que les han traído sus padres, con un objetivo. He de decir que prefiero utilizar el verbo jugar, al verbo trabajar. Porque el juego es un asunto muy serio para ellos, porque incluye el placer pero también el goce y porque jugar es algo que desean. Les cedo gustosamente el termino « trabajo » para los maestros. Al sujeto que entra en sesión, no necesito decirle « vamos a jugar » porque no dirijo su atención hacia ningún juguete o actividad concreta, sólo le invito a entrar en la sala con un saludo y ya el sujeto elige qué hacer y/o decir. El discurso del amo manda « trabajar » para hacerlo equivalente con « aprovechar el tiempo », que es lo que se supone que debemos hacer en las terapias, pero siguiendo a Freud diremos que « los niños repiten en el juego todo cuanto les ha hecho gran impresión en la vida; de ese modo abreaccionan la intensidad de la impresión y se adueñan, por así decir, de la situación[1]« . Ya en esa época, 1920, Freud se distanciaba de las teorías que buscando los motivos que llevaban a un niño a jugar, no daban la importancia necesaria al punto de vista económico, es decir a la ganancia de placer. Lo opuesto al juego, dice Freud en El poeta y la fantasía (1908) no es la seriedad, sino la realidad efectiva, que los niños diferencian claramente.
¿Juegan los sujetos psicóticos? difícil suponer un placer en su continua construcción de una realidad nueva interna y externa, con los elementos de que dispone: las alucinaciones o los espejismos del recuerdo. Pero bajo transferencia el analista puede incluirse en esa construcción aportando un semblante de Otro más manejable para el sujeto. Descompletando el exceso de real aunque sea durante el tiempo de la sesión, y eso, creo, produce un alivio.
La institución en la que está incluida este Centro, la Fundación de Atención Temprana, tiene una orientación clínica facilitadora para el practicante analizante.
– Se incluye la figura del Más Uno: Se realizan supervisiones mensuales de casos con miembros de la ELP, de las sedes de Zaragoza y de Bilbao.
– Se construyen los casos: las reuniones de equipo semanales permiten la existencia de un lugar tercero al que referirnos que descompleta el saber particular de cada uno, con la participación de todos los miembros incluidas las administrativas que están en la puerta de la institución y acogen a cada familia.
– El gerente que es a la vez Director técnico, no espera en su despacho a recibir informes y documentos, sino que se desplaza a los diferentes centros y participa muy frecuentemente de las reuniones clínicas orientando la práctica institucional y aportando su experiencia.
– Cada practicante es responsable de la dirección de la cura, sin que las demandas de los Servicios sociales o del Departamento de Educación, supongan un obstáculo o exigencias insalvables. Se promueven la dialéctica y la conversación.
– La FAT ha creado el programa de Atención Infantil (6-14 años) para dar continuidad a los tratamientos, no gratuitamente pero con un precio asumible.
La cuestión del desarrollo
Volvamos ahora al ejemplo del diagnóstico precoz de « signos TEA (trastornos del espectro autista) » en niños de menos de 2 años. Lacan en el Seminario 1 dice que el « yo (je) » se aprende en relación al « tú » y que esta es una referencia hablada. Denomina « vacilación en la aprehensión del lenguaje » a la torpeza del niño con los pronombres personales que repiten en un principio tú en lugar de hacer la inversión, y dice Lacan « no tenemos derecho a ir más allá ». El niño debe reconocer los deseos de los otros, y « al comienzo, el niño tiene, ciertamente, pocas posibilidades de hacer reconocer sus propios deseos, salvo en la forma más inmediata. No sabemos nada, al menos en el origen, sobre el punto preciso de resonancia donde se sitúa el individuo para ese pequeño sujeto. Eso es lo que le hace ser tan desgraciado »[2]. Esta afirmación de Lacan, llama la atención por estar lejos de la idea freudiana de su majestad el niño, para Lacan el niño nace más desamparado, « en una impotencia vital total que perdura más allá de los dos primeros años »[3]. Por ello, hace depender el surgimiento del sujeto del Otro, de un encuentro incalculable entre la decisión insondable del ser y el Otro barrado.
Ningún signo puede por sí mismo dar la clave y ser determinante.
J. A. Miller[4], se interroga sobre qué perspectiva debe tener la primacía para los psicoanalistas, si la de la estructura (sincronía) o la del desarrollo (diacronía), ya que ambas se oponen pero también se articulan en la experiencia.
Miller se pregunta ¿Qué no va para nosotros en la perspectiva del desarrollo? y enumera 6 aspectos importantes:
1.- implica la idea de que el tiempo pasa y el individuo debe llegar a un fin único.
2.- supone una programación, una determinación.
3.- supone una ampliación de menos a más.
4.- nos hace pensar en términos de detenciones y déficits.
5.- supone la existencia de estadios.
6.- se traduce en el dominio de un ideal.
La perspectiva del desarrollo conduce a la observación, como hacía J. Piaget. El analista sin embargo es un oyente, principalmente de quejas, y el analizante busca en su pasado la causa de su queja actual. En un primer momento Lacan contrapone la historia al desarrollo, « toda fijación en un pretendido estadio instintual es ante todo estigma histórico: página de vergüenza que se olvida o que se anula, o página de gloria que obliga. Pero lo olvidado se recuerda en los actos, y la anulación se opone a lo que se dice en otra parte. »[5]. La historización implica el vector retroactivo, el Après-coup y el nachträglich freudiano.
Sin embargo, dice Miller, no deja de ser una perspectiva diacrónica. Por ello Lacan opondrá al desarrollo el concepto de estructura. La estructura lacaniana es dinámica, supone un número posible de combinaciones, trayectorias posibles del sujeto, y otras imposibles. Como el juego del Tetrix necesita un lugar vacío. Miller señala que el psicoanálisis puede modificar el pasado ¿cómo es posible? No con la máquina del tiempo de HG Wells, sino que lo que fue una contingencia, un shock « lo que me ocurrió », a partir del sentido por venir se vuelve el camino necesario para ser lo que podré ser. El sujeto es como una variable de sentido, susceptible de tomar varios valores y de modificarse.
Dos viñetas clínicas de mi práctica en esta institución, ilustran cómo el practicante escucha cuándo es el tiempo de concluir para el sujeto.