El síntoma, ¿es un problema o una solución?
Este curso se propone estudiar uno de los conceptos sobre los que se funda la teoría psicoanalítica: El Síntoma. A través de un recorrido de los conceptos freudianos y de las aportaciones de Lacan se busca indagar en el dilema: El síntoma, ¿es un problema o una solución?
Freud extrae el síntoma del campo de la medicina para introducirlo a la clínica psicoanalítica. Al descubrir el inconsciente, su interés por el cuerpo ya no es el de una perspectiva orgánico-biológica, sino la de un cuerpo de ideas, marcado por representaciones asociadas, y donde la causa del síntoma esta siempre vinculada a lo sexual.
Freud termina diciendo que el síntoma es al mismo tiempo algo que genera malestar pero que implica una satisfacción y que surge como resultado de una verdad imposible de modificar: la castración, verdad que se despierta en multitud de situaciones, generando angustia y empujando a la formación de síntomas.
Al comienzo Lacan se ocupó del síntoma como mensaje dirigido al Otro, susceptible de ser descifrado y que conlleva a un saber desconocido para el sujeto. Más adelante, el fantasma aparece como la causa del síntoma en la neurosis, como su motor fundamental, y que comporta un saber que sirve de guía en el teatro de la vida y que provee al sujeto de respuestas. Su utilidad fundamental consiste en ser el guión particular al que el sujeto recurre cada vez que se encuentra confrontado a la verdad universal de la castración, verdad que no es aceptada fácilmente por los individuos y que cada uno tratará de domar siguiendo su guión particular: el deseo, manifestación pura de la castración y que será interpretado subjetivamente desde el fantasma.
Lacan dirá más adelante que el displacer que el síntoma aporta a la vida del individuo y del cual este se queja, tiene algo de engañoso ya que enmascara el motivo principal de su existencia y su fortaleza: el goce que aporta al sujeto.
Por alguna razón parecería que los neuróticos se satisfacen más en sus síntomas que en la relación con el otro sexo. El cuerpo para la histeria y los pensamientos para los obsesivos suelen ser prácticas sexuales, ya que se satisfacen en eso torturante, se satisfacen más de lo que se satisfacen con el partenaire sexual heterosexual u homosexual.
El síntoma entonces se presenta como un dilema fundamental: ¿es un problema o una solución?
Ambas cosas.