Lo invitamos a visitar la
Revista digital The Wannabe
No 9
La NEL Wannabe
Instructivo de uso para The Wannabe en la Web (archivo adjunto)
Editorial: La NEL Wannabe
La NEL Wannabe, es el título que damos a nuestra novena edición. Sintagma que pone en funcionamiento –lo que espero transmitir como voz editorial- el debate sobre el devenir del psicoanalista en el siglo XXI, a diez años de creación de nuestra Escuela.
Como suele suceder cuando aceptamos una invitación, que para el caso fue dirigir esta edición de The Wannabe, desconocía el embrollo en que me metía. Sí, el embrollo del cuerpo, pues de eso se trata, dar cuerpo a un revista que se nombra The Wannabe: « el querer ser » para decirlo en español. Registro ético, pero también político de la acción analítica.
¿Cómo era que recién me enteraba de esta embrolladora propuesta que las directivas de la Escuela, desde hace 8 ediciones sostenían?
Recuerdo –y con cierta vergüenza reconozco- que además del entusiasmo que embargaba el proyecto de la NEL, que J-A Miller proponía para su creación, allá en el 2000 en Buenos Aires, mi incertidumbre y en ese momento poca creencia sobre un futuro, hacía me preguntara ¿llegará a ser….?
Hoy, que es el presente, no digo que la NEL llegó a ser, digo que encarna The Wannabe. Encarna la « función estructurante de una falta en ser ». ¿Cómo entenderlo?
Lacan escogió traducir la expresión « falta en ser » por « want to be », para señalar el equívoco en juego en el término « want », que quiere decir a la vez, « querer » (como verbo) y « falta » (como sustantivo). Tenemos una falta que quiere……quiere transformarse (transformationnelle). Efectivamente, ¿qué más adecuado respecto al Psicoanálisis, cuanto que lo mínimo esperable de una cura psicoanalítica – es una transformación? « Se trata de saber qué es lo que el psicoanálisis transforma y cómo lo hace ».
Para señalar con justicia el embrollo de la NEL Wannabe, debemos decir, que lo que « want to be » agrega a la « falta en ser » es la noción de deseo. « Want » no es solo el acto, en « want » está el deseo, esta la voluntad y precisamente el deseo de hacer ser lo que no está. El deseo que hace mediación entre being and nothingness y que encontramos en el psicoanálisis a nivel del deseo del analista, que anima la operación analítica. Una operación que apunta, por un lado, -como señalará Miller en el Seminario « El Ser y el Uno »- a devolver los derechos al inconsciente, como hizo Lacan al inicio de su enseñanza, haciendo que el inconsciente llegue a ser, de forma tal, que lo que permanecía sin sentido es significado y, por el otro, introduce –con su última enseñanza- una variación al plantear la tensión en juego en esta falta en ser, tensión entre el inconsciente a descubrir y el inconsciente a inventar. Si bien podría decirse que Lacan resuelve esta tensión del lado de la invención, señalando, que el saber se inventa, que hay la invención de nuevas verdades, aunque estas sean de todos modos mentirosas, también dirá, que hay lo estacionario, el sinthome. Carácter estático de un sinthome que se repite sin que podamos hacer nada al respecto. Así, tenemos Invención e inercia; si bien se produce una invención, ésta no puede corregir lo estacionario del sinthoma, pero sí « saber y hacer » con él.
Hay el Uno que se diversifica y el Uno que se repite. He aquí nuestro « want to be », he aquí la apuesta ética y política de la NEL Wannabe y de los analistas que encarnan su deseo, para inventar « en la discordia del orden simbólico contemporáneo », « aceptar tomar los riesgos » (a condición que rechace por el mismo movimiento, el poder de los semblantes y sepa hacer un buen uso de ellos). Su apuesta es, formarse como analista, es decir « saber por la experiencia de un psicoanálisis llevado a su término, que no hay « orden simbólico », y, que de lo que testimonia el « desorden simbólico » es de lo real de lalengua ». Solución ética del psicoanalista lacaniano: formarse en la inconsistencia para hacer un tratamiento de ella. Esto es lo que a mi juicio da a la acción analítica toda su « fuerza política », permitiendo a cada uno testimoniar en acto de su posición, es decir, sostener una ética de lo singular.
Para terminar. Haciendo y no padeciendo de la tecnología, intentamos un buen uso de ella, un uso abierto a la contingencia con el Otro, en este caso la Escuela. Presentamos The Wannabe digital y con ella, la formalización de las secciones en que se asientan los lugares del psicoanalista en la Escuela, su topología. Espacio virtual que representamos con imágenes de espacios reales: « construcciones arquitectónicas, que, con materiales sólidos y texturas variadas, ciernen vacíos y crean espacios que acogen, propician el encuentro y esperan ser habitados ». Son los fórums. Un encuentro virtual, no por ello menos real, donde las voces de varios convergen: autoridades de la AMP, AE de la Escuela Una, analistas de la NEL y asociados de sus sedes y delegaciones.
El analista toma forma, enforma, toma cuerpo en la Escuela, en la Formación, en los Carteles, en la Biblioteca, y también en su Movimiento. Los textos seleccionados dan cuenta de ello, así lo escribe la comisión editorial que presenta una a una las secciones. Y junto con esta -la comisión editorial- agradezco la participación de todos aquellos que con su escrito pusieron su cuerpo.
Termino con una crónica, tan rigurosa como una aventura de la imaginación, relatada por G. Garcia Márquez, que describe el paso de uno de los primeros navegantes a su paso por nuestra América, esa por la que se extiende nuestra NEL: « Contó que había cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron le pusieron en frente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen…Gérmenes de nuestras novelas de hoy, testimonios asombrosos de nuestra realidad… » que esperamos sean contados en la NEL Wannabe en su deseo de mantener vivo el discurso analítico.
Clara María Holguín
Por Comisión Editorial