El Colegio oficial de Psicólogía de Andalucía Occidental otorga a Carmen Campos un reconocimiento por su trayectoria profesional.
-¿Qué se siente al recibir un reconocimiento por más de 25 años de desempeño de la profesión?
En primer lugar, agradecimiento al Colegio de Psicólogos y en segundo lugar el paso del tiempo, desde el año 84 en el que terminé mis estudios en Sevilla y pude empezar a trabajar a los pocos meses, cuántas cosas he vivido. Pienso en el privilegio que esto significa y más en una época tan compleja como la que vivimos en la actualidad para que los jóvenes encuentren trabajo, pude empezar a trabajar en lo que quería siendo muy jóven.
-¿Qué balance puede hacer de estos 25 años?
He aprendido mucho y creo que porque no he tenido miedo a cambiar, empecé trabajando en el Hospital Psiquiátrico, luego en el Equipo de Salud Mental de Jerez, pero en el 2000 decidí pedir una excedencia voluntaria y trabajé en el ámbito de la reproducción asistida, para en la actualidad dedicarme por completo a la práctica privada en varias ciudades, y a mi formación como psicoanalista, que implica tener que viajar mucho y relacionarme con gentes muy diversas.
-¿Cómo ha cambiado la profesión en este tiempo? Métodos, formación, tipo de pacientes…
La profesión va cambiado siguiendo la misma tendencia que se da en todo el ámbito de la salud, priorizar las clasificaciones, los protocolos, la evaluación, lo presuntamente científico, lo rápido, las soluciones simples y la psicologización del malestar o del sufrimiento con el exceso de medicación de la población.
Con respecto al tipo de pacientes es de destacar que aparecen nuevos diagnósticos a veces epidémicos y excesivos muy influenciados por la industria farmacéutica.
-¿Cómo fueron sus comienzos?
Ilusionantes, era la época del inicio de la Reforma Psiquiátrica en Andalucía, con el desafío que implicaba modificar el modelo de atención a la enfermedad mental y la creación de múltiples dispositivos. Tuve la suerte de encontrar personas muy valiosas que me ayudaron y que han tenido una gran influencia en mi formación y en mi vida, aprendí a trabajar en equipo.
Mi tiempo de trabajo en el Hospital Psiquiátrico me permitió conocer de forma muy intensa el drama de la enfermedad mental y la importancia del profundo respeto por lo que el paciente tiene para contarnos de su vida.
-¿Algún episodio/anécdota que recuerde especialmente?
Un día una paciente de cinco años, cuando se va de la consulta molesta porque habíamos estado hablando de un tema especialmente dificil para ella y que le enfadaba dice: ” no voy a venir más dame cita para el día cero”. Los niños siempre me sorprenden.
-¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de la profesión?
No puedo responder a esa pregunta, no encuentro nada fácil, ni nada dificil, creo que lo importante es la pasión y el deseo que se desarrolla en este trabajo, por supuesto hay momentos de dificultad, para supereralos es muy importante estar formándose siempre.
-¿Cómo es la relación con los pacientes?
No se puede generalizar porque cada caso hay que tomarlo en su singularidad, pero hay aspectos fundamentales de la relación; el respeto del que antes hablaba, la disponibilidad a la escucha y a dejar en suspensión todo el saber teórico, dándo el tiempo necesario para que se puedan generar respuestas desde el propio paciente, no una tarea, un consejo o una imposición o una solución estandarizada.