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Presentación de las XXI Jornadas
Anuales de la EOL
“La clínica de lo singular frente
a la epidemia de las clasificaciones”
durante las XXI Jornadas
Nacionales de Carteles de la EOL,
en la ciudad de Córdoba, el 15 de
septiembre de 2012
Por Silvia Baudini
Me
da mucho gusto presentar las XXI Jornadas Anuales de la EOL. Cuando el directorio me preguntó si quería hacerlo dije que sí rápidamente, y les agradezco la invitación. Es un tema que me interesa particularmente. La clínica de lo singular frente a la epidemia de las clasificaciones.
Este
título me recuerda los afiches de boxeo que anuncian, por ejemplo, Tyson vs. Tony Tucker. En esta pelea, en 1987, Tyson obtiene el título por el campeonato mundial, Tucker peleó con la mano derecha fracturada en cuatro partes y bajo amenaza
Entonces, se trata de una lucha. Dominique Miller
durante el Congreso de este año se refirió a la reserva de dinero de la AMP como un botín de guerra. Y el enemigo es muy fuerte, tiene detrás el dinero, el poder, los medios y el aparato publicitario.
¿Que
es una epidemia? El término proviene del griego epi, por sobre y demos, pueblo, es una descripción en la salud comunitaria que ocurre cuando una enfermedad afecta a un número de individuos superior al esperado en una población durante un tiempo determinado. Para evitar el sensacionalismo que conlleva esta palabra en ocasiones se utiliza el sinónimo de brote epidémico o brote.
Me pareció muy interesante la proveniencia de
este término, sobre el pueblo, es decir algo que asola las poblaciones, que tiene un carácter universal, que no respeta nada y a lo que hay que suavizar con algún eufemismo, por ejemplo, evaluación. En los films de epidemias siempre hay alguien inmune, alguien a quien el virus no ataca, que tiene en su cuerpo lo que evita el contagio. Me parece que algo así puede decirse de la función del analista.
¿Qué tenemos del otro lado del ring?: el deseo
del analista. Un deseo de la máxima diferencia, impuro, que se dirige al uno por uno, que no tiene sponsors y que se verifica con un dispositivo mínimo. En fin…Tyson podría hacerse un banquete. Lo digo porque este boxeador pudo llegar a morder el cuerpo de su adversario, arrancar un trozo de cuerpo.
Y eso es lo que ocurre con la época,
muerde los cuerpos y los enferma hasta el punto de la epidemia: nombro solo algunas: anorexia, adicciones, enfermedades, muertes y suicidios por stress laboral, asesinatos de género.
Ahora el amo moderno arremete con el autismo,
se ha presentado un proyecto de ley en nuestra cámara de senadores para testear a los niños de 18 meses, el espectro autista autoriza estragos. Y además las madres podrán beneficiarse con seis meses de licencia para cuidar a su hijo, en caso de entrar en el espectro.
Y bien ahora hablemos de lo singular. Parece
simple, es lo que no tiene ninguna clasificación posible. La laguna en la clase, el cómo cada uno se arregla con la ausencia de relación sexual, la figura singular del goce contra la que se estrellan los discursos universalistas. La Comisión Científica propone avanzar sobre este término y darle su lugar a lo largo de la enseñanza de Lacan, ¿qué clínica y qué práctica de lo singular?
Decir clínica de lo singular es una paradoja,
puesto que la clínica se hace a partir de lo particular, de lo parecido, se toman varios signos y síntomas, se agrupan y se describe un cuadro clínico. Entonces a la clínica de lo singular debemos asociar el termino sinthome. La clínica del sinthome. ¿Pero acaso el sinthome es una epidemia en nuestras escuelas? Hablamos mucho del sinthome, lo nombramos, lo articulamos, lo entendemos, no lo entendemos, lo melentendemos.
Miller nos dice que la clínica del sinthome
es tomar el punto de vista del resto irreductible e inclasificable sobre el sujeto en análisis. Es restituir lo que operó contingentemente, arribar al límite inaugural, anterior a la captura del Otro, anterior a que el Otro civilice lalengua. Como vemos la clínica del sinthome requiere de cada analista una formación sostenida, cito el argumento de la Comisión Científica: “la formación analítica; su trípode fundamental: análisis, control y episteme, que lo hacen extraño a todo estándar profesional”.
Entonces
para retomar la pregunta de J.-A. Miller: ¿qué es un analista en la perspectiva del sinthome? ¿Qué podemos decir los analistas a partir de nuestra formación? ¿De nuestros análisis? ¿Del siempre analizantes de nuestro no quiero saber nada de eso? ¿De nuestro inconsciente con el que nunca se saldará la cuenta? ¿Qué podemos decir de las curas que conducimos, de sus impasses, sus éxitos, sus prolongaciones, sus interrupciones? ¿Qué podemos aportar a la salud mental en instituciones, en la justicia?
¿Qué
respuesta podemos dar a las exigencias de un mercado cada vez más tomado por un cientismo al servicio del capitalismo moderno?
En
estas Jornadas tendremos la oportunidad una vez más de contar con la presencia y la palabra de Eric Laurent. También podremos escuchar a los AE en funciones, su enseñanza siempre preciosa es la marca de lo singular en nuestras escuelas, lo que hace a lo vivo del discurso analítico, a su potencia libidinal .
Los
invito entonces a concurrir, y a los miembros y adherentes a participar con sus trabajos y sus recorridos singulares. |
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