Biblioteca ACP: Reseña de sus Noches de Biblioteca

Biblioteca ACP: Reseña de sus Noches de Biblioteca

                           

El pasado jueves 24 de mayo, la Biblioteca de la ACP, a través de su espacio Noches de Biblioteca abrió sus puertas para recibir a más de 30 personas interesadas en la respuesta que desde la Psicología Criminológica se le daba a la pregunta que orienta su actual  ciclo de trabajo: ¿Cómo entender la realidad venezolana?.

La invitada, Lic. Geraldine Enríquez,  psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, especialista en psicopatología clínica y directora de la Sociedad Venezolana de Psicología Criminológica, compartió con el público presente lo que para ella es uno de los peores problemas por los que atraviesa la justicia en nuestro país: su sistema penitenciario.

Con ejemplos muy pertinentes y centrados en la realidad contemporánea de la sociedad venezolana, caracterizada por ser el país más peligroso del hemisferio americano, donde se registra uno de los mayores índices de asesinatos en el mundo y donde sólo el 3% de los casos registrados por homicidio son condenados a cumplir pena carcelaria, la Lic. Enríquez puso en evidencia que las cárceles venezolanas son ejemplo de « la degradación máxima de la vida ».

Como una de las causas que dan cuenta de esta situación se refirió a lo que denominó el débil funcionamiento y cumplimiento de la ley, fenómeno de la Venezuela de hoy, que denominó « la ley plastilina o la ley goma », donde todo es posible y donde encuentra  espacio la violencia, la violencia como « el pan nuestro de cada día » y  no, como solía ser, « la excepción a la regla ».

En la opinión de la Lic. Enríquez, la violencia, como manifestación directa de este « nuevo tipo de ley » no es la excepción en Venezuela ni tampoco lo es dentro de las cárceles. La ley, como solía ser, salió de las cárceles, fue expulsada de las cárceles venezolanas en la década de los 90 y nunca más ha podido entrar.

La realidad venezolana, la época en la que vivimos, da cuenta de cómo se vive la pulsión en nuestro país y por supuesto de la configuración del Otro.

Venezuela, o mejor dicho, el sujeto Venezuela parece aludir a la subjetividad de su contemporaneidad, caracterizada por la extinción del amor por el Nombre del Padre y su sustitución por el empuje al goce. Así tenemos el sujeto Venezuela expuesto a modos de gozar derivados del plus de goce y no del Otro, siendo la violencia, en todas sus manifestaciones, un pernicioso ejemplo de ello.

Aliana Santana N.