NOVEDAD NOVIEMBRES 2011 |
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Violencia en las escuelas Precio $60.00 (2011) |
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Mario Goldenberg (compilador) 168 páginas Escriben: Germán García | José R. Ubieto | Javier Garmendia | Alejandra Glaze | Mercedes Sánchez Sarmiento | Gisela Laura Baldini | María Natalia Eandi Bonfante | Ana Laura Vallejo | Sofía Peralta Ramos | María Paula Castro | Valeria Lamota | Isabel Carraro | Andrea Botas | Claudia R. Moggia | Noemí G. Firma Paz | Blanca Favazza | Julián Castro En este libro hemos recorrido el tema de la violencia escolar como un nuevo síntoma social, las distintas concepciones sobre agresividad y violencia, las consideraciones sobre la autoridad, el entretenimiento y la violencia como diversión; la hipermodernidad, las paradojas de la seguridad y un recorrido sobre la responsabilidad, la culpa y el castigo. Es un abordaje intensivo tanto en lo conceptual como en la lectura de distintos episodios que vienen sucediendo entre los muros de la escuela. También nos proponemos poder dar cuenta de la subjetividad de nuestra época respecto de las nuevas coordenadas discursivas y las nuevas formas del síntoma en el siglo que comienza. Mario Goldenberg |
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DEPARTAMENTO PEQUEÑO HANS |
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Psicoanálisis con niños y adolescentes 3 Encrucijadas de la práctica psicoanalítica (2011) |
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Susana Goldberg y Etel Stoisa (Compiladoras) Este año, 2011, el Departamento de Estudios sobre el Niño Pequeño Hans cumple veinte años de trabajo ininterrumpido en la transmisión del psicoanálisis con niños y adolescentes. La orientación lacaniana ha sido nuestra brújula en los debates, lecturas e investigaciones referidos a nuestra práctica. El título del este volumen –Encrucijadas de la práctica con niños y adolescentes– alude tanto a las dificultades como a las alternativas con las que nos enfrentamos cotidianamente en los distintos ámbitos de nuestro quehacer como analistas, ante las formas clínicas en las que se presenta el malestar en nuestra época. En el discurso hipermoderno –señala J.-A Miller– el objeto plus de gozar es promovido al cenit de la civilización. El niño resulta desplazado del lugar que podía ocupar como objeto causa de deseo de la pareja parental y pasa a ser un objeto de goce que comanda el discurso. La infancia misma comanda un consumo particular y el niño pasa a ser objeto de goce no solo de la madre sino de la familia y aún de la civilización. El niño freudiano, aquel que ocupaba el lugar del Ideal, pasa a ser « niño desecho », « niño tirano », « niño consumista », « niño objeto de todo tipo de abusos », como se despliega en las redes de prostitución infantil, y como lo indica la historia reciente de nuestro país durante el Terrorismo de Estado, apropiados por los propios asesinos de sus padres. ¿Cómo responder entonces desde la ética del psicoanálisis? ¿Cómo no redoblar la posición de víctima que el niño ha padecido? ¿O la que padece hoy en las situaciones de marginación social? ¿Cómo desanimar a los sujetos de la adicción al infierno hedonístico al que empuja nuestra civilización? Hoy la propuesta del psicoanálisis, es seguir apostando a la política del síntoma. Desafío que compromete al psicoanalista a inventar nuevas respuestas en su práctica. Susana Goldber y Etel Stoisa |
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OTRAS PUBLICACIONES |
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Esto lo estoy tocando mañana Música y psicoanálisis Precio $65.00 (2011) |
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Pablo Fridman (compilador) 184 páginas Mario Antmann, Elizabeth Barral, José Berardozzi, Pablo Fridman, Darío Galante, Guido Idiart, Inés Sotelo, Sergio Zabalza, Máximiliano Zenarola Texto de contratapa: Supuestamente psicoanálisis y música no deberían cruzarse. No es posible soportar la idea del analista que escucha música mientras su analizante habla, sería como mínimo una descortesía. Sin embargo existen atravesamientos, momentos en que algo de una palabra plena pareciera concluirse o referirse a la expresión sonora. Es un instante que bordea la palabra, de un modo que emplaza lo pulsional. Se trata de un momento donde el orden de lo simbólico se excede a sí mismo, y requiere de la desaparición del sentido, hacia una pura sonorización. ¿Puede el analista hacer oídos sordos a esto? ¿Puede dejar el campo musical por fuera de su escucha o de su análisis (con toda la connotación que resuena en esta palabra)? Es demasiado lo que se perdería en el caso en que la omisión de lo musical fuera su decisión. El analista no puede aducir sordera, ni siquiera musical. Por otra parte, la música resuena e insiste… |
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