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Ecos epistémicos, clínicos y políticos Todos los miembros y asociados de la NEL están invitados a participar en este boletín con sus textos, comentarios, testimonios y observaciones sobre las VI Jornadas de la NEL “El laberinto de las identificaciones”, realizado en Bogotá los días 5, 6 y 7 de noviembre de 2010. Moderadoras: Piedad Ortega de Spurrier y Clara María Holguín En esta ocasión “a-posteriori” presenta los comentarios de Gloria González de la NEL-Bogotá y de Susana Dicker de la NEL-Guatemala quienes respectivamente, aluden a la puesta en acto de la formación del analista: “un testimonio da cuenta de que la vida íntima y la formación están ligadas”. “un deseo sin formación es ciego, una formación sin deseo es vacía” . ______________________ Si en la constitución subjetiva tienen todo su lugar esos trozos de palabras con los que el sujeto se hace un síntoma, podríamos decir que de nuestras jornadas también quedan trozos, palabras que dejan huellas que para cada uno podrán tomar con el tiempo otros sentidos y quizás incluso conduzcan al sin sentido. El impactante testimonio de Leonardo Gorostiza nos mostró a través de sus sueños, la vacilación y el fracaso de las identificaciones – aquellas con las que se “calza” en el deseo del Otro –. Nos mostró que las mismas son necesarias, pero no suficientes para velar el real que se presentifica con su caída. Desde este testimonio hasta las palabras de cierre de las jornadas, pasando por el arduo trabajo de las mesas simultáneas, asistimos a la puesta en acto de que la formación del analista está íntimamente ligada a las formaciones del inconsciente, lo que J.D. Matet nos transmitía con estas palabras: “un testimonio da cuenta de que la vida íntima y la formación están ligadas”. Gloria González ________________ Las recién efectuadas Jornadas de la NEL en Bogotá produjeron, en quienes asistimos y participamos estrechamente de ellas, un saldo institucional, epistémico y libidinal de gran valor para continuar con nuestra apuesta al psicoanálisis y a la Escuela. Y de ello dan cuenta los mensajes de las sedes y delegaciones. Pero hay algo que sí quisiera rescatar de las reflexiones posteriores y es que desde cada sede y desde cada delegación pero, más allá, desde la propia responsabilidad que cada analista tiene con su práctica y con el saldo de saber- siempre abierto- que obtiene de ella y que expone en la Escuela, es importante no descuidar la clínica que practicamos y que transmitimos. Para ello, la construcción del caso no implica lograr “la buena forma” en el momento de exponerlo ante la comunidad de colegas. Esa construcción es producto de lo que se efectúa en ese análisis pero, también, es producto de la formación del analista. Al respecto, cito a Serge Cottet (1): “… En primer lugar pienso que el control es un lugar privilegiado en la formación clínica del analista. Si el análisis personal hace surgir el deseo del analista, el control contribuye a su maduración. Parafraseando a Kant, un deseo sin formación es ciego, una formación sin deseo es vacía” Susana Dicker (1) Cottet, Serge: Autonomía del Control” en “La práctica analítica”, EOL Paidós, Bs As 2003