Reseña: entre el viernes y sábado pasados, se realizó en la Sede de la NEL-Medellín una productiva e interesante jornada de trabajo con Jorge Chamorro, donde 70 asistentes participaron de una enseñanza vivaz y estimulante que ya empieza a mostrar sus efectos.
Se inició con una presentación de enfermos, que ha dejado una valiosa enseñanza no solo respecto al trabajo con la psicosis, sino también en lo que hace a las posibilidades de formación que brinda este dispositivo, en particular. Una entrevista a una paciente de pocas palabras, que gracias a la clara conducción de la entrevista y a la orientación sostenida en la discusión posterior, fue posible extraer diversos detalles clínicos y generalidades teóricas; se cruzó de esta manera lo singular del sujeto entrevistado y lo general que da su estructura. Una verdadera experiencia de construcción colectiva de saber.
Luego, un seminario donde se discutieron dos casos clínicos de miembros de la NEL-Medellín. Para ello se planteó como punto de partida que el caso que presenta el analista es un texto, efecto de la lectura que el analista ha realizado del paciente. Cada caso fue expuesto y comentado paso a paso; comentario orientando por el trabajo de identificación del rasgo del sujeto, como “ideal de simplicidad”, que éste presentaba en cada momento de la dirección de la cura. Un comentario vivo, dinámico, que permitió que las diferencias diagnósticas también tuvieran lugar, y que se apreciara lo que es un “trabajo en el borde”; borde de las estructuras, borde del riesgo de muerte.
Dos conferencias, sobre el diagnóstico y la interpretación. En la primera de ellas, se expusieron indicaciones clínicas precisas respecto al diagnóstico diferencial, como por ejemplo la diferencia entre la significación delirante y la significación fálica, entre la iniciativa del Otro y la demanda del Otro, entre la realidad como referencia y el texto…, entre muchas otras. Un recorrido que llevó del significante a la letra, fundamental para establecer el diagnóstico como un “juicio íntimo” y que orienta el quehacer del analista, que es “un trabajo a partir de imposibles”.
En la segunda conferencia, sobre la interpretación, se pudo apreciar el valor pragmático de ésta, para la clínica. Se subrayó además la interpretación como condición de la construcción del caso, por cuanto con ella se busca producir el “efecto sujeto”. Jorge Chamorro consiguió ilustrar de manera clara el sentido de fórmulas conocidas y en ocasiones poco comprendidas como la “vacilación calculada de la neutralidad”, “deseo del analista”, “regulación del goce”, “reducir el significante a la letra”… Y de manera orientadora expuso tres tiempos para la interpretación, que se pueden resumir así: subrayado, cambio de significación y pérdida de sentido del significante para una inscripción de la letra.
Agradecemos a Jorge Chamorro su presencia, su enseñanza clara y la transmisión de su propio hacer como analista, que invita no a la imitación, sino a que cada uno encuentre ese rasgo propio que marca también su acto como analista.
Claudia Velásquez
Directora NEL- Medellín