El Debate de la ELP Nueva serie 28 de enero de 2010 (25) Difusión Lista electrónica [elp-debates]: Marta Davidovich [email protected] Web de la ELP: http://www.elp-debates.com/ EL DEBATE DE LA ESCUELA UNA EL DEBATE SOBRE EL PASE Editorial Lucia D’Angelo Algunas reflexiones sobre (…) Susana Genta Enunciación y Escuela Una Anna Aromí Meditaciones de Madrid Rosa López Editorial En este número del Debate de la ELP, los textos que publicamos provienen de colegas españoles miembros de la ELP que aportan sus contribuciones al debate sobre la Escuela Una y el pase sobre todo en lo relativo a la experiencia en la ELP. Susana Genta, de la Comunidad de Madrid de la ELP toma como punto de partida para “Algunas reflexiones sobre la pregunta que aún sigue abierta” la Editorial de Eric Laurent en el Debate de la Escuela Una (JJ Nº 84) y publicada por El Debate de la ELP-Nueva serie, Nº22 [25/1/10] y dirigida a la ELP sobre el pase. Anna Aromi, de la Comunidad de Catalunya de la ELP toma como punto de partida para su contribución al debate la serie de reuniones convocadas por la Comunidad y en particular, hace referencia a la última que realizó esta misma semana en Barcelona, el martes 26 de enero. Rosa López, Directora de la Comunidad de Madrid de la ELP, convoca por su parte, una reunión de la Comunidad el próximo 3 de febrero, ya que a partir de las Meditaciones de Madrid, entre todos se han creado las condiciones de un debate en profundidad y ha llegado el momento el momento de pasar al plano de la disputatio en una reunión en la que predomine el bien decir y la dialéctica. La gran conversación sobre la Escuela Una y el pase parece que no cesa de decirse… Otras voces se harán escuchar. Lucia D’Angelo 30 de enero de 2010 Algunas reflexiones sobre la pregunta que aún sigue abierta Susana Genta [(…) La pregunta se encuentra por lo tanto abierta: ¿la poca demanda de pase en la ELP está ligada a un alejamiento institucional del dispositivo, a su carácter “deslocalizado”, o está ligada más bien a su carácter muy localizado en una Escuela donde los particularismos locales son fuertes?
Los textos abren un verdadero debate dado que los remedios que se proponen a las dificultades no son los mismos según la perspectiva donde uno se ubique. Eric Laurent, El Debate de la ELP, Nª 22]. La pregunta de Eric Laurent dirigida a la ELP respecto de la poca demanda de pase, y que dice así: « ¿ está ligada a su carácter « deslocalizado » o más bien a su carácter « muy localizado » en una Escuela donde los particularismos locales son fuertes?. Esta pregunta, por alguna razón, no deja de darme vueltas… No tengo respuesta, pero agradezco ser informada que hay pocas demandas de pase y que esta Escuela, es pensada por otros también, como una Escuela « con fuertes particularismos locales ». Me inclino a pensar que su pregunta contiene la respuesta. O sea; la poca demanda de pase guarda relación con los fuertes particularismos locales. Estoy de acuerdo. Si esto es así, hasta ahora no sabía que había pocas demandas de pase, puede que sean los fuertes localismos lo que hace que la deslocalización del dispositivo sea un inconveniente a la hora de la demanda. Continúo… no entiendo que es eso de la deslocalización del pase; porque para mi el dispositivo es algo siempre « deslocalizado ». No puedo imaginarlo de otra manera, en tanto que el « deslocalizamiento » es algo propio de todos en tanto seres hablantes. Que los efectos de mi enunciación me deslocalicen es casi una experiencia cotidiana a la que resulta muy difícil acostumbrarme. Si el pase para mi « está lejos » es porque aún estoy allí… en análisis, y supongo que la decisión depende mas de la cercanía a una certeza propia que geográfica. Y no creo que estaría mas cerca porque el dispositivo estuviera compuesto por españoles. Es más, cuando solicité el pase para entrar a la Escuela, de eso hace ya unos cuantos años , cuando aún estaba vigente la posibilidad de entrar por esa vía, preferí que los pasadores fueran lo mas « deslocalizados » posible. Ahora entiendo que sólo quería ser una enunciación, sin referentes « locales », entiéndase: por fuera de los efectos imaginarios. Lo local resuena con grupal, y creo que en nuestra ELP, aún, a pesar del tiempo y las crisis, nos movemos con la lógica de los grupos. Me sorprende la información que nos da Eric Laurent, hay pocas demandas de pase. Imaginé… porque hasta ahora no hablábamos de estas cuestiones, que había muchas demandas pero pocas admisiones, porque ser nominado tampoco me parece una cuestión tan sencilla. Sería interesante entonces saber si se trata de pocas demandas o pocas nominaciones; no es lo mismo. Entiendo que Estela Paskvan aludió a cuestiones que no quedaron lo suficientemente bien explicitadas. Creo que éste es el momento de hacerlo. En fin, tengo más preguntas que respuestas. Susana Genta Enunciación y Escuela Una Anna Aromí
Después de las reuniones convocadas en la Comunidad de Catalunya para tratar del momento actual del pase en la ELP se me han ido aclarando algunas cuestiones. La reunión del martes pasado (26/01/2010) me resultó especialmente ilustradora. Me di cuenta de la dificultad que hay en tomar la palabra en la escuela cuando uno no está totalmente seguro de lo que quiere decir, pero siente que tiene algo para decir y quiere intentar decirlo. Ya que estamos en la orientación de una escuela de la enunciación y que repetidamente se ha señalado un silencio sintomático en la ELP, me ha parecido que valía la pena atender a este punto.
“Hablemos, pero para decir algo”, se dijo el martes. Estupendo, pero si esto no se toma como una orden superyoica habrá que reconocer que es más fácil de decir que de hacer porque, en el mejor de los casos, es después de hablar que uno puede saber algo de lo que ha dicho. Un análisis lo demuestra a cada paso, es lo que Lacan llama enfrentarse a “lo que hablar quiere decir”. No es casual si es al AE a quien se le imputa saber lo que dice cuando habla: al AE, no al analizante. Para mí, mantener una posición analizante en la escuela significa entre otras cosas tolerar que uno no sabe completamente lo que dice cuando habla, es decir que necesita el eco de las palabras en los otros para situarse no solamente en el deseo sino también en el discurso. No es fácil, hay que vencer la pereza, la vergüenza, la inhibición, el qué pensarán… el punto en que la enunciación toca al fantasma de cada cual. Incluso, en el fondo, diría que se trata del eco que el decir hace resonar en el cuerpo de cada uno. Por esto hablar, así sea en la escuela, es asunto de satisfacción, y de satisfacción incompleta.
Después de la reunión pensé que me gustaría que los “que hablen” o “hablemos” dichos allí no se quedaran como simples desideratum. Pensé que en esto hay algo central del psicoanálisis, que toca a la Escuela Una más de lo que parece. En este asunto del hablar, del “que hablen los jóvenes”, incluso del silencio, lo central es que no lo utilicemos para evitar lo real. Lo real de la formación analítica, claro está, pero ¿cómo traducir esto en la escuela? Quizá se parezca a lo que tiene que vérselas el analizante que lleva su experiencia lo más lejos posible, enfilando el final. Por mi experiencia de analizante sé que el último tramo del análisis es el que resulta realmente formativo, en el sentido que uno se forma, se conforma, se deforma… cuando tiene que apañárselas con lo real. Quizá entonces una de las maneras que la escuela se las apañe con esto resulte de no acallar, de no tapar el trozo de real que habla en cada uno, ni las dificultades de hacer comunidad con estos pedazos de real. Una comunidad imposible, ciertamente, porque lo real ni tiene amigos ni hace comunidad, por eso la Escuela Una es necesaria para acoger este imposible. La Escuela Una son los lazos virtuales, amistosos porqué no, por los que cada uno nos dejamos atrapar por esta comunidad imposible en la que se está para seguir formándose, conformándose y deformándose por lo real. Seguramente no son las palabras más exactas para decirlo, pero por el momento no tengo otras, espero que se entienda.
Estoy por hacer existir el debate en la Escuela, pero de una manera que no excluya este real. Es más simple de lo que algunos pretenden, siempre y cuando uno se acerque con un poco de buena voluntad, es decir con un poco de buena transferencia. Se trata de reconocer que más allá de enunciados bellamente preparados, una de dos: o el hablar está al servicio del autismo del goce o el hablar está castrado y por tanto nadie sabe lo que dice, razón por la cual solamente podemos recomponer trozos de sentido por lo que dicen los otros, si estamos en disposición de escucharlo. Esta disposición es la posición analizante, es decir abierta a los efectos de enunciación propia y ajena.
Para mí conversar en la escuela no significa la cacofonía ni decir cualquier cosa, aunque estas cosas no se puedan excluir completamente. Lo que no ayudaría sería hacer reuniones donde hubiera lugar para todo… todo menos para la sorpresa.
Estaría bien que supiéramos reconocerla cuando la encontramos. Meditaciones de Madrid Miércoles 3 de febrero de 2010 Rosa López El miércoles día tres de febrero tendrá lugar la segunda reunión extraordinaria de la Comunidad de Madrid de la ELP. En el plazo de tiempo que ha mediado entre una reunión y otra, los miembros y socios se han expresado a través de las Meditaciones de Madrid, siendo el tema fundamental de la reflexión la cuestión de los CPCTs. Entre todos hemos creado las condiciones de un debate en profundidad. Cada cual ha aportado su punto de vista, lo ha argumentado y ha dejado clara su posición. Es, por tanto, el momento de pasar al plano de la disputatio en una reunión en la que predomine el bien decir y la dialéctica.
Como en la ocasión anterior, la coordinación quedará a cargo de Mónica Unterberger y yo misma. Comenzaremos a las 20.30 horas y nos daremos el tiempo necesario para que la conversación sea productiva.
Rosa López [de La Brújula, nº 176, 29 de enero]