LA VANGUARDIA DE VALENCIA
Editorial VVV 1
Editorial VVV 1
Juntos, en la Vanguardia El año pasado, durante la Asamblea General de la ELP, me propuse como éxtimo del Comité Científico de las Jornadas. Hasta ahora, a un mes y medio de las Jornadas, no me he manifestado. Un mail de la Presidenta de la Escuela, Lucía D’Angelo me ofrece la ocasión de hacerlo. En él, me hace partícipe de la perplejidad del Comité Científico ante el pequeño número de intervenciones que se han propuesto. Es un síntoma de la ELP. Muestra que la Escuela no se ha apropiado del título de las Jornadas, « La soledad del psicoanalista. La práctica analítica ». Quizás sea un título que incita a la tristeza, a una ELP-blues. Se trata de cambiar ese blues por un ritmo un poco más animado, ELP-rock, rap o un equivalente al flamenco. La soledad no tiene la vocación de presentarse bajo la forma de la tristeza. Las soledades, una a una, pueden hacer serie, número, party, conjunto, aunque no hagan grupo. The more, the merrier. Estoy convencido que muchos de los miembros de la ELP siguen lo que está pasando en Francia en torno las Jornadas de la ECF, gracias al Journal de dichas Jornadas. Pues, hasta en Francia, en esa « sociedad de la cortesía », donde las relaciones son un poco tiesas, marcadas de una reserva que conmueve a nuestros colegas europeos, los participantes de las próximas Jornadas, se dejan llevar y decir de manera alegre su relación inédita con el inconsciente. Bajo la incitación y el báculo de Jacques-Alain Miller, la ECF que se vio por un momento en su espejo un poco ajada, se encuentra rejuvenecida, transformada, dopada. Me encontré soñando con una ELP que podría, gracias a un golpe de varita mágica, transformarse en una ELP-Plus, que transformaba su cantejondo en zapateo trepidante. No soñemos tanto pero, al menos, el juego vale la pena, tratemos de inspirarnos del método para transformar la Escuela entera en la vanguardia, para las Jornadas en Vanguardia de Valencia. La soledad del psicoanalista en la práctica puede ser muy divertida. Pasa por la singularidad de sus actos fallidos, sus formaciones del inconsciente y sus fantasmas dispersos, no porque molesten su práctica, como lo creen los adeptos de la contra-transferencia, sino porque acompañan esa práctica como nuestra sombra. No hay Inconsciente en el acto analítico pero sí en todo lo demás. La soledad del analista no es el testigo de la tristeza por ya no tener inconsciente. El analista puede testimoniar que sabe que las interpretaciones más agudas, los Witz que tocan, proceden de la relación lúdica o amistosa que él ha establecido con su inconsciente, con el discurso que le atraviesa sin cesar. Si Freud ha podido captar la importancia de los padres para el hombre de las ratas « tiene además la iluminación de esto, como lo mostramos en nuestro seminario, debido a su experiencia personal. Sin embargo, no vacila en interpretar para el sujeto su efecto como el de una prohibición impuesta por su padre difunto contra su relación con la dama de sus pensamientos« [1] o aún, « …parece que el acceso de Freud al punto crucial del sentido en que el sujeto puede al pie de la letra descifrar su destino le fue abierto por el hecho de haber sido él mismo objeto de una sugestión semejante de la prudencia familiar -cosa que sabemos por un fragmento de su análisis desenmascarado en su obra por Bernfenld- y tal vez hubiese bastado con que en su tiempo no hubiera respondido de manera opuesta para que hubiese dejado escapar en el tratamiento la oportunidad de reconocerla. »[2] No se trata de hacer el análisis del análisis o del analista, sino de hacer oír la enunciación, la indicación del punto donde el analista « ha subjetivado su acto », según la expresión de Lacan, cuando evoca la formulación de la regla fundamental. Incluso aquellos que practican el psicoanálisis encuentran una vía hacia el inconsciente. Que digan cual! No hay razón para que los miembros de la ELP no puedan testimoniar de su alegría cuando encuentran la singularidad de la soledad en su práctica. En la práctica de cada uno está la dimensión del encuentro, de la tuché, frente a una formación del inconsciente, un sueño, un acto fallido, una huella del objeto (a) encontrado durante la semana o en los meses pasados en uno de sus analizantes y de lo que evoca en aquel que lo escucha. Este encuentro ocurre en el espacio de la sesión, pertenece a uno y al Otro, la estructura a la cual reenvía en el sujeto no es universal, se produce a partir de un caso particular, de lo que es el caso, un einfall. Dar cuenta de lo particular, es lo que nos puede devolver la alegría de la práctica, de esa soledad toda ella poblada de la voz del inconsciente, que nos despierta. La Vanguardia de Valencia es la publicación que puede acoger todas las contribuciones que ayudarán a un despertar previo al encuentro de estas Jornadas de Valencia. La llamada a comunicar proyectos de intervención para las Jornadas está de nuevo en marcha. Pueden hacérmelos llegar hasta el 15 de octubre. Veré con la organización cómo tenerlos en cuenta. También se me pueden dirigir todas las propuestas, señalamientos u ocurrencias que deseen a la dirección: [email protected]. Los publicaré en la medida de lo posible en la Vanguardia de Valencia. Esta publicación será difundida en la lista de difusión de la ELP, adentro y por fuera de la Escuela. No será periódica pero siempre tendremos un número el viernes. Será el viernes de la Vanguardia de Valencia. Un poco más… y es el Witz, Wunsch de Walencia (WWW).
Envíos a la Vanguardia de Valencia, mencionando para la VV : [email protected] Cuestiones generales: [email protected] Problemas de difusión: [email protected] Difundido por la lista ELP – Debates
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