Nº 12 | ||
Junio de 2009 | ||
Boletín digital de Carteles – Escuela Lacaniana de Psicoanálisis del Campo Freudiano |
Sumario | Presentación |
Presentación Actualidad del cartel Breves notas t(e)óricas Experiencia en el cartel Reseñas de actividades Nuevos carteles Busca cartel ¿Qué es el cartel? ____________________ Responsable: Carmen Carceller Equipo de redacción: Eugenia Blasco Concha Lechón Dirijan sus aportaciones a: [email protected] Extensión máxima: 3000 caracteres incluyendo espacios Corresponsales: Eugenio Castro Antonio García Cenador Julio González Isabel Montes Concha Lechón Rodolfo Pujol José Ángel Rodríguez Ribas Jesús Sebastián Blas Araceli Teixidó |
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De nuevo el boletín de carteles de la ELP retoma su curso. En este número contamos con dos trabajos producidos en carteles. Susana Brignoni da forma clara y precisa a significantes como precariedad, miseria, soledad, desamparo y su vinculación con la inconsistencia del Otro. Es así como podemos pensar una articulación del psicoanálisis y estas nuevas nociones. Paco Roca nos presenta una propuesta de conclusión sobre el cuerpo y el objeto. A partir del nuevo curso esperamos más conclusiones ó preguntas surgidas de la experiencia de trabajo en carteles. También aquí encontraran los últimos carteles declarados y al menos una actividad que se realiza en la sede de Donostia. Os animamos a trabajar alrededor de los temas de nuestras jornadas próximas: « La soledad del Psicoanalista » para el próximo otoño subrayando que el cartel es justamente un invento que hace de contrapunto a la soledad. El proximo Congreso de la A.M.P. que tendra lugar en Paris en abril del 2010 cuyo titulo « Semblantes y Sinthomas » nos invitan a explorar la ultima enseñanza de Lacan y formalizar carteles en las diferentes sedes. El proximo Boletín confia en difundir nuevos cartelizantes que se sumen al lista de los ya inscritos. Deseamos unas buenas vacaciones y retomaremos el pulso de la Escuela y el cartel en otoño a traves de nuestra publicación. |
Actualidad del Cartel ESCUELA LACANIANA DE PSICOANÁLISIS DEL CAMPO FREUDIANO Donostia La comunidad del País Vasco en su espacio « Cartel a cielo abierto » organizó una actividad el 13 de Junio en torno al tema « Política lacaniana-Formación del analista » En ella participaron: Iñaki Badiola, Julio Gonzalez, Begoña Isasi y Antonio Múgica Coordinado por Rosa Ruiz. En el proximo boletin contaremos con la reseña de dicha actividad. Experiencia en el cartel Por Susana Brignoni Precariedad y plus de gozar Hebe Tizio señala que uno de los efectos de la globalización sobre los vínculos sociales se nombra como “precariedad”[i]. ¿Cómo pensar entonces la precariedad desde el psicoanálisis? Encontramos en “Radiofonía y Televisión” una referencia de Lacan acerca de la precariedad, cuando le preguntan: “¿De dónde le viene además la seguridad para profetizar el ascenso del fascismo? ¿Y por qué diablos decirlo?”. Lacan contesta introduciendo el tema del goce: “En el desvarío de nuestro goce, sólo existe el Otro para situarlo, pero sólo en tanto que estamos separados…Lo que no se podría es abandonar a ese Otro a su modo de goce, sino a condición de no imponerle el nuestro… Agregándose a eso la precariedad de nuestro modo, que desde ahora no se ubica más que del plus-de-gozar…”[ii]. Vemos aquí que Lacan relaciona la precariedad con el goce. Un goce que necesita del Otro para situarlo, podemos agregar articularlo y regularlo. Un goce caracterizado como plus de gozar. ¿Cómo entender esta relación? Tenemos en Lacan un recorrido acerca del goce: en primer lugar el viviente es capturado por la red del lenguaje, es decir se convierte en un “sujeto” a esta red. Esa sujeción le hace perder su destino “natural”, es decir que el ser humano queda transformado por su sujeción al lenguaje: pierde un goce, mítico, en la medida que el lenguaje preexiste al sujeto. Entonces se pierde ese goce pero hay una recuperación de él por vía del síntoma. El síntoma implica un modo de satisfacción no placentera es decir que esta recuperación es paradójica. Por un lado hay la mortificación y por otro lado la producción del plus de gozar. Para rastrear este concepto de plus de gozar tomo la primera clase del Seminario 16[iii]: “De la plusvalía al plus-de-gozar”. Allí Lacan retoma del Seminario 7 el ejemplo de la vasija. Es en el seminario 7 que va configurando la noción de lo real, que es el tema que atraviesa la enseñanza de Lacan hasta el final. Vuelve al capítulo IX del Seminario 7. Lo que le interesa es la función significante del vaso mas allá de su uso como utensilio: el vaso crea un vacío que introduce la perspectiva de llenarlo: “lo vacío y lo pleno son introducidos por el vaso en un mundo que por sí mismo no conoce nada igual. A partir de este significante modelado que es el vaso, lo vacío y lo pleno entran como tales en el mundo, ni más ni menos y con el mismo sentido”[iv]. En el Seminario XVI retoma este ejemplo para mostrarnos como cuando el pote es agujereado, vaciado de su contenido, es decir de lo que le daría valor de uso, es allí cuando comienza su “vida eterna”, su vida de significante. Se lo encuentra en las excavaciones, es decir da testimonio de que allí hubo una civilización. La estructura del pote, que no hay que confundir con su materia es que representa civilizaciones y en ese sentido se muestra en su “valor de cambio” con otro mundo. Es aquí cuando Lacan anuncia que dará un salto y necesita recurrir a Marx. Va a mostrarnos, dice, el paralelismo que hay entre el problema que preocupa a Marx, el objeto del capital y lo que preocupa al psicoanálisis, el objeto de goce. Marx, nos señala Lacan, parte de la función del mercado y su novedad es la plusvalía: que el trabajo sea comprado. No es nueva ni la idea de trabajo en la producción de la mercancía ni la renuncia al goce que el trabajo implica: “esa renuncia constituye al amo, quien piensa volverla el principio de su poder”. “La novedad es que haya un discurso que articule esa renuncia y que haga aparecer el plus-de-gozar. Aquí está la esencia del discurso analítico”.[v] Para Lacan la renuncia al goce es un efecto del discurso es decir que el plus de gozar procede de la enunciación, es producido por el discurso, y aparece como un efecto. Y agrega que es esa renuncia “lo que da lugar al objeto a. En la medida en que el mercado define como mercancía cualquier objeto del trabajo humano, ese objeto lleva en sí mismo algo de la plusvalía. Así, el plus-de-gozar permite aislar la función del objeto a”.[vi] ¿De dónde proviene la plusvalía? La plusvalía proviene de la jornada de trabajo que excede el tiempo necesario para producir el objeto y por la que no se recibe a cambio ningún pago. Es la parte que se le sustrae al trabajador y por la que no se le da nada. Entonces la plusvalía implica una pérdida, un menos, algo que se extrae al trabajador y que este no recupera jamás. Pero lo que se pierde del lado del trabajador se recupera del lado del capitalista. Para Lacan hay una homología con la estructura del sujeto. Por el hecho de su sujeción al lenguaje también hay pérdida para el sujeto. Pérdida del goce natural de la vida, del ser, de la identidad. Pero así como el trabajador no recupera lo que pierde en el caso del sujeto lo que se pierde se recupera como un “plus”: el objeto a como plus de goce. Es decir que tanto Marx como Lacan plantean que hay pérdida y recuperación, pero en el primero estas operaciones implican a dos sujetos(al trabajador y al amo) y en el segundo estas afectan a cada uno de los sujetos. Otra diferencia importante es que en el capitalista la recuperación implica placer mientras que cuando hablamos de plus de gozar hay el placer pero este se anuda con el más allá. Más adelante, en la misma clase retoma la fórmula “un sujeto es lo que puede ser representado por un significante para otro significante”[vii], esto implica por un lado que “un significante no podría representarse a sí mismo”[viii] pero también que “al mismo tiempo que aparece el sujeto es enseguida ahogado, borrado”[ix]. El sujeto surge representado por un S1 “para enseguida extinguirse en otro”[x]. Eso hace a la dificultad del sujeto con la identidad: el sujeto no puede ser igual a sí mismo en la medida en que se trata de dos significantes. Entonces define nuevamente la pérdida: “el sujeto no podría reencontrarse en su representante significante sin que tenga lugar esta pérdida en la identidad que se llama, hablando con propiedad, objeto a”[xi]. Entonces Lacan plantea que en Marx hay una pérdida que se produce en la hiancia entre el valor de cambio y el valor de uso de un objeto, la plusvalía. En nuestro nivel, dice Lacan, “no idéntico de aquí en más a sí mismo, el sujeto ya no goza”[xii]. Es decir lo perdido, del lado de la identidad, y el plus de gozar como “lo estrictamente correlativo de la entrada en juego de lo que desde ese momento determina todo lo relativo al pensamiento”. El pensamiento sería, entonces, un modo de recuperación de lo perdido. Más adelante dirá que lo mismo sucede con el síntoma: entendido como el “recorrido del sujeto en torno de eso que nosotros llamamos el plus-de-gozar”. Pero ¿qué es lo que convierte en precario nuestro modo de goce, nuestro plus-de-gozar? En esta clase del Seminario XVI Lacan va a poner este plus de gozar en relación con el Otro. Se pregunta “¿Qué es el Otro? Es ese campo de verdad que definí como el lugar donde el discurso del sujeto adquiriría consistencia….Descartes se preguntaba si es o no un dios el que garantiza este campo”[xiii].Y agrega situando nuestra época “hoy este problema está totalmente desplazado, ya que no hay en el campo del Otro posibilidad de entera consistencia del discurso”[xiv]. Es decir que hay una primera cuestión en relación a la precariedad que es esta imposibilidad de entera consistencia en el campo del Otro, falta algo que garantice una regulación, ese Otro del que se espera, como decíamos al principio, que sitúe el modo de goce. Lacan avanza un poco más y se pregunta “si la consistencia de lo que se llama la verdad no puede asegurarse en ninguna parte en el Otro, ¿dónde está la verdad sino en aquello por lo que responde la función del a?”[xv] y después “¿qué en el Otro puede responder al sujeto? Solamente lo que le da su consistencia y su fe ingenua…A saber, lo que es allí el verdadero sostén- su fabricación como objeto a. No hay nada frente al sujeto más que este, el uno-en-más…entre tantos otros, y que no puede de ninguna manera responder al grito de la verdad, salvo que él es su equivalente-el no goce, la miseria, el desamparo y la soledad. Tal es la contrapartida del a, de ese plus-de-gozar…”[xvi]. Aquí, entonces tendríamos una segunda cuestión de la relación entre precariedad y plus-de-gozar, ya que la recuperación en juego en el plus-de-gozar conecta al sujeto con la miseria, el desamparo y la soledad. De aquí en más la pregunta que me planteo para seguir trabajando es qué sería esta imposibilidad de consistencia en el campo del Otro y por otro lado las declinaciones del efecto de esa imposibilidad, es decir la miseria, el desamparo y la soledad como nombres posibles de la precariedad.
Bibliografía:
- Para la noción de plusvalía: Castrillo, Dolores; “Comentario sobre la noción marxiana de plusvalía y la de plus de goce de Lacan” en Rev. El Psicoanálisis Nº9.
- Lacan, Jacques, Seminario 7 y Seminario 16
- Lacan, Jacques, Radiofonía y Televisión
- Tizio, Hebe, “Precariedades”, en Rev. Freudiana Nº 49, abril 2007.
Noviembre de 2008 Por Francesc Roca Cartel: el cuerpo y el objeto
Propuesta de conclusiones
A partir de los trabajos presentados por los miembros del cártel, se pueden plantear las siguientes conclusiones ordenadas a partir de una distinción sobre el objeto, que puede ser entendido de dos formas distintas:
- El objeto puede ser entendido del lado de la objetualidad, es decir, del lado del objeto perdido y reencontrado. Este objeto, en su ausencia, quedaría del lado de un vacío que definiría una posición del objeto que podríamos llamar ontológica puesto que la relación que está en juego en la del sujeto barrado ($) y el objeto (a) es algo del ser en cuanto ex-sistencia. La pulsión, en este contexto, puede aparecer como deseo.
- El objeto también puede ser entendido del lado de la objetividad, es decir, del lado del objeto que es producto del conocimiento, de la ciencia. Este objeto, en su ausencia, queda del lado de la carencia, del lado de una posición imaginaria en la que la relación que está en juego es la de la posesión por parte del individuo de su objeto en función de una necesidad que se pretende transformar en demanda satisfecha.
A partir de estas dos formas de entender el objeto, podemos plantear los siguientes aspectos:
* Estas dos posiciones del objeto comportarían dos tipos de lazo social:
– la primera del lado del fantasma ($◊a) y en el contexto del discurso del amo, donde se puede pensar que el objeto adquiriría valor de Φ;
– la segunda, del lado de la apariencia, de la posesión, en el contexto del discurso capitalista, donde el objeto adquirirá valor de φ. * Así mismo, podemos pensar que este lazo social estaría regulado por dos tipos de goce:
– en la primera, por el goce de la repetición, dando a la realidad psíquica el valor de realidad efectiva (Wirclichkeit);
– en la segunda, por la insatisfacción y el desengaño que aparecería tras la fantasía de que todo se puede tener, y en el que la realidad psíquica no se distinguiría de la mera realidad (realität). * El cuerpo, también podemos pensar que tendría dos estatutos diferentes:
– en la primera, como lo real del goce;
– en la segunda, reducido a la condición de sostener la ficción de unidad, de completud de la imagen de sí, es decir, como sede de un goce narcisista del i(a). * El tiempo también podría ser pensado de dos formas distintas:
– en la primera, como historización del sujeto en sus encuentros con el objeto, lo que de nuevo nos permitiría pensar la realidad como realidad efectiva (Wirclichkeit)
– en la segunda, el tiempo quedaría del lado de la prisa como precipitación del encuentro que permite la posesión del objeto o escapar de él, en el contexto de una realidad entendida como realität. * Finalmente, podemos plantear cual es el destino posible de la pulsión según estas dos maneras de entender el objeto:
– en la primera, la sublimación en tanto que posibilidad de condescender al deseo;
– en la segunda, podría plantearse la duda entre la forclusión y la represión de la pulsión. No obstante titulares de prensa como “El primer hombre embarazado” hacen pensar en lo real del cuerpo como borrado, lo que haría pensar que el destino más probable de la pulsión sería el de la forclusión.
Junio de 2009 Nuevos carteles Sede de Cataluña
Fecha de constitución: abril del 2008
Tema: La realidad en las psicosis Cartelizantes: Dolors Arrasanz: El sentimiento de realidad en el Seminario III (J. Lacan) Jaime Claro: La construcción de la realidad Patricia Lombardi: Tratamiento del sentido en las psicosis Gradiva Reiter: Cuerpo e imagen en las psicosis de la infancia Estela Paskvan (Más uno): Cuerpo y realidad en las psicosis
Sede de Cataluña
Fecha de constitución: 20 de octubre de 2008
Tema: En el Surco de la Orientación Lacaniana Cartelizantes: Eduard Gadea: Nuevas perspectivas conceptuales y clínicas para el psicoanálisis Isabell Durand: El sinthome Iván Ruiz: En el surco de la Orientación Lacaniana Anna Aromí: La orientación lacaniana, ¿cómo se va abriendo camino? Begoña Ansorena Anza (Más uno): En el surco de la Orientación Lacaniana
Catálogo Online Los carteles inscritos desde 2007 los puede encontrar en la página web de la ELP en:
http://www.elp-debates.com/orienta_carteles.html#CATALOGO
Busca cartel El « busca cartel » quiere facilitar el encuentro entre personas interesadas en formar un nuevo cartel. Para ello diríjanse a: [email protected] indicando sus datos, el tema de trabajo y cualquier otra particularidad que consideren
Busca cartel:
- Nombres del Padre
Alejandro Velázquez (Barcelona) [email protected] - El cuerpo: desde Freud en « Algunas consecuencias psíquicas de las diferencias sexuales anatómicas » hasta Lacan cuando dice « A la mujer no le falta nada »
Montse Serra (Barcelona) [email protected] (Participante Sección clínica de Barcelona) - Drogodependencias: interesado en trabajar aspectos relacionados con el campo social, educativo, drogodependencias…
Francesc Gurrera (Girona – Barcelona) [email protected]
¿Qué es el cartel? ¿Qué es?
El Cartel es un grupo de trabajo. Se entra al cartel por un interés sobre a un tema. Se eligen cuatro para hacer un trabajo que debe tener un producto propio y no colectivo. Los cuatro se reúnen en torno a un Más-Uno que, « si bien es cualquiera, debe ser alguien »; es el encargado de provocar la elaboración de cada uno.
Ahora estamos en la apuesta de los carteles fulgurantes y ampliados es decir el número de integrantes y la duración –máximo dos años–, puede variar.
Terminado el trabajo, el Más–Uno será el encargado de la selección, la discusión y el destino que se reservará al trabajo de cada uno. Luego se disuelve el Cartel y permutan sus integrantes.
¿Quién puede participar?
Cualquier persona que quiera trabajar en un tema que le convoque. Participan miembros y socios de la Escuelas, inscritos en el Instituto del Campo Freudiano y cualquier persona que manifieste su deseo de participar.
¿Cómo inscribir un cartel?
Los carteles se inscriben en la Escuela. Cartel Express es el boletín que recoge el catálogo de los carteles en funcionamiento, su actualidad, breves aportaciones teóricas y reseñas puntuales.
Para inscribir un cartel hay que enviar los siguientes datos a [email protected]:
Tema del cartel; miembros y rasgo de cada uno; Más Uno y fecha de constitución.