12/05/2009 A. Gaitero
Domenico Cosenza
DL
leónEl psicoanalista italiano Domenico Cosenza, asesor científico de la Asociación para el Tratamiento de la Anorexia, plantea en esta entrevista algunas de las claves de los trastornos alimentarios para su abordaje clínico. Cosenza, que dirige en Italia el Instituto Freudiano, es también miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y acaba de publicar Jacques Lacan y el problema de la técnica en psicoanálisis .-”¿Qué significado tienen los trastornos alimentarios desde el punto de vista del psicoanálisis?-”Para el psicoanálisis, anorexia y bulimia no son trastornos, sino desviaciones respecto a una normalidad que hay que reconducir. Se trata de síntomas de nuevo género, de soluciones (aunque patológicas) que permiten a sujetos frágiles encontrar un punto de identificacion en una coyuntura difícil de la vida, en la mayoría de los casos en la adolescencia. Son respuestas a la dificultad del sujeto respecto al goce de su cuerpo, en el tiempo de elección de su identidad sexual y de orientación de su existencia.-”«La soledad genera obesidad». ¿Qué hay detrás de la anorexia?-”La anorexia, la bulimia y la obesidad sólo existen en abstracto. En la experiencia clínica vemos una pluralidad diferenciada de manifestaciones de estos síntomas, cuya función es diferente. Por ejemplo, una cosa es no comer porque es la única manera para que mis padres me vean y me escuchen; otra cosa es dejar de comer porque tengo la certidumbre que los otros me envenenan o me contaminan la comida. En el primer caso, el rechazo de la comida es una demanda inconsciente enviada a las partes para se acerquen al sujeto; en el segundo, una defensa respecto a la invasión de un otro amenazante. Mi tesis es que en el corazón de quien sufre de anorexia y bulimia hay un rechazo fundamental: rechaza porque ha sido rechazado a un nivel íntimo de su experiencia que él mismo no conoce. El problema es ubicar el rechazo. No es sólo a la comida, es el lazo social mismo, el goce sexual, el cuerpo como campo de deseo a ser rechazado… La epidemia pertenece a factores sociales del mundo contemporáneo y desarrollado, como la centralidad del aparecer y consumir como imperativos de la sociedad postmoderna. Pero requieren causas familiares y factores que pertenecen a la singularidad del sujeto.-”¿Se pueden prevenir?-”La mejor prevención es la formacion de adultos que tienen una tarea en el desarrollo de la personalidad de los jóvenes: padres y madres, profesorado, profesionales de la Salud Mental. No creo mucho en una prevención directa sobre el síntoma específico con los jóvenes. Puede tener un efecto ambivalente, imitativo. Más que hablar en las clases de anorexia y bulimia, mejor la prevención primaria con ellos sobre el malestar de los adolescentes.-”¿Qué hay que hacer cuando se ven los primeros síntomas?Hay que intervenir clínicamente. La mayoría de pacientes no piden ayuda, porque en realidad no quieren dejar el sintoma. Son los padres, los adultos angustiados de esta condición de la hija y es esencial acoger la demanda de los padres.-”¿Cómo trata el psicoanálisis la anorexia y la bulimia?-”Ante todo, no poniéndose el objetivo de eliminar el síntoma de repente. Anorexia y bulimia han sido para el sujeto una solución -”aunque maligna-” a un malestar subjetivo radical. Es prioritario permitir al sujeto producir una palabra sobre este malestar que él mismo ignora en su fuente. Tarea muy difícil porque en la primera fase, la anoréxica experiementa una verdadera luna de miel con su propio síntoma, como el toxicímano con la droga, y no quiere en ninguna manera dejarlo. Es la salida de esta luna de miel, la experiencia de que el síntoma produce sufrimiento y no sólo goce, la que va permitir un viraje en el tratamiento. Al mismo tiempo, el analista tiene que saber que el poder de la palabra con estos síntomas tiene límites: en las fases agudas necesita una intervención médica e incluso hospitalización.-”¿Recomienda grupos de pacientes para el tratamiento?-”Sí, pero bajo condiciones precisas. No todos los casos se benefician del trabajo grupal.-”La delgadez es la imagen física de la anorexia. ¿Y la psíquica?-”Una de las paradojas es que el sujeto se ve demasiado gordo respecto a su imagen ideal. La relación de la anoréxica con el espejo representa bien esta paradoja: la necesidad de ir al encuentro con el espejo, y el efecto maligno de cada encuentro.