Autor: Manuel Montalbán Peregrín (ELP-AMP)
Título: Comunidad e inconsciente. El psicoanálisis ante el hecho social.
Málaga: MGE, 2008.
Prólogo de Jorge Alemán
De regreso se descubren caminos ocultos
Mercado negro – Manuel Montalbán
Después de Lacan el texto de Freud habla de otra manera. Si bien la
incorporación de Freud al aparato teórico de la Filosofía Crítica
encuentra momentos excepcionales en Adorno, Benjamin, Marcuse…el
regreso de Lacan a Freud hace surgir un nuevo mundo de ecos y
resonancias teóricas inéditas y una extraña respiración contemporánea. Por
ello, textos que apenas habían sido percibidos por los propios
psicoanalistas y filósofos como meros ensayos culturales, adquieren en la
lectura lacaniana un valor « impolítico », es decir, permiten pensar a la
política desde la « imposibilidad » constitutiva en la que emerge el grado
mínimo de vínculo social, o dicho de otra manera nos presentan que es lo
« común » de la comunidad desde un nuevo ángulo.
Sin duda Lacan introduce un mas allá de Freud, presentando
herramientas teóricas que recién ahora se empiezan a dilucidar, donde
además de transformar radicalmente la denominada clínica del sujeto,
ofrecen un nuevo ámbito para interrogar a la realidad política en su
surgimiento ¿Qué es la realidad? ¿De qué materia está hecha? ¿Cuáles son
las condiciones para que exista un lazo social? ¿Cómo se constituye el
sujeto implicado en dicho lazo? ¿Qué le otorga a una determinada realidad
política su vigencia histórica, incluso a pesar del malestar insoportable
que ella misma produce? ¿Por qué elevadísimas cuotas de infelicidad
comunitaria no impulsan la transformación de la sociedad? En todos estos
interrogantes no se trata de « aplicar el psicoanálisis » a los asuntos
sociopolíticos, se intenta mas bien postular que el discurso de Lacan
posee la suficiente determinación ontológica como para presentar los modos
estructurales que hacen posible una realidad dada, así como también la
« imposibilidad » que impide que esa realidad, el sujeto, el vínculo social,
la identidad, el proyecto que la soporta, se cierren en una forma plena y
lograda. Dicho de otro modo, la sociedad nunca se podrá curar de la
fractura inicial de donde surge. Tampoco se trata, y esta es una
diferencia importante a señalar, del llamado « construccionismo social ». En
esa escuela, influida por el psicoanálisis, se postula el carácter
discursivo de la realidad tal como lo plantea Lacan, pero aún falta el
elemento « Real », aquella dimensión que precisamente constituye un exterior
irreductible, un núcleo « duro » que no puede ser asimilado a la realidad.
Precisamente es ese « Real » irreductible a las construcciones simbólicas el
que impone su coerción repetitiva a la trama de la realidad. Por esta
razón el « construccionismo social » aunque acertadamente acentúa el
carácter contingente y sin fundamento último, de los procesos que
constituyen a la realidad, al no poder pensar ese « exterior », no puede
acceder a la lógica implícita en las transformaciones de la realidad o las
fijaciones que las detienen.
De acuerdo con este alcance ontológico de la propuesta lacaniana, una
nueva disciplina está surgiendo, otro modo de pensar lo político y sus
representaciones clásicas. En esta nueva perspectiva, las oposiciones
canónicas entre individuo y sociedad, subjetivo y objetivo, micro y macro,
particular y universal, etc., pierden su pertinencia y se descomponen,
dando lugar a una nueva copertenencia entre las categorías lacanianas y el
« hecho social ».
Manuel Montalbán es un psicoanalista español, intelectual y escritor que
se encuentra en la avanzada de esta nueva « disciplina », esa que lentamente
va presentando sus rasgos de distinción en el panorama de nuestra lengua.
Tuve la suerte de conocerlo hace muchos años atrás, y de poder apreciar
esas « antenas » especiales que diferencian a algunos teóricos del
psicoanálisis, aquellos que nutriéndose de la experiencia analítica
obtienen de la misma un lugar privilegiado para leer los signos
contemporáneos. Que Montalbán, a su vez, esté concernido de un modo
radical y excelente por la escritura poética no me parece ajeno a esta
cuestión.
El lector encontrará en este libro un desarrollo elegante, bien escrito,
sobre las secuencias de la enseñanza de Lacan que puedan eventualmente
aproximarse a una inteligibilidad distinta de lo sociopolítico, o como lo
dice el propio Montalbán, encontrarnos con una « politología lacaniana » en
sus comienzos.
En este movimiento contemporáneo de la orientación lacaniana, Montalbán no
está solo, algunos colegas de su generación, aquí en España, transitan por
la misma frontera. Son aquellos que intentan mostrar que en el pensamiento
de Lacan queda aún por venir una interpelación sobre lo que esta época
escribe y dice sobre sí misma. El libro de Montalbán es una invitación
decisiva a escuchar dicha interpelación.