financiera de modo catastrófico”
Por Natalia Meja
¿De qué manera influye en nuestras mentes la crisis financiera mundial?
En nuestras mentes y en nuestros cuerpos. Porque para el psicoanálisis el dinero es un elemento libidinal o casi podría decir erótico y cada uno se relaciona con él de distintas maneras, pero evidentemente hay quienes están siempre a la espera de poder enriquecerse cada día más esto los lleva a una situación de cierto abuso; no hablo en términos económicos o sociales sino psicológicos, que al no poder encontrar ese lugar de poder realizar su goce se encuentran afectados.También están los otros, los que tienen una reacción con el dinero de cierta cuestión de querer capitalizarse; de pensar en la muerte, en el futuro… de lo que puede pasarles en el caso de que ocurra un corralito como el que tuvimos los argentinos en 2001.
¿Cómo percibe el ánimo de la gente en el mundo y en la Argentina?
En el mundo se está viviendo esto de un modo poco de ‘catástrofe’ pero va a tener que ubicarse frente a los nuevos paradigmas que esta situación va a producir.Y en la Argentina la cosa es un poco diferente justamente porque tenemos cierta experiencia, o sea, que nosotros hasta podemos dar una respuesta…lo principal es que la gente no se desespere. El dinero es el gran amo, es un objeto que no tiene por sí mismo una significación sino que depende de la significación que uno le dé.
¿Qué es el psicoanálisis en guardia 2?
Es entender que hay momentos en la vida de las personas donde se produce una crisis por algo que no se puede soportar. Para cada uno es distinto, no existe una generalización de la urgencia; cada uno tiene su urgencia a partir de un suceso que no pudo elaborar y para eso, entonces, hay lugares donde acudir para poner al trabajo esa urgencia.
Usted habla de Clínica de las Urgencias Subjetivas. ¿Todo es subjetivo en la vida?
Es subjetivo porque es para diferenciar lo que implica las urgencias médicas. La medicina plantea la urgencia desde otro lugar, necesario por supuesto, pero que no necesita que el paciente hable para ver que tiene determinados síntomas físicos. En cambio para el psicoanálisis el síntoma es construido por la misma persona; cada uno tiene que saber cual es su síntoma; es preciso que cada uno pueda decir que es lo que le pasa y pueda ir encontrando con el profesional el modo de resolución para que eso no se repita de la misma manera.
¿Se está rompiendo en los últimos años el estigma de acudir a un psicólogo o psicoanalista?
No sé que decir del estigma porque, en realidad, la gente acude mucho a los psicólogos, al psicoanálisis…incluso ahora va a los hospitales y directamente pide ver a un psicólogo. Es cierto que hace 40 años eso no ocurría tanto, pero la Argentina es un país en donde hay confianza de que se puede detectar la causa de lo que a uno le ocurre y ya no espera el beneficio mágico de la medicación sino que entendió que con la palabra se puede trabajar sobre lo que a uno le pasa y producir transformaciones.
¿Que tipos de casos se atienden más?
Casos en donde hay mucha impulsividad, casos de riesgo y por más que se intente prevenir hay un aumento de los intentos de suicidio. Eso responde a muchos factores, pero son los casos que en la urgencia hoy en día aparecen, es decir, patologías del acto. También son muchos los casos que tienen que ver con la alimentación, no sólo anorexia y bulimia sino también obesidad. Es fundamental que alguien con esa problemática pueda consultar no sólo un médico sino a un psicoanalista.
¿A qué responden las nuevas patologías emergentes?
Hay un empuje por parte de la sociedad actual de una eficiencia absoluta en lo que hace a la productividad, a los modos en que cada uno tiene que mostrar su imagen y al mismo hecho de poder estar a la altura de los ideales que plantea la época…la gente se ve como imposibilitada y en la medida en que no se cuestionan los ideales que a cada uno lo toman, esos ideales se empujan a respuestas que nosotros llamamos superyoicas y que llevan a la gente a un padecimiento.
El perfil
Ricardo Seldes, es un reconocido psicoanalista de la provincia de Buenos Aires; licenciado en psicología, analista miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, docente del Instituto Oscar Masotta y del Instituto Clínico de Buenos Aires. También es director de PAUSA (Psicoanálisis Aplicado a las Urgencias Subjetivas).
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