POESÍA
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Jorge Alemán es un personaje que despierta interés; ocupado en la tarea de pensar, tiene una nutrida producción en esa área. Elucidador de Heidegger y Lacan, pensador político, psicoanalista Hoy con ‘No saber’ Jorge Alemán es poeta. Tras la lectura de sus 33 poemas, uno llega a la conclusión de que ha leído poesía. Poeta, poesía, poema están muy lejos en este texto de ser palabras vacías.
Los 33 poemas no son fruto de una refinada estructura, ni la alineación de los versos en la cuidada edición del libro siguen una misma y predecible organización, son poemas que brotan de forma intempestiva. Dice Heidegger que las palabras son pozos de agua que cada vez hay que hallar y perforar de nuevo pero que en ocasiones van brotando también donde menos se las espera.
Poemas del instante
Geiser de palabras son estos poemas donde da la impresión que el único trabajo racional que ha hecho Alemán en este texto es decidir qué poemas quitar, porque se intuye que la erupción de palabras en el proceso creativo desbordó muchas páginas en blanco. Si de una cosa estoy seguro tras la lectura de esta obra es de que esos versos no son buscados, surgieron de una necesidad del poeta, una necesidad y un instante.
Es una verdadera suerte que estos poemas se trascribieran al papel, que Jorge se ocupará en esa tarea, porque en caso contrario habrían desaparecido como se esfuma la necesidad y el instante.
Si esta obra refleja algo es la imposibilidad, la imposibilidad de la palabra. Palabras que a lo largo de esos 33 poemas aluden al amor imposible, a la desdibujada y anhelada tierra natal, a la culpa, a la soledad, a la perdida, por que perder no es una fatalidad sino una construcción, un artefacto, una obra, algo que requiere tanto cuidado y dedicación como el poema.
Perder, en cambio, pierden los artistas que por medio de la nostalgia convierten en mito todo aquello que no tienen.
Estos poemas enfrentan al lector al desgarro del ‘no saber’, nos dejan patente la imposibilidad de la sutura. Estos poemas pueden haber sido un alivio momentáneo del autor pero pueden ser el inicio del desasosiego del lector. Porque el arte y este caso estos poemas ocultan más de lo que dicen, un ocultamiento que hace volar al lector, sin camino, sin equipaje, sin certezas a un espacio fronterizo sin lindes.