Soledad y desorientación”

El 27 de setiembre del 2008 asistimos a las IV jornadas nacionales de la red.

Con la presencia entusiasta de numerosos colegas, que con su participación y aportes favorecieron un intercambio fluido. Tanto los trabajos clínicos presentados como la interlocución y conversación, confirman la seriedad y firmeza con que los analistas de la Red de la Escuela de la Orientación Lacaniana sostienen un no al amo moderno con sus intervenciones y actos analíticos.

La apertura estuvo a cargo de Oscar Zack y Liliana Rossi.
O. Zack comenzó señalando en relación al título de las jornadas la importancia en instrumentar “respuestas útiles al malestar de la época” en la perspectiva del Psicoanálisis Aplicado, y en consonancia con A. M. P apoyarse en los ejes: Clinica, Política y Episteme. Nos convocó a estar atentos frente a los avances de las seudociencias y terapias cognitivas y responder con nuestro dispositivo; para ello cita a J. A. Miller quien sostiene durante la presentación de Pipol IV “Clínica, porque es evidente que tenemos cosas que decir y ordenar en lo que concierne a los fundamentos psicoanalíticos de la desinserción, y también porque así podremos invertir nuestros resultados en lo que concierne a la psicosis ordinaria. Digo pragmática, mejor que tratamiento o cura, porque ahí estamos en el orden del saber hacer con, del arreglarse con. . ”.

Zack continuó su disertación indicando que el psicoanálisis pragmático es con lo que contamos los psicoanalistas para abordar respuestas no estandarizadas, frente a la declinación del nombre del padre y modalidades de exceso de goce, y convocó a seguir con nuestro trabajo con miras a las Jornadas Anuales de la EOL y Encuentro Americano del 2009.

Liliana Rossi señaló la importancia del compromiso de los analistas de la Red con el psicoanálisis en intención y extensión. ¿Con qué modalidad responde la Red a la demanda que le es dirigida? Esta demanda es canalizada en el seminario sobre Psicoanálisis Aplicado, cuya labor y resultados se ponen de relieve en estas jornadas anuales como así también “motorizan investigaciones dirigidas al Encuentro Americano”.

El trabajo de investigación realizado a través de la clínica de la admisión dio cuenta que las problemáticas del lazo figuraban en primer lugar en las consultas, de modo tal que “apoyamos la formalización sobre la sencilla distinción delineada por J. A. Miller entre síntomas intrasubjetivos más tipificables y síntomas intersubjetivos, donde el malestar emerge en los vínculos, siendo para ello especialmente útil el concepto de partenaire-síntoma, en tanto redoblan la función de desconocimiento por un lado y paradójicamente constituye una vía regia respecto a la ubicación del núcleo de goce que encarna.”

A continuación tuvo lugar la presentación de 13 casos clínicos seguidos de una fructífera conversación que giró en torno de varios temas. Los casos presentados señalaron adecuadamente la fragilidad del lazo en distintos contextos. Por ejemplo, el material presentado por Hilda Vittar constató la fragilidad en el lazo social con relación a la caída de las instituciones y su incidencia en el lazo amoroso. También se presentaron trabajos relacionados con la fragilidad del síntoma, la fragilidad del lazo de amor, del lazo familiar y las consecuencias de estos lazos en la posición de los sujetos.

Durante la conversación sobre los casos clínicos se delinearon ejes de posibles temas de investigación para acometer en la Red. Algunos de ellos: en la época del Otro que no existe y la presencia de sujetos desregulados-desinsertados ¿qué modalidad conviene para abordarlos?; estrago materno como consecuencia del déficit de la función paterna; importancia de la clínica de la sexuación; la clínica del detalle.

Los analistas que presentaron los casos transmitieron su modo de operar en cada uno de ellos y la manera en que acotaron el goce rechazado y la desvergüenza. Cabe destacar que cada uno de los pacientes salio con un saldo y eficacia del lado del saber.
La mesa de cierre contó con la presencia de Juan Carlos Indart, Graciela Musachi, Graciela Ruiz y Mauricio Tarrab.

J. C. Indart hizo referencia a los 13 casos (3 varones, l0 mujeres). Respecto a los varones dijo, “su destino no parece divertido”: un caso, Psicosis; otro, Histeria Masculina, con una indefinición sexual extrema; el tercero, adicto, vividor y desvergonzado.

Por el lado de las mujeres remarcó que estas dan cuenta de la decadencia de la función del padre en la familia de origen, sus dificultades en establecer relaciones estables y la importancia de anudar algo del lazo del amor. Destacó la importancia de investigar la casuística de la Red y sus singularidades y qué aportan las mismas para conocer los sufrimientos de la ciudad. Agrego que sería importante que hubiera mayor precisión dentro de las presentaciones en señalar las consecuencias y efectos de las intervenciones de los analistas.

Mauricio Tarrab manifestó un “cierto alivio” ya que en estas jornadas escuchó que estos casos se ubican en una perspectiva diferente a los que se suele encontrar cuando se habla de síntomas contemporáneos: rechazo del Inconsciente, no hay transferencia. Cuestionó la referencia al término de fragilidad, si este aludiera a la noción de S. Baumann, porque lo que se escuchó es “la fortaleza del programa del goce”, la fijación del programa de goce ubicado en los casos clínicos. Además, M. Tarrab invitó a los analistas a una mayor sujeción en el control de su práctica, cuestión que consideró fundamental.

Graciela Musachi opinó que es alentador constatar en los casos el no rechazo del Inconsciente y señaló la importancia de la función del silencio con relación al trauma y cómo movilizar el secreto guardado.

Graciela Ruiz destacó lo que hay de específico en los tratamientos de red: la existencia de transferencia con la Institución en la búsqueda de un tratamiento lacaniano. De esta manera, un paciente de la red no es totalmente del analista y “ello implica una obligación” con el saber expuesto. Asimismo agradeció a todos los participantes, que con su presencia dieron brillo a esta jornada.

Silvia Mislian