El VI Congreso de la AMP dedicó, una de sus mañanas de trabajo, la del martes 22 de abril, a los Cpcts, bajo el título: El lugar de los Centros de Consulta y de Tratamiento en el discurso Psicoanalítico.
La mesa constó de dos partes: una primera dedicada a ejemplos clínicos y la segunda que reflexionó sobre la transferencia y la salida del dispositivo. Segunda parte en la que participaron los directores de los Cpcts del conjunto de la AMP.
LGC quiere conocer la opinión de los Directores de los 4 Cpcts de la ELP y la Clínica del CF de la Coruña. A continuación les proponemos una reflexión sobre tres vectores que fueron destacados en dicha conversación y que consideramos fundamentales en este momento.
1. En la conversación se planteó la importancia de los Cpcts como base política para la conquista del lugar del psicoanálisis en la sociedad contemporánea. ¿Esta dimensión política de los Cpcts debiera suponer un evento inolvidable, un antes y un después, por sus efectos subjetivos y terapéuticos para las personas que allí son atendidas?
2. Los Cpcts constituyen un eslabón muy importante en la formación de los analistas. ¿Cómo tratar y cuidar este aspecto en su funcionamiento interno?
3. Asimismo si los Cpcts han modificado la definición del psicoanalista al cambiar los estándares de la práctica, ¿se podría pensar que van a contribuir a la modificación del psicoanálisis mismo, tal como Jacques –Alain Miller lo explora en su curso?
¿Qué opina Ud. de la incidencia de los Cpcts sobre estos tres puntos que atañen a lo político, epistémico y clínico?
Esta entrega de LGC 43 incluye las respuestas de Mónica Marín Directora del Cpct-Bilbao.
Respuesta a pregunta 1.
Si partimos de considerar que los Centros son parte del plan Lacan, su cuestión se hace acuciante en este momento en el cual el Psicoanálisis es objeto de graves ataques. En tanto que para el Psicoanálisis se trata de sostener la apuesta de la construcción de un Otro que pueda acoger de manera digna las dificultades subjetivas.
La creación de los CPCTs va en la línea de reconquistar un lugar para el psicoanálisis en lo social, constituye una respuesta de desagregación frente a la segregación cada vez más masiva y ofrece y preserva un espacio para la subjetividad.
De este modo, el encuentro con la práctica analítica, que escucha los modos contemporáneos de la subjetividad (cómo se presentan los sujetos y se borran, sea a partir de S1 o de “a” – al decir de E. Laurent), y trata de buscar soluciones que apunten a la posibilidad de la vida, supone un evento inolvidable. Un encuentro, solo uno, puede cambiar el destino de una vida.
Por tanto para la AMP, los CPCTs son una apuesta compartida que nos conduce a examinar las consecuencias de la práctica que hacemos en ellos, acorde con la ética que permita mantener vivo al psicoanálisis en el tejido social de nuestra época.
Respuesta a pregunta 2.
El estatuto del psicoanálisis en el siglo exige un combate no sólo por el hecho de que el discurso analítico es el reverso del discurso del amo, sino porque la práctica analítica depende, esencialmente, de la formación de aquellos que son sus agentes.
Si ponemos el acento en la formación del analista, es para servir a la exigencia del psicoanálisis de orientación lacaniana, de hacer del CPCT un lugar de práctica clínica, sin ceder en nada en los principios de su acción. Si bien, la formación clínica en el CPCT no sustituye a la formación del analista a cargo de la Escuela, sin la cual no habría practicantes bien formados.
Para ello en el CPCT-BILBAO nos reunimos quincenalmente, todo el Equipo Asistencial en reuniones clínicas, en las que cada miembro del Equipo va presentando sus casos al modo de una conversación clínica, que si bien en ocasiones funciona como control colectivo, no sustituye al control individual, pues cada miembro del EA se comprometió a controlar la práctica que realiza en el CPCT.
Se realizan también Seminarios Clínicos con analistas que trabajan en otros CPCTs, aprovechando sus viajes de docencia al SCFBI. Participamos en Jornadas, tanto las que hacemos en nuestra ciudad, como aquellas a las que acudimos, de otros CPCTs, PIPOL, etc.
Asimismo está prevista para este curso la puesta en marcha de un Seminario sobre el tema de PIPOL IV.
Respuesta a pregunta 3.
Al haber cambiado los estándares de la práctica, el CPCT se ha convertido en un laboratorio. De los efectos de su práctica esperamos nuevos avances de doctrina.
En él la demanda, la transferencia, la interpretación, son a considerar de una manera distinta de las que se dan en aquel que se dirige a la consulta de un psicoanalista. Y sin embargo no se trata de un abordaje “especializado”, hecho por practicantes “especializados”, en un dispositivo “especializado”. Más bien de un estilo nuevo para la Escuela misma, en contacto con lo social, entendido como el lazo social de aquello que le hace objeción.
El invento de los CPCTs es una experiencia mayor para la orientación lacaniana, en la que Jacques-Alain Miller está presente por sus contribuciones teóricas, así como por sus indicaciones a partir de la lectura que hace en su curso de la última enseñanza de Jacques Lacan.
Equipo de Redacción: Vilma Coccoz (responsable), Carmen Garrido, Felix Rueda, Marta Serra