Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos Aires
Departamento de estudios psicoanalíticos sobre la Familia – Enlaces
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Seminario 2008 asociado al Instituto Clínico de Buenos Aires:
« Escándalos y soledades de la época »
« Escándalos y soledades de la época »
Responsables: Mónica Torres, Pablo Russo, Blanca Sánchez
Lunes 7 de julio de 2008, 19.15 hs.
Soledades y nuevos modos de lazo
Soledades y nuevos modos de lazo
Presentan:
Argumento: Leticia Acevedo
Viñeta: Marina Recalde
Comentario: Graciela Musachi
Coordina: Mónica Torres
Escuela de la Orientación Lacaniana
Callao 1033, Piso 5º, Sala A
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argumento: Leticia Acevedo
Viñeta: Marina Recalde
Comentario: Graciela Musachi
Coordina: Mónica Torres
Escuela de la Orientación Lacaniana
Callao 1033, Piso 5º, Sala A
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Fundamentación del Seminario:
Abordaremos este año las modalidades de goce que nos ofrece nuestra época y las distintas posiciones que encontramos sobre este tema en el campo del pensamiento contemporáneo –filosofía, sociología, etc.– y en el arte en sus diversas expresiones –literatura, teatro, cine, artes visuales, etc.–, teniendo siempre como baliza la ética sobre la que se funda la práctica analítica.
Nuestra época está signada por la relación al goce que propone la sociedad del mercado. En el hedonismo contemporáneo se trata del goce ininterrumpido, del ofrecimiento continuo de objetos plus-de-goce prêt-á-porter disponibles para todos, que borran la singularidad de los seres hablantes
Plantearnos el tema de la soledad en nuestro tiempo implica diferenciar la soledad estructural del sujeto con respecto al Otro que no existe –a la que se arriba al final de un análisis y que da cuenta de la apuesta por la causa del deseo–, de las falsas soledades de la neurosis, en las que el sujeto se encuentra gozando en la compañía del objeto de su fantasma en su afán por dar consistencia al Otro. Pero también, diferenciarla de las manifestaciones actuales que dan cuenta de verdaderos aislamientos por un rechazo del Otro, como ser el “efecto otaku”, los adictos a Internet, los chateadores de la madrugada, etc. Sin embargo, lo paradójico puede ser que el mismo objeto que corta toda posibilidad de lazo puede, en algunos casos, favorecerlo.
La época de “la fiesta interminable” no es sin su reverso, como lo plantea Mónica Torres. Las soledades y depresiones generalizadas tienen su contrapartida en la multiplicación y diversificación de las adicciones, en las “segregaciones renovadas”, en la exhibición del goce, en la idolatría de la imagen contra la autoridad del Ideal, y en toda clase de “escándalos” que se juegan a nivel de lo privado que se hace público y de lo público que invade lo privado, demostrando que no hay fronteras entre uno y otro. Los espectadores se vuelven actores en los reality shows, consumidores consumidos por la sociedad del espectáculo. Frente a ello, la sociedad responde horrorizándose ante lo que ella misma produce, gozando al mismo tiempo del espectáculo, del escándalo. Finalmente, podríamos decir que esos escándalos hacen existir la relación sexual que –como nos dice Lacan– “no existe, salvo incestuosa o asesina”, tales como los escándalos familiares, muertes, incestos, abusos de niños… Asistimos también a pequeños y fugaces escándalos narcisistas que muchas veces pueden leerse como una falsa salida de la soledad.
El psicoanálisis, que fue un escándalo en la época de Freud, ¿qué puede hacer frente a los escándalos y soledades de la época?
Nuestra época está signada por la relación al goce que propone la sociedad del mercado. En el hedonismo contemporáneo se trata del goce ininterrumpido, del ofrecimiento continuo de objetos plus-de-goce prêt-á-porter disponibles para todos, que borran la singularidad de los seres hablantes
Plantearnos el tema de la soledad en nuestro tiempo implica diferenciar la soledad estructural del sujeto con respecto al Otro que no existe –a la que se arriba al final de un análisis y que da cuenta de la apuesta por la causa del deseo–, de las falsas soledades de la neurosis, en las que el sujeto se encuentra gozando en la compañía del objeto de su fantasma en su afán por dar consistencia al Otro. Pero también, diferenciarla de las manifestaciones actuales que dan cuenta de verdaderos aislamientos por un rechazo del Otro, como ser el “efecto otaku”, los adictos a Internet, los chateadores de la madrugada, etc. Sin embargo, lo paradójico puede ser que el mismo objeto que corta toda posibilidad de lazo puede, en algunos casos, favorecerlo.
La época de “la fiesta interminable” no es sin su reverso, como lo plantea Mónica Torres. Las soledades y depresiones generalizadas tienen su contrapartida en la multiplicación y diversificación de las adicciones, en las “segregaciones renovadas”, en la exhibición del goce, en la idolatría de la imagen contra la autoridad del Ideal, y en toda clase de “escándalos” que se juegan a nivel de lo privado que se hace público y de lo público que invade lo privado, demostrando que no hay fronteras entre uno y otro. Los espectadores se vuelven actores en los reality shows, consumidores consumidos por la sociedad del espectáculo. Frente a ello, la sociedad responde horrorizándose ante lo que ella misma produce, gozando al mismo tiempo del espectáculo, del escándalo. Finalmente, podríamos decir que esos escándalos hacen existir la relación sexual que –como nos dice Lacan– “no existe, salvo incestuosa o asesina”, tales como los escándalos familiares, muertes, incestos, abusos de niños… Asistimos también a pequeños y fugaces escándalos narcisistas que muchas veces pueden leerse como una falsa salida de la soledad.
El psicoanálisis, que fue un escándalo en la época de Freud, ¿qué puede hacer frente a los escándalos y soledades de la época?
Comisión de Enseñanza:
Leticia Acevedo, Alejandra Antuña, Ana Ruth Najles, María Inés Negri, Marcelo Olmedo y Blanca Sánchez.