Boletín del CID de Guayaquil No 11
Responsables: Mónica de Espinel – Elena Sper – Juan de Althaus
En noviembre del 2007 María Hortensia Cárdenas dictó un seminario en la sede de la NEL Guayaquil, « La angustia, el cuerpo y sus objetos ». En su primer número del presente año, POIESIS trae extractos del mismo. Estos fragmentos, necesarios por el espacio de la publicación, dan cuenta de la excelente calidad del trabajo realizado y constituyen un aporte muy riguroso hacia el próximo Congreso de la AMP en Buenos Aires. Mónica F.C. de Espinel
La angustia, el cuerpo y sus objetos
La angustia es la vía de acceso al objeto a…El trabajo de Lacan sobre lo especular cambia desde el estadio del espejo hasta el esquema especular construido en el último capítulo de La Angustia, en el que se produce una « descomposición progresiva » de lo especular que se puede leer como una crítica del estadio del espejo.
En el Seminario La Angustia el objeto es real…en La Ética del Psicoanálisis, Lacan ya había introducido a la Cosa, Das Ding, como lo real innombrable. Pero hay una diferencia, si bien la Cosa es indicativa de lo real no lo es de la angustia.
…nos señala que la angustia es un afecto…el afecto no está reprimido, se le encuentra desplazado, invertido, loco, pero no reprimido: la represión se aplica a los significantes.
En la primera parte del seminario Lacan no ubica todavía al goce en relación a la angustia, como señal de goce, sino « como signo del deseo del Otro ».
La angustia es un momento lógico en la constitución del deseo, de la que puede deducirse la causa.
(El) esquema básico de la intrusión del significante en la subjetivación por parte del sujeto es lo que en este seminario se va a ir delimitando con mayor claridad. Es decir, la respuesta del sujeto, como ser de goce, a la intrusión significante. Esto es lo que va a definir una posición subjetiva…
El objeto a es el resto de la operación. Es la parte del ser del sujeto que el Otro no puede designar con significantes…Es el fracaso del saber absoluto…El objeto a es indicativo de que no todo puede reducirse al régimen del significante sino que se asimila al cuerpo como viviente…
Esta es la novedad del Seminario…abrir el camino del goce en la experiencia analítica pero con la inclusión del cuerpo por medio del objeto a.
En la segunda parte del seminario se da un cambio por la angustia que opera, produce el objeto causa…El objeto aparece ante una confrontación traumática, angustiante…
La multiplicidad de objetos a partir de la variedad de contingencias anatómicas… (es) la vía para la subjetivación del vacío fundamental de la falta…responderá a la pregunta de qué soy. La angustia es la traducción subjetiva de lo real.
Las contingencias corporales producen el corte que permite conocer el cuerpo, pero no al cuerpo en su totalidad sino pedazos…Lacan (dice) que… »el deseo sigue siendo siempre…deseo del cuerpo del Otro… » Pero, ¿de cuándo aquí el Otro tenía cuerpo? ¿No había sido siempre el Otro del significante? Lacan introduce para la clínica las distintas modalidades del objeto a. Lo que tiene que quedar claro es que el objeto es uno, es ese resto de la operación constitutiva del sujeto que toma soporte en el cuerpo según las distintas modalidades.
El objeto a es un agujero topológico y los sustitutos que lo encarnan son sustanciales…La función de la causa es irreductible en « la medida en que se superpone, es idéntica en su función (…) a aquella parte de nuestra carne (…) el pedazo carnal arrancado de nosotros mismos » (La Angustia, pág. 233).
La función escópica permite abordar la angustia del deseo del Otro… no saber que objeto a soy para ese deseo. No saber qué objeto soy para el deseo del Otro vale solo en el nivel escópico. Se desconoce…ese objeto a que soy angustiante…Este nivel escópico es propiamente el del fantasma, es un espejismo del deseo humano…
En el punto de origen la voz hace escuchar el deseo del Otro que es inherente al vacío…El trauma del nacimiento no es la separación de la madre sino « la aspiración en sí de un medio profundamente Otro » (La Angustia, pág. 354).
El Otro…se presenta sin representación es alteridad pura que remite al vacío…
El objeto voz no se asimila, se incorpora y de este modo puede modelar nuestro vacío…
La voz se incorpora « como alteridad de lo que se dice » (La Angustia, pág.298). Corresponde a la estructura del Otro constituir un cierto vacío donde resuene la voz como distinta de las sonoridades…en tanto imperativa…
Este es el origen de la constitución del sujeto, y se nos presenta como una orientación en la clínica, para ir más allá del fantasma, más allá del problema de la castración…