del VI congreso de la AMP
los objetos a en la experiencia analítica
21 a 25 de abril de 2008 • Marriott Plaza Hotel, Buenos Aires •
www.amp2008.com Nº 29Conversación Virtual / Virtual Conversation / Conversation Virtuelle / ConversazioneVirtual / Conversação Virtual
« la pragmática de la cura a partir del objeto a »
Eduardo Abello
El objeto a, resto de la incidencia del significante sobre la pulsión, puede abordarse tomando sus dos caras: plena y vacía, corporal y lógica, agalma y palea, de suplemento y de resto de la Cosa perdida, que pueden relacionarse con los dos estatutos del inconciente, como transferencial y como real, que Jacques-Alain Miller describió recientemente.
Desde la cara abordada vía el semblante, que lo hace el núcleo elaborable del goce; se advierte que el objeto a no es un puro real. Como Lacan lo señala, el objeto a se imagina, “con lo que se chupa, se caga, lo que hace mirada…voz”.1 Con él, el goce puede localizarse en algo que se encuentra en el Otro, en un plus-de-goce, compensación y tapón de un goce perdido, que se arropará en el ser hablante con el sentido.
Entre las citas propuestas para esta Conversación Virtual se encuentra la de Lacan en « La Tercera », donde dice: “[…] Pues en el mundo no hay nada fuera de un objeto a, cagada o mirada, voz o pezón, que hiende al sujeto y lo disfraza de desecho”. Podemos encontrar en un pasaje de Hojas de hierba de Walt Whitman, el poeta que cantó el cuerpo como sustancia gozante, un rastro de ello, haciendo coincidir al eidolon tomado como un Jano, con dos caras, con el objeto a:
Tu cuerpo permanente,
El cuerpo oculto dentro de tu cuerpo,
La única razón de ser de la Forma que eres, el real yo,
Es una imagen, un Eidolon.
El εἴδωλον es un doble, una ilusión visual, opuesto al eidos o idea, que es la bella forma. El objeto a como lo que hiende al sujeto allí donde hay agujero, no surge ni de los cielos, ni de los arquetipos, no habita el “macrocosmos” como señala Lacan en El Seminario 7,2 sino el cuerpo de cada ser hablante.
Lo que aparece en el fantasma es de hecho una “sombra proyectada…la metáfora de aquella causa primordial […]”,3 que cubre lo real, donde el objeto a cumplirá la función de “lastre” 4 en un fantasma que ancla al sujeto del significante y tapona su hiancia. Precisamente phantasma, cuya raíz proviene de “mostrarse, aparecer”, implica una representación de los objetos tal como aparecen para el sujeto, no tal como son, pero con la naturaleza creíble de un trompe-l’œil. El objeto a será entonces el “cebo” con que el neurótico retiene al Otro, 5 cebo de sombras y semblantes, de eidolons. Encubridor de la Cosa perdida, sobre ese cebo se inscribe el pathos, y en su nombre el ser hablante sueña, miente, tapa con el sentido. Así, un graffiti del Mayo francés que rogaba: “escóndete objeto”, puede leerse como un llamado al fantasma a recubrir dicha hiancia, cuando en esa revuelta quedaba al desnudo.
Entonces, como lo real ha ido “del trauma al fantasma”, 6 la experiencia analítica puede hacer emerger los restos del primero, escondido detrás de la relación fantasmática al Otro. Lacan dice: “lo real, hay que buscarlo… en lo escondido, tras la falta de representación, de la cual sólo hay en él lo que hace sus veces, un lugarteniente”, 7 como en el poema de Whitman, un mundo hecho de eidolons que hacen las veces de obras que son “(s) obras” de la pulsión, objetos enraizados en el cuerpo partenaire del ser hablante:
¡Mira! Yo, o vos,
O mujer, hombre, o Estado, conocido o desconocido
Nosotros que parecemos hacer con compacta riqueza, fuerza y belleza,
En realidad no hacemos más que eidolons…
Habiendo precisado que el objeto a es, desde una de sus caras, un falso real, surge no obstante que su misma existencia no hace más que apuntarlo y “nos conduce al partenaire-síntoma” –como decía Eric Laurent en “Apuestas del Congreso de 2008”–, por lo que, llevado al extremo, al final de la experiencia analítica, de la desconexión fantasmática, pone en cuestión al Nombre-del-Padre y confronta al ser hablante a la pulsión.
Es por ello que Lacan se vio obligado a plantear un paso más allá de él, un paso hacia el sinthome, allí donde el goce opaco al significante excluye el sentido. 8
El real de Lacan es un real sombrío que no se conjuga con el saber, como el real de la ciencia. En El Seminario 23, se pregunta si llegará a poder comunicarnos el fragmento de real9 en juego, en torno del cual florece el semblante, fragmento de real sostenido en la “no relación” sexual fruto del agujero que sobre ese real ha abierto la dupla simbólico-imaginaria del sentido.
Se tratará entonces en la pragmática de la cura de un pasaje de la pasión de la verdad, del sujeto identificado a sus insignias, hacia el aislamiento del objeto a, propio, imposible de colectivizar, para finalizar en la singularidad de la marca de la pulsión. De la creencia en el sujeto supuesto saber, a lo que Lacan llamó la identificación al sínthoma, a su goce in-significante, que no es el del fantasma.
Aislar en el sujeto un hueso de “non-sense”, 10 desemboca en el opaco real donde cada uno escribió su Letra. Para ello el analista se hace un “odd”, 11 un “sin par”, extravagante y extra-ordinario, lo que le permitirá conducir una experiencia que vaya de la idolatría fantasmática y de los semblantes, al atrio de lo real: tal el análisis en perspectiva, 12 y la orientación analítica hacia lo real.
[1] Lacan, J., “El Seminario 21. Les non-dupes errent”, clase del 9/4/74, inédito.
2 Ver Lacan, J., El Seminario, libro 7. La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, p.115.
3 Lacan, J., El Seminario, libro 10. La angustia, Paidós, Buenos Aires, p.306.
4 Miller, J.-A., El Otro que no existe…, Paidós, Buenos Aires, 2005, p.459.
5 Lacan, J., El Seminario, libro 10. La angustia, Paidós, Buenos Aires, p.61.
6 Ver Lacan, J., El Seminario, libro 11. Los cuatro conceptos…, Paidós, Buenos Aires, p.68.
7 Lacan, J., El Seminario, libro 11. Los cuatro conceptos…, Paidós, Buenos Aires, p.68.
8 Lacan, J., “Joyce le symptome”, en: Autres écrits, Seuil, Paris, p.570.
9 Lacan, J., El Seminario, libro 23. El sinthome, Paidós, Buenos Aires, p.126.
10 Lacan, J., El Seminario, libro 11. Los cuatro conceptos…, Paidós, Buenos Aires, p.258.
11 Miller, J.-A., “Histoire de… Psychanalyse”, 2/6/2005, en Radio France Culture.
12 Miller, J.-A., Seminario “Le Tout Dernier Lacan”, 2006/07, clase del 21/3/2007 (tomada de TLN).
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Graciela Lucci, Susana Tillet