SEMINARIO DEL PASE: EL PASE EN CUESTIÓN
El Seminario del Pase en la Comunidad de Catalunya se reúne desde el comienzo del curso.
A continuación encontrarán la reseña de las reuniones del mes de febrero . Estas reseñas resumen el debate y son el producto de una elaboración colectiva.Las seguiremos enviando regularmente por la lista.Queremos compartir con todos los colegas de la ELP las cuestiones que surgen, las dificultades, las preguntas alrededor de la situación del pase en la actualidad.También esperamos efectos que se manifiesten en un intercambio activo. Shula Eldar
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El destino del Sujeto supuesto Saber en el final de análisis
Isabelle Duran
Elegí este tema de la transferencia en el final del análisis a raíz de la lectura que hice de dos textos del dossier: el de Jacques-Alain Miller Las paradojas del pase y el de Jeanne Favret Excusez-moi je ne faisais que passer al cual Miller se refiere. Fue al acabar este trabajo que me enteré que las próximas Jornadas de la ECF, precisamente los 6 y 7 de octubre de 2007, tienen por título: “Nuestro Sujeto supuesto Saber, sus incidencias clínicas, sus apuestas políticas. Como acaban los análisis”. El Sujeto supuesto Saber se fundamenta en el S1 y cuando se produce la caída del S1 en la cura se destruye esa ilusión del ideal. Por lo tanto, como puede ser que en el pase, el sujeto supuesto saber se encuentre restablecido? La transferencia de saber, que ya no opera en beneficio del analista, operaría en beneficio de la comunidad analítica. Para hacer el pase hay que suponer un saber a la comunidad analítica y a lo que ésta delega bajo la modalidad del jurado o de los carteles. ¿De que suposición de saber se trata, entonces, para que funcione el pase?(Hugo Freda, pag. 7 del dossier “La prdocedure de la pase” alude a esta cuestión subrayando que el destino del pase está estrechamente ligado al destino de la transferencia). Miller, en su texto “Introducción a las paradojas del pase”[1] de 1977, hace unas referencias explícitas al artículo de Jeanne Favret, recomendando incluso su lectura.Jeanne Favret llega a plantear, en una crítica feroz al pase[2], que la caída del Sujeto-supuesto-Saber sólo puede producirse verdaderamente en los análisis llamados terapéuticos, es decir en estos en los cuales no existe ningún proyecto para el analizante de convertirse en analista. Porque en el caso contrario, añade, la transferencia sólo se desplaza de la persona del analista al del jefe de la escuela. A mi entender, y sea dicho de paso, me parece que se trata aquí del testimonio de alguien que no consiguió en su análisis barrar el Otro, y que intenta hacerlo en este texto de forma salvaje. Todo su escrito esta plagado de referencias implícitas a su propia alienación, y parece ser un intento de separarse del Otro. Por ejemplo, y refiriéndose a la Escuela y al pase, habla de máquina de estrujar sujetos para convertirles en alumnos que no se autorizan a pensar por sí mismo. La Escuela y el pase serían, según ella, los responsables de no poder destituir el Otro. En su respuesta a Jeanne Favret, Miller nos recuerda primero la distinción entre el momento del pase, que llama también pase 1, con el procedimiento del pase, o pase 2, que incluye un jurado que confiere una nominación.Jeanne Favret-Saada dice que hay paradoja en el sentido que el momento del pase es el fin, la caída del SsS. Con el procedimiento se impediría este fin del SsS, se lo desplazaría sobre la Escuela y su fundador, y se eternizaría. Habría paradoja, dice, entre el principio según el cual “el analista se autoriza por sí mismo” y alienarlo en el procedimiento del pase. Sin embargo, contesta Miller que califica esta posición de anarlítica, que el analista se autorice de sí mismo no significa que haga lo que le de la gana. El “por sí mismo” del analista no es su yo sino su deseo. Además, si en el acto de fundación de su Escuela (1964) Lacan enuncia este principio según el cual el analista se autoriza de sí mismo, en su proposición de 1967 añade que “esto no excluye que la escuela garantice que un analista surge de su formación”. En 1974, en el Seminario XXI, “Los desengañados se engañan”, Clase 11, Lacan dice “que el analista se autorice de sí mismo no quiere decirlo que esté solo para decidirlo.” “Se auroriza de sí mismo y de algunos otros”. Por lo tanto, no se trata de un desplazamiento del mismo SSS que había en la transferencia analítica a la Escuela, sino de su transformación. El pase es la caída de la transferencia analítica, del trabajo de transferencia, pero es también el surgimiento de algo: es el surgimiento del trabajo[3]. Lo que cae es la causa de la represión, la causa del horror de saber que daba lugar al amor de transferencia, a la transferencia analítica. Y lo que surge, en lugar de este amor-horror al saber, es un deseo de saber que se encuentra liberado. El SsS al final de un análisis, y después de haber servido, se desvanece. Y eso es justamente lo que permite una posibilidad de creatividad para el analizado. Es algo del orden de: “no todo está escrito”. La salida de la transferencia es la salida del amor al saber, de la fascinación por un saber completo, al cual no habría nada que añadir. Eso dejaría lugar al deseo. Es el pasaje del Ideal a lo que causa. La transferencia de trabajo se diferencia de la transferencia analítica en el sentido que ya no se trata de un saber supuesto sino de un saber que hay que demostrar, y por lo tanto que exponer. Se pasa de un saber supuesto a un saber expuesto. Hay un pasar de la transferencia analítica a la transferencia de trabajo. Y, para Lacan[4], la selección por el pase no anulaba en absoluto la selección por las producciones concretas que pueden dar cuenta del pasaje del trabajo de transferencia a la transferencia de trabajo. La respuesta al interrogante inicial implica considerar que puede haber varias salidas en lo concerniente al SsS:- La salida cínica, por ejemplo, del desengañado: “no hay nada que saber, es un engaño”. Este, dice Miller, se ha identificado tan bien con el SsS que ya no lo ve, y alardea de haberlo derivado[5].- La salida del que acepta dejarse engañar, del que elige trabajar a partir de S(A barrado), a partir de su propia ignorancia y de la del Otro. Esto implica un SSS que incluye el A barrado.
[1] Miller, J.-A., 1977, “Introducción a las paradojas del pase”, Ornicar?, p. 48, 49.
[2] Jeanne Favret-Saada, 1977, “Excusez-moi, je ne faisais que passer”, Les temps modernes nº 371, Junio 1977, p. 2094, 2095.
[3] Miller, J.-A., El banquete de los analistas, p?, capítulo: la enseñanza del psicoanálisis.
[4] Miller, J.-A., 1990, Ethique et formation des analystes, Soirée de la garantie, 12 de febrero de 1990, p. 22.[5] Miller, J.-A., 1977, “Introducción a las paradojas del pase”, Ornicar?, p. 51.
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