via Ruth Gorenberg
Mapa temporal
Tennessee Williams plantea que la mayor distancia entre dos puntos es el tiempo. David González, Ivana Bristiel, Mariano Ambrosino, Verónica Escudero y Mercedes Simonovich componen aquí una cartografía temporal del dark continent freudiano. Un mapa que, además de pueblos y ciudades, incluye el tiempo.
En un pueblo cercano a Dublín, un niño escucha a su madre contar historias de fantasmas. Su nombre es “Bram” Stoker y hacia finales del siglo XIX logra reco- nocimiento en la literatura con Drácula. En el mismo registro que los monstruos, la sangre y el terror, Stoker describe a mujeres en éxtasis que se entregan al goce diabólico del vampiro. En plena época victoriana, Drácula es una luz negra que destaca algunos matices del goce femenino.
Londres, 1938, Virginia Woolf publica Tres guineas. Su frase “y nosotras que segui- remos siendo extrañas, haremos experimentos” llega a La Plata de principios del siglo XXI como título de la boletina lésbica & feminista La sociedad de las extra- ñas. val flores, un nombre propio escrito con minúscula, figura entre sus princi- pales firmas. Escritora, maestra y activista LGBT+, val usa el lenguaje como un laboratorio para crear escrituras que hoy resultan extrañas. Lo que en Drácula es corrupción y abyección, aquí es una experimentación literaria que legitima una posición fuera de género.
Buenos Aires, 2013, Romina Ressia interfiere con un globo de chicle la boca de una mujer en una escena renacentista. La inclusión de objetos anacrónicos en sus foto- grafías indica el retorno −crónico− de algo no resuelto en el horizonte de la ciencia y la técnica. El discurso analítico permite leer el modo en que esta no-solución cruza el atlántico y une el renacimiento con la experiencia hipermoderna.
Este mapa temporal de lo femenino se extiende hasta el periodo clásico para seña- lar la astucia de Perseo para arreglárselas con Medusa. Ir más allá del falo, sir- viéndose de él para hacer pareja con otro goce, conecta la Grecia antigua con un testimonio que resonó en las paredes de Bonneval a mediados del siglo XX. Allí, Jacques Lacan pudo escuchar a Marie de la Trinité e impulsarla a escribir algo que, por estar fuera de toda categoría psiquiátrica, se quiso lobotomizar.
A continuación, tienen un mapa para hacer un viaje en el tiempo. Finalmente, llega el momento en el que cada lector se oriente en él con la brújula de su síntoma.
Juan Pablo Duarte