ANUDAMIENTOS 20 De alguna manera, los jóvenes son el espejo en el que la sociedad se mira. Desbrujulados, en la ruina del deseo que produce el discurso capitalista en su alianza con la técnica puesta al servicio del consumo, así es como encontramos a algunos adolescentes en el mundo contemporáneo. Los extravíos y las patologías del acto son frecuentes en estos sujetos, dada su dificultad con la palabra. La subjetividad de la época a la que, según señaló Lacan, debe estar unido el horizonte del psicoanalista, constituye un desafío a enfrentar. Elena Sper, nuestra colega de la NEL-Guallaquil, introduce con apoyo en la lectura de una novela, una puntuación sobre los efectos que tiene sobre los jóvenes, lo que es el orden simbólico hoy. Adolfo Ruiz NEL-Medellín NADA Un libro cuyo título da cuenta de la vacuidad a la que se encuentran enfrentados los jóvenes de hoy en su paradojal existencia. « NADA » escrito por Janne Teller novelista danesa de ascendencia Austro – Germana. La autora recrea en esta novela como, a falta de la eficacia simbólica, los jóvenes son llevados a lo peor. « Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo ». Estas son las palabras que se encuentran en la portada y que definen muy claramente la ineficacia simbólica, articulada a la pérdida del deseo, deflación y aplastamiento del deseo en la juventud capturada por la excesiva incidencia de la tecnología, la ciencia y el consumismo sin límite. « Todo da igual, porque todo empieza solo para acabar, en el mismo instante en que nacéis empiezas a morir, -. Existir no merece la pena en absoluto » De la falta de sentido al sentido, llegando al sin-sentido. Pierre Anthon es un adolescente que resuelve no asistir mas a la escuela, el día que descubre que la vida no tiene sentido, ya nada vale la pena, decide subirse a un ciruelo para declamar a gritos las razones por la que nada importa y desde ahí anunciar a sus compañeros que todo carece de significado. Una falta de sentido que cuestiona: ¿Cómo podían aquellos jóvenes continuar haciendo que las cosas importaran? Pierre los enfrenta a la condición de jóvenes modernos y experimentados en los que el saber se sustenta mas en como lucen que en las cosas como son. Así, Pierre desde la falta de sentido puso a todos a encontrar significados; tanto desmoralizó a sus compañeros, que deciden reunir objetos esenciales con el fin de demostrarle que hay cosas que tienen sentido. En este reto arriesgarán parte de sí mismos y descubrirán que sólo al perder algo se podría alcanzar sentido y las cosas toman su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde y catastrófico. La escritora hace un recorrido ilustrando que a falta de sentido, el empuje por la búsqueda de sentido sobrepasa su finalidad, llegando al sin sentido. Lograr que el significado empiece a cobrar fuerza los llevó en principio a entregar sus cosas más preciadas para ir armando un montón de significados, objetos que si bien eran muy valiosos para ellos, la única manera de que obtuvieran significación sería renunciando a ellos. Es decir introducir ahí, la dimensión de la falta para dar lugar a la emergencia del deseo. Sin embargo el texto nos lleva « aun mas allá », porque a pesar de que recopilaron una cantidad de cosas importantes y significativas, no solo de ellos sino también de los habitantes del pueblo, cuando recibieron los objetos de los ancianos que parecían tener más significación como un ramo de novias que una señora había guardado más de treinta años, conduce a las chicas especialmente a « ese sueño de convertirse en una novia de blanco con un bonito ramo de rosas en la mano, y que besa al hombre que será suyo para toda la vida » Pero entonces Laura, que lo había recogido, dijo que la señora se había divorciado cinco años más tarde, Así el sueño se fue al traste. ¿Que habría entonces que entregar para lograr esa significación que aun no alcanzaba significado? Pasar de la ineficacia de lo simbólico a lo real del cuerpo y luego a la muerte. Quedaron cortos aquellos objetos preciados a los que habían renunciado. Piden a Elise desenterrar a su hermano fallecido a los cuatro años, para llevarlo a formar parte del montón de significados. Era como si Elise empezara a querer un poco más a su hermano muerto después de que el ataúd pudiera ser captado con la mirada y pasara a estar bajo la custodia de sus compañeros. Ursula debía entregar sus hermosas trenzas rubias, Rikkie debió cortarle la cabeza a su mascota, Sofie fue obligada a entregar lo que solo un chico podía haber pedido, a pesar que a todos les pareció lo más repúgnate, Hans despiadadamente se encargó de arrebatarle su inocencia. Así sucesivamente, la entrega de significados a falta de operaciones simbólicas necesarias, dejaban a estos jóvenes en la disyuntiva entre sentido y significado, sin lograr la diferencia entre hacer sentido y acumular significación. Esto reforzara aún más la búsqueda de significados. « Si renunciamos al significado no nos queda Nada » ¡Nada! ¡Ninguna cosa! ¡Nada en absoluto. Era el momento entonces de pedirle a Jean Johan que se dejara amputar su dedo pulgar de aquella mano con la que tocaba guitarra. Llegado a este punto, lo poco que quedaba de operativo del lado simbólico, demandaba ahora el reconocimiento del Otro. Así, cuando fueron descubiertos y sancionados, aquella sanción que consistía, entre otras cosas, en nombrar todos los objetos acumulados, la nominación en serie de los mismos fue abrochada con un « etcétera« , como si el significado hubiera quedado reducido a un etcétera. Ni las denuncias inquisidoras de las autoridades, ni la popularidad a través de la prensa mundial, lograron sacar del aburrimiento a aquel pueblo de Taering, quedo « más que aburrido, aburridísimo ». Pudiéramos decir que si el aburrimiento en algún momento se lo podía definir como la búsqueda del deseo en los adolescentes, en la actualidad el aburrimiento es hijo de la saciedad. Finalmente el montón de objetos acumulados fueron desalojados sin haber logrado el significado que debía sacar de esa impasibilidad a Pierre Anthon frente al sinsentido de la vida « ¡No hay nada que pueda convertirse en algo, porque nada importa¡ Pierre Anthon, personaje principal de esta novela conduce a sus compañeros a la locura misma: de pronto se encontraron todos en la serrería evidenciando que todo el montón de significados verdaderamente había dejado de tenerlo y con ello, también se perdería todo lo demás, como si todo estaba ya hecho y no quedaba nada más que aquel pueblo y la falta de sentido. Todos empezaron a golpearse unos a otros y emprendieron a patadas, golpes y tirones de pelo, lo único que hizo movilizar a Pierre Anthon con la finalidad de seguir empeñado de hacer perder aun más los significados de todos aquello que habían recopilado en aquel lugar; dentro de aquella locura desatada, todos cayeron sobre él hasta molerlo a palos y dejarlo sin vida. Cuando Lacan nos indica que « los desengañados se engañan », es precisamente sobre el punto en donde el sujeto no se deja engañar por la introducción de lo simbólico en lo real. Anthon, al igual que muchos jóvenes en la actualidad, se encuentra desengañado, desorientado, desbrujulado, como refería Miller en « Una Fantasía », siendo su única brújula el circuito pulsional, sin mediación alguna. Elena Sper NEL-Guayaquil
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