ANUDAMIENTOS 28
Inés Lara nos presenta un texto en donde plantea que a cada época en el Campo Freudiano le ha correspondido una tecnología diferente de comunicación, que ha tenido influencia en la orientación y el desarrollo del trabajo. Además se pregunta por el deseo de Pase en la NEL, por sus condiciones, por el éxito y el fracaso que comporta. Héctor Gallo Saber arreglárnosla con el fracaso ineludible Primero algo de historia que me parece muy interesante para ubicarnos en el siglo XXI. En el boletín interno de la AMP « Tiempo Lógico », de agosto del 96, en el Informe a la Asamblea General de la AMP, Jacques-Alain Miller presenta tres épocas: 1-La primera época del Campo freudiano desde 1981 hasta el 88, época de los grupos que pasaron luego a comisiones. 2- Una segunda época del 88 hasta el 95, época de las Escuelas, la de su creación o re-creación. 3- Una tercera desde el 95 hasta ese momento del 96 (que yo diría continua hasta el 99) que comienza con la creación de la EBP y la introducción del procedimiento del pase en el conjunto de las 5 Escuelas. Menciona como a cada época le corresponde una tecnología diferente de comunicación, que es esencial para un espacio transcontinental como el del Campo Freudiano. Le asocia a cada época una diferente orientación, que ocupa el puesto de mando, un registro de los RSI y una coyuntura que origino fricciones en cada época, ocasionando partidas. Intento resumirlas en el siguiente cuadro:
Épocas | Primera (81-88) | Segunda (88-95) | Tercera (95-99) |
Tecnología | Correo postal | Fax | Internet |
Orientación | Táctica | Estrategia | Política |
Registro | Imaginario (a-a’) | Simbólico (los estatutos) | Real (el pase) |
Partieron | Domb, Harari, Vegh, Vidal | Diana Rabinovich | Foros de Collette Soler |
Yo diría que una cuarta escansión correspondería a la primera década del siglo XXI, a la disolución de la ECFC y creación de la NEL, la ELP, la NLS y la SLP; en tecnología: video conferencias (web-seminarios), y continuando con la política como orientación, también política de la enunciación y el real como registro. En esta cuarta escansión me hace pregunta el pase en la NEL: ¿Estamos próximos a lograr alcanzar las condiciones para el pase? En « La Escuela de Lacan », JAM plantea tres condiciones: epistémica o discusión extensa y un acuerdo sobre la doctrina; institucional o funcionamiento administrativo (pasadores, cartel del pase…); y ética o condición de discreción, de aceptación de las consecuencias de su acto, de presentación ante un jurado y de aceptación de la respuesta.[1] Quizás ya alcanzamos las condiciones, esté funcionando y yo no lo sé. En este texto encontré por primera vez mencionar el deseo de pase: « El deseo de pase es a veces tan intenso que se quiere ser al mismo tiempo pasador, pasante y miembro del cartel del pase. En Europa eso ocurre y será igual en Argentina y en Brasil. Tenemos que dar tiempo para que la gente tome una posición, para que podamos distribuir esas funciones. » Y dice « Pero creo que la admisión por el pase o, por lo menos, la prioridad en la admisión como miembro de la Escuela a través del pase es, realmente, lo que le conviene a una Escuela, y será sólo en el momento en que tengamos esa prioridad cuando tendremos una Escuela como debe ser ». Me pregunto si conviene a una Escuela tener AE. Yo pienso que si. Cada vez que recibo un e-mail felicitando a un nuevo AE lo primero que veo es si es de nuestra NEL. Me he demorado en escribir este texto pues me cuesta atreverme a hablar de este tema de los AE en la NEL, de mi deseo del pase, de mi necesidad y deseo de Escuela estando tan lejos. Pero el otro día me atreví a hablarlo en mi cartel sobre el Psicoanálisis Lacaniano y la Institución en Norte América. Y además en Anudamientos 18, cuando Juan Fernando Pérez mencionó que la práctica Lacaniana excluye la noción de éxito me motivó a ir a ese texto donde JAM, al referirse al pase, nos dice: « Nosotros también tenemos nuestro éxito, por supuesto, por supuesto. Pero quizá no hay que estar tan orgulloso tampoco porque son de una contingencia tal que no invalida la ley del fracaso, sino que más bien la demuestran. Por supuesto, existe el pase. Algunos lo logran. Justamente, son tan poco numerosos que es evidente que es para persuadir a los otros que fracasaron! ».[2] Juan Fernando aclara muy bien que el fracaso se refiere al « fracaso inexorable que comporta todo esfuerzo para hacer posible la relación sexual, y por tanto que es una clínica definida por la exigencia de distinguir los modos de fracasar ante el síntoma. » Se me ocurrió entonces que los AE, los que logran pasar pueden persuadir/ invitar a los otros que « fracasaron », a los que no pasaron o no han pasado todavía a que lo intenten pues es posible. Eso fue lo que yo sentí desde el 96 en Paris, y lo siento cada vez que escucho o leo un testimonio donde cada AE presenta una posibilidad particular de final que aporta algo nuevo al Psicoanálisis. Quizás esta posibilidad es la que permite que surja el deseo del pase, la esperanza de llegar a « saber arreglárselas » (savoir y faire) con esos modos particulares de fracasar ante el síntoma de cada uno. Inés Lara