Todos los miembros y asociados de la NEL están invitados a participar en este boletín con sus textos, comentarios, notas y observaciones sobre los temas del debate.
Moderadora: Clara María Holguín Noemi Cinader, Miembro de la NEL – ACP , es nuestra invitada a presentar los trabajos de Lupe Tobía, Miembro de la NEL-Caracas AP y Gloria Irina Castañeda, asociada de la NEL-Cali, quienes se sirven de los significantes « función » y « primordial » para abordar el laberinto de las identificaciones. __________________ Lupe Tobía introduce la función de las identificaciones, señalando primeramente la posibilidad del sujeto de ser representado por un significante al cual se identifica, sujeto lugar vacío del que sólo sabemos por estar justamente representado por un S1. Estas identificaciones a un ideal deben caer para que pueda emerger el sujeto como efecto de Real, según señala Lupe Tobía. Se puede añadir, para que pueda producirse la identificación al sinthome. El trabajo de Gloria Irina Castañeda G., toma las identificaciones por la vertiente de la identificación primordial, identificación al rasgo unario y la ubica del lado de los semblantes, a partir de lo que Lacan plantea como simulación del falo en la comedia de los sexos. Toma como punto de referencia lo planteado por Lacan en el Seminario V. Si bien el S1 no cumple la función de representación del sujeto ante el Otro, determina su existencia. Este trabajo parece desarrollar uno de los puntos señalados en el trabajo de Lupe Tobía. Noemí Cinader LA FUNCIÓN DE LAS IDENTIFICACIONES
Lupe Tobía
El “viviente” en tanto real está fuera del sentido. Es a partir de la incidencia del lenguaje sobre él lo que permite la formación de la cadena significante S1-S2 y el efecto de sentido por lo que el sujeto se puede identificar. De allí que las identificaciones tendrían la función de que el sujeto pueda ser “representado” a través de los significantes amos a los cuales se identifica. Es lo que observamos en la clínica, las identificaciones imaginarias en las psicosis porque no existe el S2 que de sentido, y las identificaciones a significantes amos fálicos ideales en las neurosis, con las que el sujeto busca representarse ante el Otro y establecer un lazo social. Sabiendo que en las psicosis le vienen estos significantes amos desde lo real. Es decir, que las identificaciones tienen la función de posibilitar la representación de un sujeto. Pero de un sujeto como efecto del lenguaje. Es en el transcurso del análisis de un neurótico que el sujeto al destituirse producto de su desligamiento al significante, puede encontrarse con que allí donde estuvo representado por el significante siempre estuvo ausente. De manera que el destituirse conlleva a que emerja como sujeto efecto de lo real , y caer así del status de sujeto identificado y representado por el efecto ilusorio del lenguaje, que como sabemos no es más que una elucubración de saber sobre la lalengua, marca sobre el parlêtre. IDENTIFICACION PRIMORDIAL: RASGO UNARIO
Gloria Irina Castañeda G.
Sabemos por el psicoanálisis que las identificaciones son una respuesta frente a la falta en ser, ser esto o lo otro, por eso, es más apropiado situarla del lado de los semblantes. Lacan en el seminario “Las formaciones del inconsciente” lo ilustra claramente como una comedia, en el sentido de la hipocresía o simulación del falo: es la comedia de los sexos donde nadie es quien cree ser. Lo preponderante es que se goza de las funciones que cada uno asume. Se puede concluir entonces, que las identificaciones vienen del goce, es decir, quedan del lado de gozar del sentido. Ahora bien, el concepto de identificación que desarrolla Lacan tomando como referencia la teoría freudiana, se define por una relación del sujeto al significante. Precisamente en el espacio de carencia del Otro, el sujeto recibe de ese Otro, como lugar del lenguaje, de la palabra, su marca principal: la del rasgo unario. El rasgo unario tiene valor de insignia, por eso dicha identificación nos remite necesariamente a la cuestión de los atributos. Entonces, en esta operación nos encontramos con el advenimiento de un ser transformado,(S1), alienado a un rasgo unario, a una insignia, símbolo o emblema, es decir, asido a una identificación para poder tener un lugar en el campo del Otro, pues sin ese significante se es nada. Vemos pues, que se requiere de un primer significante, de una marca para ser algo ante otro, es decir, o se es nada o se convierte en ese significante que le dota de una identidad y así podrá articularse con el Otro: S2. Lacan concede al S1 la función de favorecer extraordinariamente la identificación al ideal, I(A), que cumple la función de ocultar la división subjetiva, de este modo el ser puede ser aportado por el S1, pero a costa de la petrificación, lo que produciría que todo el sujeto cayese en el sin-sentido. Si se elige el S2, es decir, el sentido dentro del campo del lenguaje, se pierde el sin-sentido. De este modo, nos encontramos con un sujeto que ha perdido su ser, ya no sabe quién es, pues el S1, que es el significante al cual se identifica, se pierde como resultado de dicha elección. Eso es lo paradojal, porque de un lado el sujeto aparece como sentido, pero por otro lado desaparece. Esta elección subjetiva explica por qué el S1 se constituye en un significante sin sentido, aislado, que no implica una función de representación ante el Otro. Se trata más bien de una función significante, por fuera del sistema significante, lo cual no impide que tenga una importante incidencia en la vida del sujeto, y que es precisamente lo que determina su existencia como si fuera un destino que le acompañase irremediablemente. En la neurosis obsesiva por ejemplo el S1 vela la falta en ser. Este sujeto es un especialista en buscar el S2, el sentido, para todo tiene explicación, soporta muy mal la división, no le gusta estar barrado. Mientras que el histérico se presenta en falta, no sabe quién es, qué quiere. En general, el neurótico elige siempre el sentido, siempre está buscando en el Otro lo que le pasa, con la idea de que ahí puede desprenderse un significante reprimido. Finalmente, en Los signos del goce, Miller puntuará que el S1 tiene como función ser como una especie de marca del rasgo unario, opera como un trazo que marca un lugar, trazo a partir del cual hay un allí, y ese allí, esto es su designación, depende del significante. Significante que trae aparejado el vacío e introduce la falta allí donde en lo real algo adquiere, por contraste, el valor de ser pleno. BIBLIOGRAFIA Lacan, J. (2007). El seminario de Jacques Lacan. Libro 5: las formaciones del inconsciente. Buenos Aires, Paidós. (Dictado originalmente en 1957-1958)
Lacan, J. (1993). Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, El Seminario, Libro 11. Buenos Aires, Editorial Paidós.
Lacan, Jacques. Seminario IX, la identificación. inédito. (1961-62)
Miller, J. (1.999). Los signos del goce. Argentina, Editorial Paidós