20 Fanatics
Enrique Marty
BORDES
No. 9
15 de Julio de 2013
Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano
HABLAR CON EL CUERPO
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL
Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013
En este boletín:
· EDITORIAL.- Johnny Gavlovski
· VERDADES COLECTIVAS Y EXPERIENCIA DE LA PALABRA.- Antonio Aguirre Fuentes
Opiniones y Comentarios
· ACERCA DE « UNA MAESTRÍA SOBRE EL CUERPO » de CARLOS MARQUEZ.- Renato Andrade
« LA MORDEDURA VIVIFICANTE, MAS ALLÁ DE LA MORTIFICACIÓN SIGNIFICANTE » de MIGUEL GUTIÉRREZ PELÁEZ.-Isolda Arango-Álvarez
COMENTARIO AL TEXTO DE JUAN FERNANDO PÉREZ.- Julia Benavides P.
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA: Cuerpos rotos: invitación a leer « Zombis, Rinocerontes y la Verdad en Psicoanálisis de Carlos Márquez.- Alexander Méndez
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RINOCERONTES
(parlamentos teatrales)
Berenger: Estoy cansado, cansado desde hace años. Me cuesta llevar el peso de mi propio cuerpo…
Berenger: La soledad me pesa. La sociedad también.
Berenger: Cuando uno mismo queda preso en el acontecimiento, cuando de golpe a uno lo ponen delante de la realidad brutal de los hechos, es imposible no sentirse directamente implicado, uno se siente sorprendido con demasiada violencia como para conservar toda su sangre fría
E. Ionesco
Editorial
BORDES 9 trae un incisivo artículo y tres interesantes comentarios. Nuestra comunidad se pronuncia en el intercambio, en el diálogo. Pero BORDES 9 trae algo diferente, una reseña sobre una nueva publicación de un miembro de la NEL: Carlos Márquez, en honor a cuyo libro traemos algunos parlamentos de la obra « RINOCERONTES » de E Ionesco. Eso es motivo de celebración: cada libro que sale de nuestro trabajo hacia afuera lo es. Psicoanálisis en papel, a la calle, en un lenguaje accesible para que el diálogo se amplíe. Experiencia de la palabra al decir de Antonio Aguirre, con su agudo artículo que hoy presentamos. ¿De qué trata? Lo dejaremos a Uds y a las múltiples lecturas que se le pueda dar. Nosotros lo quisimos leer desde imágenes que hablan por sí solas. Usamos las controversiales « 20 FANATICS » de E. Marty y el ‘CHRISTEEL’ de Antonio Sánchez B, como presentación para hablar (y aquí parafraseamos al pintor) de ese sujeto de cualquier país, crucificado, deportado, humillado.; bajo el fondo irónico de la Estatua de la Libertad. Apoyamos cada uno de los párrafos que componen su trabajo con otras imágenes, no menos polémicas de Mark Ryden, Max Papeschi, entre otros, como vía de subrayar sus reflexiones. Obras a modo de fórmulas desde el arte para dar cuenta del como « …todos los días avanzamos en alguna nueva fórmula para deshacer el encierro de la moral« . Imágenes del « …espectáculo festivo de los revoltosos » ante las cuales el Moisés de Miguel Ángel revelaría: « ..su sentimiento mezcla la cólera, el dolor y el desprecio«
Queda al lector partir de la agudeza de Aguirre y poder aplicar al malestar de nuestra cultura cada una de sus ideas. De recordar la aplicabilidad de éstas a las tres grandes instituciones que Freud delimitara: Estado, Ejército y Religión. De ver de quién se habla. De evitar las generalizaciones. De contextualizar, al menos desde los recursos que nos ofrece el psicoanálisis, y ¿por qué no?, de estar alerta ante aquellos que pretenden hacer de éste, también, una religión.
Johnny Gavlovski E
NEL Caracas
CHRISTEEL (2007)
Antonio Sánchez Baute
Verdades colectivas y experiencia de la palabra
Antonio Aguirre Fuentes
1. En el seminario 16 encontramos a Lacan asumiendo el gesto mosaico que Freud describe en El Moisés de Miguel Ángel: ante el espectáculo festivo de los revoltosos su sentimiento mezcla la cólera, el dolor y el desprecio. Ah, qué felicidad, dice, tener sólo una relación colectiva con la verdad para no tenerse que ocupar de la suya propia, que es la única que le concierne irremediablemente. Atención: no es que los analistas, de Freud a Lacan y después, no tengan nada que decir sobre los desórdenes y las órdenes de la ciudad y el mundo, sino que al hacerlo -evitando unir su voz a los conservadores de las tontas tradiciones- resbalen encantados hacia las no menos tontas revoluciones.
Creatatoo
2. ¿No nos advirtió Freud, preguntado por un futuro –que ahora vivimos- en el que se acabaran las « represiones » a la sexualidad, que entonces bajo el panorama de una sexualidad permisiva se agazaparía en el inconsciente un mensaje punitivo? Otra vez mayo del 68 diciendo: « seamos realistas, pidamos lo imposible », y concretamente pidamos acabar con este anacronismo llamado padre. ¿La religión? Sería sólo una opción para un mundo limitado de creyentes porque al resto le basta con su indiferencia para creerse ateo, y además la proliferación de pseudorituales politeístas y de la madre naturaleza contribuyen a la misma tendencia anti-paterna. Lacan supo mejor cuando en el seminario Los cuatro conceptos fundamentales –que vino después del fallido Los nombres del padre- nos volvió a hablar de Dios, recordando que ni estaba muerto ni había sido asesinado, sino que era inconsciente.
3. Todos los días avanzamos en alguna nueva fórmula para deshacer el encierro de la moral. Los tecnócratas estatistas universitarios se frotan las manos mientras imaginan y diseñan los dispositivos de biopoder y control, con los cuales acogerán a esas legiones de huérfanos en que todos nos convertiremos. Oportunamente, con las evaluaciones cada cual encontrará su lugar – y es sensacional que ellas vengan de la mano de los progresistas en el poder -, aún si inicialmente tienen la meta grotesca de una « acreditación » política.
« …esas legiones de huérfanos en que todos nos convertiremos«
4. En otro ángulo está la reanimada Iglesia Católica, de la cual Lacan nos advirtió que los analistas no debíamos esperar favores (véase La Tercera). Y claro que no necesita los nuestros. Y no tendríamos porque ofrecérselos. Simplemente señalemos que ella se moviliza y convoca multitudes. Su decrépita sabiduría, sus inagotables reservorios de sentido, no sólo puede dar guarida a los huérfanos del mundo, sino que llegado el caso podría alistarlos en su cruzada. Si Freud postula la condición paradigmática de dos masas artificiales que son la Iglesia y el ejército –y para un hegeliano marxista sin el refinamiento althusseriano el estado es una « banda de hombres armados »- no resulta difícil ver la conexión de ida y vuelta entre una y otra.
5. Las religiones se fortalecen y se templan en las guerras que libran. Son las guerras de los síntomas (Lacan, Introducción a la edición alemana de los Escritos), y hay que ver la pasión que se pone en ellas, para no hablar del gusto y el goce de la destrucción. ¡Qué contraste del brutal y aguerrido ánimo de los combatientes islamistas o de los « soldados de Occidente » con la masa amorfa e indisciplinada de los pseudo libertinos y pseudo libertinas, que fluctúan entre el aburrimiento y la efervescencia! ¡Cuán diferentes son los sujetos que han recuperado la brújula del absoluto (Miller lo ha anotado), de aquellos que se sienten ya habitando una Nueva Polinesia (como decía Gunter Stent), dedicados a las « experiencias de cuerpo », con la oscura intención de romper todo límite! El proyecto Cybor ya tiene una realización: el sujeto internético. Lacan pronostica: cuando nos cansemos de los gadgets volveremos a ocuparnos de las cosas verdaderas, es decir de la religión y de los sacrificios que siempre ella pide. Más dramáticamente, digamos que después de la forclusión del padre en la civilización, este retorna en lo real de las batallas.
Max Papeschi
6. Si Lacan consideró que el psicoanálisis es una salida al discurso capitalista, está claro que no lo es menos para el discurso de la religión, del cientificismo y del estatismo progresista y regulador, en tanto todos ellos son relaciones colectivas con la verdad, que excluyen al sujeto de la enunciación y capturan la protesta histérica en alguna identificación de masas. Tenemos que defender la libertad de expresión amenazada con cualquier tipo de excusa canallesca. La palabra a la que apunta la experiencia analítica es única y éxtima en relación a toda identificación. No sirve para la guerra, pero quizás sí para el amor.
OPINIONES Y COMENTARIOS
Comentario del texto « Una maestría sobre el cuerpo » de Carlos Márquez
Renato Andrade
NEL-Lima
« Una maestría sobre el cuerpo » nos muestra los intentos contemporáneos por dominar la pulsión, el cuerpo que goza -cada vez más expuesto al sin-límites-, mientras repasa fenómenos actuales donde los sujetos hacen un uso inédito de él, cuerpo tomado por la ciencia y la ideología de nuestro tiempo.
Con el caso de la epidemia de huelgas de hambre que se desencadenara en Venezuela, Carlos presenta una manera de hablar con el cuerpo que sería un intento por conmover al Otro del poder y al de la opinión pública.
Es interesante que ahora el discurso que llama a la acción política ya no sólo requiera como soporte el semblante del orador –en el Perú su mayor representante fue Alan García-, sino un cuerpo, el cuerpo del exceso, de la pulsión. Implícitamente se asume que las palabras, el sentido, ya no precipitan nada, se requiere de lo real, el cuerpo llevado a un sin-límites. En correspondencia comprobamos que no se busca tocar a la masa, al pueblo, sino a cada otro que la conformaría, y ya no ideológicamente, sino en su cuerpo, « moverle las entrañas », si vale el término, y allí las imágenes del exceso y su masiva difusión resultan factores determinantes.
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Comentario del texto « La mordedura vivificante, más allá de la mortificación significante » de Miguel Gutiérrez Peláez.
Isolda Arango-Álvarez
Miembro NEL-Miami
Una experiencia de análisis pone en evidencia como un sujeto ha pasado de ser prisionero de sus significantes amo a convertirse en aquel que puede darles un uso; uso que dependerá de su experiencia singular de goce y de la invención que de dicho recorrido se desprenda.
A fin de que este pasaje sea posible, la posición del analista debe dar cuenta y abrir paso a lo real en juego en lo subyacente de las coordenadas psíquicas que han fundado a ese sujeto. De ahí que en los planteamiento de Miguel Gutiérrez Peláez, se esboce esa posición del analista en función de presentificar lo real y por tanto se le puede nombrar como analista-trauma. Analista-trauma en la medida en la que sus intervenciones designan aquello que sobrepasa « a la mortificación significante » y se sitúa más bien del lado de la marca, del lado de la « mordedura vivificante ». De aquello del goce que no fue alcanzado por la significación fálica, y que habla solo al nivel de las marca, aquello que se evidencia en la « erosión » con que se inscribe en un cuerpo.
Ahora bien, esta posición en la que el analista queda como presentificando algo del trauma, exige plantear que entendemos como trauma. Siguiendo a Bassols en su texto « Tu yo no es tuyo », en el apartado La llamada perdida del trauma, Bassols propone que « para el sujeto del inconsciente la experiencia traumática es lo que no tuvo lugar, es lo que de lo real no llego a suceder en la realidad, en la realidad simbólica e imaginaria más o menos consistente en la que vivimos »… « Es lo que no llego a poder representarse de ese real que es ahora solo agujero sin lugar » (p.252)
En este sentido planteo, que esta posición del analista-trauma solo podrá ser soportada por el deseo del analista, deseo que se sostiene en un vacío que invita a que algo de la causa se ponga de relieve en el discurso del analizante, más allá de sus dichos y más acá de su decir; más allá del enunciado y un más acá de la enunciación.
Mientras que la « mortificación significante » sirve de sostén al fantasma y a la novela neurótica, la « mordedura vivificante » será el producto de un recorrido analítico que deje como saldo la invención de un « nuevo modo de satisfacción » como bien señala Miguel Gutiérrez Peláez; este « nuevo modo de satisfacción » permanece a su vez des-ligado a las marcas singulares de goce.
Bassols continua afirmando que « es el sujeto el que deberá hacerse un lugar como respuesta a lo real imposible de representar, un lugar que solo puede asegurarse por y en el discurso, un discurso que no es necesariamente recuerdo sino contingencia de encuentro »… « el encuentro con un analista es de este orden, la experiencia traumática puede encontrar su lugar en la realidad »… « Lo real aparece entonces como una llamada que espera, todavía, la respuesta del sujeto para hacerse un lugar en él ». (p. 253)
Muchas gracias a Miguel Gutiérrez Peláez por ese recorrido tan interesante que nos hace pensar en la posición del analista como una invitación que abre la posibilidad para un sujeto de pasar de la significación que mortifica a la marca que vivifica
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Comentario al texto de Juan Fernando Pérez
Julia Benavides P.
Miembro – NEL .
A partir del subtitulo » El cuerpo: el decir y la forma » de la primera lección del Seminario El Sinthome, Juan Fernando Pérez nos ofrece un texto enriquecedor, donde extrae algunas indicaciones sobre el cuerpo en la última enseñanza de Lacan. Es así como subraya dos temas como referencia para el abordaje del cuerpo : las implicaciones de la voz en el funcionamiento del cuerpo y los efectos de la mirada en la construcción del mismo por el sujeto.
Anota como a partir de estos dos puntos se puede precisar temas como la teoría del cuerpo, la génesis de las alucinaciones, la anorexia y otros fenómenos; así como la interpretación en la experiencia psicoanalítica .Destaca la pregunta por la respuesta del sujeto en su cuerpo, a la voz y a la mirada.
Estas anotaciones, precisas con relación al cuerpo y la interpretación en psicoanálisis como operación de desarticulación[i] y, que a ese « hablar con el cuerpo » , lo traicióna cada síntoma y cada acontecimiento del cuerpo, me hacen recordar un texto de Patrick Monribot[ii], sobre la cura y lo incurable en el tratamiento por el psicoanálisis.
Dos acontecimientos del cuerpo: el tic ocular como síntoma (él desorbita) y la rinitis como fenómeno que atravesaron la cura del sujeto obsesivo.
Sorprendido por una escena en su infancia que, « rememorada en análisis es una suspensión de la imagen, no hay un antes y un después », en la cura tomó valor de escena primitiva y funcionó como recuerdo encubridor. Escena que el inconsciente interpreta hasta llegar a un punto donde no hay más; « mercurocromo » al que el analista le da valor de holofrase descomponiéndolo y cuyo efecto es la cura definitiva del fenómeno de 20 años de evolución . El analista liberó una serie metonímica fuera de sentido. Holofrase que en este caso no fue dada por el fenómeno mismo, sino por el otro acontecimiento del cuerpo: el tic.
Tres tiempos del tic como síntoma son encadenados en la neurosis infantil; el síntoma acá hace de suplencia anudando los tres registros; la interpretación del analista: « con ese tic usted vuelve a poner el padre en órbita », hacer funcionar la significación fálica, liberando el sentido edípico del síntoma. El tic se calmó, se hizo controlable. Desprendido del Otro el tic persistió, resto de goce, residuo no eliminable de la operación analítica. Dice P. Monribot que « se convirtió en un significante aislado, S1, no correlacionado a un S2. Viene, como cada S1 aislado, a ocupar el lugar de vecino del objeto a, objeto real de la pulsión (la mira- da en este caso). Este objeto real es lo que queda cuando la mirada ha perdido su valor perverso de plus-de-goce. El tic persiste entonces, en la interface de lo Simbólico (en tanto que S1) y de lo Real pulsional, el objeto mirada —que el análisis ha tratado por otro lado. »
El goce, a nivel del inconsciente real, de acuerdo a la enseñanza de Lacan, no sabría ser ubicado en una ecuación y permanece insoluble algo que ya Freud lo sabía: que queda siempre un resto con los síntomas.
[1] Miller, J-A, Sutilezas analíticas .Pág. 90
[1] Monribot, Patrick . ¿Qué curación del cuerpo en análisis?. en www.nel-mexico.org sección textos online.
Comentario al texto de Mónica Pelliza
José Armando García
NEL Miami- Asociado
La colega boliviana Mónica Pelliza llama « ley insensata » al mandato sin límites del superyó contemporáneo. Por insensato se entiende « algo que le falta sensatez, que es tonto o fatuo ». Si nos llevamos por la etimología de la palabra, encontramos que lo insensato es algo que no « siente », que no es sensible a los estímulos. Podemos concluir que alguien o algo que no sienta es tonto y fatuo por derivación. Coincidentemente -o no tanto-, la segunda tópica de Freud -aquella que inicia con el descubrimiento de la pulsión de muerte– arranca a partir de la pregunta por los « estímulos internos » de un sujeto: ¿Qué destinos tienen? ¿A dónde empujan? Freud incluso acusa la contradicción de estímulos dolorosos ante los cuales el sujeto responde ya con gozo o inclusive permaneciendo « inerme ». El regreso a lo « inanimado » parece ser el destino.
Se entiende que el superyó es insensato en el sentido que no siente nada -solo pide satisfacción, pero no podríamos decir lo mismo del tributo que esto cobra en el cuerpo de quien lo encarna (esto también pudiese ser análogo a la dialéctica entre el capital sin rostro y una mano de obra siempre sustituible). No sentir esto sería sin duda de tontos, pero he aquí que nuestra tontera contemporánea sea tan epidémica como sin límite nuestros superyós.
Es esto precisamente lo que Pelliza subraya al recalcar el nefasto resultado de mandatos contemporáneos tales como: « Just do it! ». El remanente es un superyó insensato y un sujeto insensible a su propia erosión.
Ello lo ejemplifica con esa triada de héroes deportistas -o más bien role models– caídos en desgracia: el golfista americano Tiger Woods, el ciclista americano Lance Armstrong, y el atleta sudafricano Oscar Pistorius. Todos tres utilizados como imágenes corporativas de la marca multinacional Nike®, y alzados como modelos a seguir por sus proezas deportivas y personales. Sus respectivas campañas fueron personalizadas con eslóganes publicitarios tales como: « Live Strong » para el caso de Armstrong, « Winning takes care of everything » para Woods y « I am the bullet in the chamber » para Pistorius. En definitiva, era una tentación ser como ellos y un desperdicio no serlo. Irónicamente estos eslóganes trocaron en actos: Armstrong confiesa que buena parte de su fortaleza se debía a su prolongado uso de esteroides, Woods -ganador invicto- se revela abatido por su adicción al sexo y Pistorius -la bala en la recámara- es ajusticiado por el asesinato de su novia con una de sus armas de fuego. Pero quizás lo que se nos devuelva como mensaje invertido del « ser-como-ellos » sea que, una vez que se expusieron a la luz pública sus pasiones humanas, ser como ellos sería también la posibilidad de ser eso que desgracia. El público y la fanaticada cayó en una decepción parecida a la herida narcisista de quien ha perdido el último bastión de un Ideal del Yo. Esto lo « sentimos » mucho, y a un muy alto precio. Lo que no vimos ni sentimos venir fue el goce que esos mandatos encarnan en lo que de mortales tienen los héroes. Si ser como ellos era en las buenas, ahora ser como ellos era ese desecho. El capitalismo contemporáneo descarta (y exonera) « modelos » con una velocidad vertiginosa.
Si bien la pulsión está más allá del principio del placer, no lo está más allá del cuerpo. Puede que haya una pulsión sin otro -el goce se articula así con la pulsión-, pero no hay goce sin cuerpo, sin un sujeto que le dé cuerpo.
Allí donde la paranoia del Yo dice « el otro goza de mí », la pulsión enuncia: « me hago gozar ». En tal sentido, el goce es más corpóreo que corporativo, más imperativo que imperialista. Es -como nos lo afirma Pelliza- « un empuje a lo insensato », pero precisamente por vía de lo que es insensible. En la contemporaneidad, el sujeto está a expensas de un superyó que lo atonta y de un cuerpo que -aunque lo aflija- no hace acuso de recibo de su desgaste. A tal paso, el saldo que se perfila deja un déficit que no hay divisa que pueda pagar ni cuerpo que lo pueda costear.
En el juego de golf hay un refrán: « el contrincante es el campo de golf, no los otros jugadores ». Tomar a los otros jugadores como adversarios, es un error táctico que se paga estratégicamente: las contingencias del campo son las que apremian. En la actualidad, la explotación del hombre por el hombre es más aquella del cuerpo por el superyó, de lo corpóreo por lo imperativo, del sujeto contra sí mismo ignorando los despeñaderos de su propia pulsión. Esta lección, ni Tiger Woods ni el resto de sus contemporáneos la tienen por aprendida.
Gracias a Mónica Pelliza por darnos pie a tal elaboración.
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RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
Cuerpos rotos: invitación a leer « Zombis, Rinocerontes y la Verdad en Psicoanálisis de Carlos Márquez.
Alexander Méndez
Cuerpos rotos, contornos desencajados, líquidos, muertos andantes… pero el zombi es una figura entre otras que atestigua una fuerza familiar vuelta amenaza. El recurso de la ficción tiene múltiples caminos para situar nuestra relación con el cuerpo, con la realidad y la verdad, nos encontramos con universos de máquinas de exterminio, desprovistas de todo rasgo de humanidad, automatismos bélicos que se vuelven contra sus creadores y planetas de simios en los que los humanos son los subordinados.
La fuerza familiar vuelta amenaza pertenece al reino de la pulsión que como el zombi, no se satisface nunca, en lugar de satisfacerse desintegra antes el soporte donde habita. Podemos, en ese universo convertirnos en uno, pasar de lo vivo a lo muerto, pero nuca lo muerto inerte, sino aquello que seguirá andando vorazmente.
Sólo nos podemos convertir en lo que nos amenaza porque esto nos habitaba íntimamente. El genio de la ficción Jorge Romero pudo idear los zombis al encontrarlos pululando entre los centros comerciales, pegados a sus pequeños objetos, poseídos por ellos. Sin embargo, el zombi no será nada más esa crítica a la sociedad de consumo, crítica que constituye un tiempo lógico.
El zombi es analogía de nuestro mundo actual, donde la mediación de lo simbólico está comprometida desde el principio. Los zombis en la fantasía recrean nuestra desconfianza en la ciencia que no puede someter a estos cuerpos insensatos. Son el fracaso ante las adicciones, son la epidemia de tristes que pueblan la tierra.
sujetos para los que estas ficciones no sean tales, Carlos Márquez señala en un punto de su argumentación lo verosímil que se vuelve la descripción de Max Brooks. Los lectores del libro « Guerra Mundial Z » le piden en ocasiones que muestre la catana con la que se prepara para el inminente apocalipsis, sueño y realidad se mesclan en el show y Brooks alza la espada filosa ante sus muchos seguidores.
No podemos pasar por alto que la verosimilitud con la que es dotada la figura del zombi proviene también de una delicada argumentación hecha a partir del conocimiento científico. Sobran las experiencias donde la ciencia libera amenazas monstruosas contra la vida, así que nuestra desconfianza en la ciencia contiene en sí misma la creencia de que puede desatar lo real.
Hay un giro más que habrá que dar para no permanecer en la queja contra la ciencia que parece construida para diferir toda pregunta ética. Tal vez no nos convertimos en eso amenazador que representa el zombi, tal vez es una forma de entrega ante lo que hay de desatado en cada uno.
RECORDATORIO
Presentación de trabajos
Fecha de presentación: hasta el 15 de julio de 2013.
Modo de presentación: trabajos individuales. Pueden ser resultado de una elaboración personal, o bien producida en un cartel o un grupo o una investigación, pero deben ser presentaciones individuales. No es obligatorio para presentar un trabajo ser miembro de un cartel o grupo de investigación.
Modo de presentación: trabajos individuales. Pueden ser resultado de una elaboración personal, o bien producida en un cartel o un grupo o una investigación, pero deben ser presentaciones individuales. No es obligatorio para presentar un trabajo ser miembro de un cartel o grupo de investigación.
Formato de presentación: trabajos individuales, escritos en letra Times New Roman tamaño 12, con interlineado 1,5, justificados, sin sangrías, con notas al pie de página (no al final). Tamaño máximo: 5000 caracteres, INCLUIDOS espacios, notas al pie de página y bibliografía.
Envío: los trabajos deben enviarse hasta el 15 de julio cumpliendo los requisitos mencionados, a la siguiente dirección: [email protected] <mailto:[email protected]> , con copia a [email protected] <mailto:[email protected]> . Poner en Asunto: TRABAJO VI ENAPOL. Poner en el Cuerpo del mensaje en cuál de los ejes se inscribe. Ver Ejes temáticos <http://www.enapol.com/es/template.php?file=Ejes-tematicos.html> .
Presentación: los trabajos seleccionados se presentarán en las Mesas simultáneas del viernes 22 y el sábado 23 de noviembre por la tarde.
Comité organizador BORDES:
Piedad Ortega de Spurrier, Marcela Almanza, Elida Ganoza, Johnny Gavlovski E., Ruth Hernández