Invitado: Bernardino Horne
NEL-Medellín, Febrero 17 de 2007
La relación moëbiana entre transmisión y enseñanza, hace de estas I Jornadas clínicas una experiencia que seguirá teniendo efectos de formación a lo largo del tiempo. Cada uno encontrará su manera singular de decantar, subjetivar y nombrar esos efectos. ¿A cuántos de nosotros en la Escuela, ha acompañado Bernardino con comentarios que precipitan un esfuerzo más en la formación, al cernir el enigma en productos nuestros a veces balbucientes? Tal es el rasgo en su transmisión que la vuelve memorable. Con el acento puesto en la intensión, el anudamiento de la clínica (tanto en el estudio de los 5 casos, como en el control de nuestra práctica) con la política de la Escuela borromea (con el Instituto y el CPCT en el horizonte), hizo un tercer nudo en las perspectivas derivadas de los casos: el Deseo del analista, la perversión generalizada, la extensión de la radicalidad del psicoanálisis puro en el psicoanálisis aplicado, las consecuencias para un sujeto psicótico en la práctica institucional, de darle lugar a un delirio con función de suplencia; la posición de goce y los nombres del goce en la Dirección de la cura. La conferencia dictada en la Biblioteca Pública Piloto Psicoanálisis: una teoría de la clínica sorprendió, porque en el mejor espacio en la ciudad para la extensión del psicoanálisis, supo bien decir sobre la intensión, ante un auditorio en el que faltaron sillas y sobró el entusiasmo. Agradezco al Comité Ejecutivo de la NEL y al Directorio de la Sede por avalar este dispositivo de formación permanente y, de manera especial, a los colegas que se expusieron para transmitirnos las enseñanzas derivadas de su práctica clínica: Margarita Múnera, Jorge Iván Zapata, Luz Elena Gaviria, María Isabel Uribe y Gisela Suárez. Con sus trabajos y las perspectivas abiertas por esta experiencia, ya iniciamos la preparación de nuestras próximas Jornadas locales.