Claudia Velásquez nos trae una aguda elucidación acerca de la oposición entre dejarse engañar por lo real, como orientación para el parlêtre y dejarse engañar por lo posible que define la vía de la debilidad. Aun cuando ella es… ¡Un tanto irremediable!
“Si no comprenden nada, perfecto, enséñenlo”
JAM
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En la presentación del tema del X Congreso de la AMP “El inconsciente y el cuerpo hablante”, Miller propone una vía de orientación lúcida para el cuerpo hablante y por tanto para el parlêtre, la de dejarse engañar por lo real. Esto en oposición a dejarse engañar por lo posible, que es lo que define a la debilidad. Para ampliar lo que esta oposición plantea, conviene ir al Seminario XXI de Lacan, donde expone el concepto de “no-engañado” que define como “engañado de lo posible” (seminario inédito, ver clase diciembre 4 de 1973), además de referirse a su irremediable debilidad.
“Engañar”, viene del latín ingannare que quiere decir, enredar a alguien; por tanto el engañado es aquel que queda enredado. Valga subrayar el eco que esta definición produce, relativo al nudo. Así, el engañado por lo real será aquel que se deja enredar en el nudo borromeo de tres (conviene anotar que el nudo borromeo de cuatro será un desarrollo posterior, con el sinthome), será aquel que consiente habitar el espacio del parlêtre (R-S-I). En tanto el engañado por lo posible (no-engañado) se cree libre de aquel espacio y será aquel que se deja tomar por dos; de esta manera rechaza la posibilidad de existencia de lo real, puesto que lo real solo emerge cuando hay tres. Que haya tres, es condición para lo real, más aun, “lo real es tres” afirma Lacan en su seminario Les non-dupes errent.
Una anotación sobre la traducción. Engañar, engañado, engaño, conservan una misma raíz, lo cual facilita la lectura de Lacan cuando hace referencia a duper, dupe, duperie; así, para no-engañado, basta sumar el no. Por el contrario, otras traducciones al español complejizan el asunto al no conservar la misma raíz para lo términos señalados (como cuando se usa la palabra embaucamiento) o al sumar una negación de más (por ejemplo la traducción incauto, donde “in” es una negación, y al decir no-incauto, quedaría no no-cauto). Es por ello que sugiero conservar el término “engañado” para dupe.