Llegué a Paris al atardecer para continuar con las entrevistas preliminares. En la demanda había un cierto problema con el saber. Esa noche soñé: estaba jugando en la playa, lanzaba un disco blanco a un amigo que me lo devolvía. Después de varias asociaciones, el analista encerró la sesión diciendo: el disco blanco es una condensación. Me devolvió el objeto como mi amigo en el sueño. ¡Instante de ver! Con él quedaría los ocho años de análisis.
En el intermedio, tiempo de comprender. Una pluma blanca como signo de contrafobia en el sombrero del rey Henri IV de Francia. Estar perdido en un pasillo y sentir el terror del desamparo. Memorizar en la adolescencia una poesía horrible que promueve el amor puro por el elogio al blanco. Muchas vicisitudes en este tiempo de rutina y de sorpresas.
Momento de concluir: el objeto que se desprendió del atravesamiento del fantasma tomo la forma de un animalito blanco que cacé y maté golpeándole la cabeza, lugar del saber. Este acontecimiento es inmediatamente asociado con el anterior en el cual espío y admiro una mujer en éxtasis, todo en un espacio de mucha luz. Su conexión desencadena, en un instante el final de mi análisis en la forma de relámpago. Condensa el instante ver, de comprender y de concluir. Surge como luz, como claridad de un saber nuevo sobre el goce. Un saber hacer con eso que se sabe y, especialmente, saber hacer del acto. La pulsión escópica y el tiempo del instante son soberanos.
¿Cómo pensar el sueño?
El sueño permite continuar durmiendo con la perspectiva de llevarlo al analista, confirmando su sesgo transferencial. Disco blanco es el Significante de la Transferencia. Al dormir, ese real que no duerme toma presencia reforzada al retomar el análisis. Condensa resonancias del Significante Uniano intermediadas por los Significantes de Lalangue. Hay algo del Uno en él. Hay algo del animalito blanco en el disco blanco.
Ese real forma el ombligo del sueño, es inmediatamente aspirado y entra en el inconsciente por la vía de la Metonimia. Inviste el disco blanco que se transforma así, contingencialmente, en objeto pulsional.
La presencia de ese goce extranjero causa, en un mismo instante, el desencadenamiento de los siguientes acontecimientos: un despertar por la alarma que esa presencia provoca y la aspiración de goce que toma el centro de la construcción del núcleo traumático. Frente a eso, se hace necesario, o la construcción de un sueño que permita continuar el deslizamiento del goce, o despertar. El nuestro permitió continuar con el dormir, durmiendo.
La interpretación busca ese instante de despertar. El instante del corte, por lo real, del flujo del dormir.
Referencias:
HORNE, Bernardino. Fragmentos de una vida psicoanalítica. De IPA a Lacan. Pág. 96. Grama Ediciones. Buenos Aires, 2008.
____. Sobre el inicio del análisis por un sueño y su relación con el final. In: Brisas Clínicas: Sueño y final del análisis / Andrea Cucagna e al. Grama Ediciones. Buenos Aires, 2012.
LACAN, Jacques. El Psicoanalítico. In: Outros Escritos, Pág. 395. Jorge Zahar Editor. Rio de janeiro, 2003.