Claude Lévi-Strauss muere a la edad de 100 años
El etnólogo y filósofo francés Claude Lévi-Strauss falleció en la madrugada del pasado domingo, según ha informado este miércoles en su edición digital el diario francés Le Monde citando a un portavoz de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales. El primer diario en publicar la información este martes al mediodía fue Le Parisien. El estudioso, auténtico renovador de los fenómenos sociales y culturales, se encontraba a las puertas de los 101 años, que habría cumplido el próximo 28 de noviembre. Lévi-Strauss había nacido en Bruselas en 1908 de padres de origen francés.El estructuralismo debe gran parte de su relevancia a la investigción de Claude Lévi-Strauss acerca de grupos sociales en Mato Grosso y la Amazonia, en Brasil.
Estos primeros estudios (presentados en su trabajo de docorado La vida familiar y social de los indios Nambikwara), junto a su obra Las estructuras elementales de parentesco, le granjearon un reconocimiento inmediato por lo innovador de sus métodos y conclusiones. A continuación llegaron títulos como Trópicos tristes, que sirvió para popularizar la antropología al narrar sus propias vivencias, o El pensamiento salvaje. En el plano teórico Lévi-Strauss aplicó los preceptos estructurales al campo de las ciencias sociales.
Más allá de las posturas más o menos románticas heredadas del siglo XIX, la suya fue una labor de concienciación sobre el papel del conocimiento y su naturaleza. Defendió con ahínco la existencia de una serie de estructuras humanas que sobrepasan los ámbitos sociales o culturales y la necesidad por parte de los investigadores europeos de superar la postura etnocentrista con la que hasta el momento se habían estudiado los grupos sociales de más allá del viejo continente.
Tres grandes temas Hijo intelectual de Émile Durkheim y de Marcel Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand de Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, era además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.
Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos. La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que con la ascendencia de un antepasado común.
Además, para Lévi-Strauss no existe una « diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado », explicaba en conversación con la agencia Efe el profesor de antropología Rafael Díaz Maderuelo con motivo del centenario del intelectual. La mente humana « organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica » y « tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente », agregó.
Respecto a los mitos, sostuvo desde la reflexión sobre el tabú del incesto que el impulso sexual puede ser regulado gracias a la cultura porque el hombre piensa antes de tener relaciones, por lo que pierde su naturaleza animal y se convierte en un ser cultural. La huella de la obra de Lévi-Strauss sólo podrá ser considerada con mayor perspectiva con el paso del tiempo, pero su obra ha influido a filósofos como Michel Foucault o Louis Althusser, psicoanalistas como Jacques Lacan, o semiólogos como Roland Barthes.