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Boletín de las XII Jornadas de la ELP N 9– 11 de Septiembre de 2013
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Podrán leer a continuación dos notas, muy breves, de Estela Paskvan y Hebe Tizio, en las que puntuan con una pincelada una de las aristas de las próximas Jornadas. Esta secuencia destaca una cuestión central: Lacan a final de los años 50 sitúa la culpa con respecto al deseo -« Propongo que de la única cosa de la que se pueda ser culpable, al menos en la perspectiva analítica, es de haber cedido en su deseo »- precisamente en el momento en el que define al héroe como « aquél que puede ser impunemente traicionado »… impunemente…porque la traición no afecta a su relación con el deseo, podríamos añadir, para señalar un giro insospechado en el uso de este término por parte de Lacan en ese seminario. Posteriormente, desde la perspectiva del resto de « un goce incurable », Lacan apuntará a la responsabilidad del sujeto y su saber hacer. Y en nuestra época, ¿dónde están los héroes? podemos preguntarnos, para abrir boca. Andrés Borderías
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El universo mórbido de la falta
Estela Paskvan
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François Sauvagnat que puede leerse en Virtualia 18 clikeando
Diez años después, al inaugurar su Seminario sobre la ética, Lacan vuelve al título de Hesnard, para mostrar que « Toda reflexión moral de nuestra época está marcada por el sello del vínculo entre la falta y la morbidez », (la faute en francés puede remitir a la significación de « culpa », como cuando se dice « c’est ma faute », « es mi culpa ». Y lo mórbido, como en nuestra lengua, tiene la acepción de lo enfermizo, que padece y causa enfermedad). Entonces, en torno a la culpa hay todo un universo. Y es el que Lacan va señalando en su programa de ese año: la necesidad de castigo; Freud y el mito del asesinato del padre; la ley; la
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ética de los bienes y los ideales; la omnipresencia del sentimiento de culpa; la filosofía de liberación naturalista, etc. Nuestras próximas jornadas serán la ocasión para volver a interrogar ese universo mórbido desde nuestra experiencia y en este nuevo siglo.
Pero vuelvo al texto de Hesnard. No es sólo un bello título. Sus páginas encierran una riqueza clínica inagotable. Lástima que lo agotado es la edición. Ignoro si está digitalizado. En la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona existe un ejemplar. Y ahora, gracias a Internet, es aún posible comprar alguno de segunda mano.
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« Es una hermosa expresión de Hesnard », dice Lacan refiriéndose al texto « L’univers morbide de la faute ». Lo cita al comienzo de su Seminario « La ética del psicoanálisis » en noviembre de 1959. No es la primera vez que lo hace, ya se había referido a él en « Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología », su intervención en 1950 en la XIII Conferencia de la SPP. Al respecto, a las intervenciones de Angelo Hesnard y otros, a las interesantes controversias acerca del acto criminal, la responsabilidad y la culpa que en esa conferencia se pusieron en juego, los remito al artículo de
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AL LECTOR
HOMBRE
Dicen bien, a ti te creen
los influjos de mi estrella.
CULPA
Pues ¿déjame?
HOMBRE
¡Ay, Culpa bella,
que tú también dices bien!
…
CULPA
¿Qué importa que haya vencido
si escaparte no podrás
de mi? En mi poder estás
sin reservarte un sentido.
Las flores que había tejido
la Penitencia, que eran las Virtudes que pudieran
librarte, ya las perdiste,
tú mismo las deshiciste;
pues, ¿qué alivio de mí esperan hoy tus ansias?
« Los encantos de la culpa«
Pedro Calderón de la Barca
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Nota breve
Hebe Tizio
Esta nota breve tiene por función responder al Buscón desde el tema que estoy trabajando para las Jornadas.
La culpa es inherente a lo humano, lo que quiere decir que es estructural. La culpa tiene que ver con el goce y un análisis no trata más que de eso. Se trata de un sujeto que puede abordar la culpa desde la responsabilidad y en ese sentido es un sujeto ético. La pregunta ética inicial, « no sé por qué me pasa esto », se dirige al Otro de la transferencia y pone de manifiesto que el goce produce al sujeto como dividido, lo que se marca en el « no sé… », pero que se hace cargo ante otro de las consecuencias que tiene esa división.
Miller señala que « El sentimiento de culpa es la patología de la responsabilidad ética« . (1)
Por eso puede decir « en tono de
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chiste, que el núcleo de la formación de los analistas es curarlos del sentimiento de culpa » y agrega, como analistas, no como sujetos. (2)
Lacan enseñó que de nuestra posición de sujetos somos siempre responsables, lo que quiere decir que es necesario un análisis para saber hacer de otra manera con el goce. El sentimiento de culpa es la patología de la ética en la medida que el sujeto es traicionado por su goce, del que queda prisionero. Si el inicio aparece marcado por la pregunta ética, el final es ético frente a lo que se ha producido como incurable. Esa dimensión del sinthome habilitada incluye en ese nuevo saber hacer la regulación responsable.
Notas
1.Miller,J.A. »Patología de la ética. Primera conferencia ». En: Lógicas de la vida amorosa. Manantial. Buenos Aires. 1991, pág.72.
2.Miller,J.A. »Patologías de la ética » en: Elucidación de Lacan. Paidos. Buenos Aires. 1998, pág.362-63.
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Diseño, Maquetación, Edición:
Andrés Borderías (Responsable),
Mario Izcovich, Félix Rueda.
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