No. 11 Marzo 29 del 2010 Debate en torno a: • El pase en la NEL • La política de desmasificación de la enunciación
Moderadores Lizbeth Ahumada ( [email protected] ) Juan Fernando Pérez ( [email protected] ) Todos los miembros y asociados de la NEL están invitados a participar en este boletín con sus textos, comentarios, notas y observaciones sobre los temas del debate. Éstos pueden ser enviados a uno de los moderadores. En este número
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Editorial
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El paso por el pase por Amílcar Gómez
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Encuentro con la Escuela por Josefina Dartiguelongue
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Qué espera la NEL de sus AME por Mario Elkin Ramírez
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Los ejes temáticos de las VI Jornadas de la NEL por la Comisión Científica de las Jornadas
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Destacamos
**** Editorial Tres contribuciones para este número que anudan reflexiones sobre el pase, la garantía, y la Escuela. Tres experiencias cuyo saldo es conclusivo en un caso, demostrativo en otro, e interpelativo en el tercero. Para pensar. En este número encontramos también los ejes temáticos que la comisión científica de las próximas Jornadas de la NEL propone para circunscribir el tema: El laberinto de las identificaciones. De esta manera se invita a iniciar el recorrido que conducirá a la propuesta y presentación de trabajos en noviembre próximo. Para ello, enfatizamos en la conveniencia de usar aquella metodología de trabajo que crea condiciones preferentes de intercambio y rica discusión, hablamos por ejemplo de los carteles ampliados que pueden cumplir la función temporal, de espacio delimitado al tema de las Jornadas, prevaleciendo el producto personal. A partir de ahora, la información cada vez más específica sobre las Jornadas, empieza a tener cabida en este boletín, pero también en los medios destinados por la comisión de organización de las Jornadas para tal fin. Lizbeth Ahumada *** El paso por el pase Amílcar Gómez Miembro NEL-Caracas Cuando en la ECFC se instaló el dispositivo del Pase, hice mi solicitud ante la Secretaría del Pase de presentarme como pasante. En aquel momento se leía y se escuchaba en los testimonios de los AE, el Final de Análisis en relación a la construcción y travesía del fantasma.
Venia de la IPA, en donde el tema del Final de Análisis no se planteaba, ni siquiera existía como concepto, pero estaba relacionado con la formación, entendiéndose esta en su vertiente académica. También se sostenía sobre un trípode: formación, supervisión y análisis.
Una pregunta me surgió: Podía alguien que venía de la IPA presentarse ante un dispositivo lacaniano?
La respuesta fue: sí. Me entrevisté con los dos pasadores, y en medio de ese proceso vino la crisis y posterior disolución de la ECFC. Las entrevistas, y las preguntas de los pasadores me obligaban a organizar el material, a profundizar en el mismo. Era una experiencia distinta a la del propio análisis. No se trataba de asociar libremente, se trataba de ordenar una historia y reducirla, en lo posible, a algunos elementos significativos. Entonces hay una diferencia entre la clínica del Pase y la clínica del proceso analítico
De esas entrevistas quedó un resto, que me hace pregunta sobre el Final del Análisis.
La AMP cambió en esos años, y el pase implica no sólo la construcción sino ir más allá del fantasma, no se trata por tanto del significado ni del qué soy para el Otro. Se trata ahora de ir más allá del Otro, y de cernir lo real. Se trata de la singularidad de un sujeto, se trata del sujeto del goce.
Creo que el pase interpreta, ahora, la crisis de la ECFC, se trataba de ir más allá del sentido, de la regulación, de la escuela como una escuela freudiana.
La Escuela misma que usaba el dispositivo creado por Lacan, no se hacía responsable de ese goce que la sobrepasó.
**** Encuentro con la Escuela Josefina Dartiguelongue Asociada Nel-Bogotá “El puente (…) otorga (hace sitio a) una plaza. Pero sólo aquello que en sí mismo es un lugar puede abrir un espacio a una plaza. El lugar no está presente antes del puente. Es cierto que antes de que esté puesto el puente, a lo largo de la corriente hay muchos sitios que pueden ser ocupados por algo. De entre ellos uno se da como un lugar, y esto ocurre por el puente. De este modo, pues, no es el puente el que primero viene a estar en un lugar, sino por el puente mismo, y sólo por él, surge un lugar”. M. Heidegger[1] Habría muchas cosas para decir de la Escuela así como del dispositivo del pase, pero yo me dirijo al lugar primero, la pertenencia a ella. Es a través de mi experiencia de Escuela como asociada de la Nel-Bogotá que un lugar y una falta emergieron como tal. Oriunda y formada en Buenos Aires, ciudad- usina del psicoanálisis, mi pertenencia estaba dada por mi inserción en múltiples sitios de inscripción psicoanalítica. No sólo el propio análisis, el control, la práctica, sino también el trabajo en un Centro de Salud Mental, el Hospital y la Universidad colmaban mi formación analítica. Ahora bien, esta multiplicidad, esta multiplicación de ofertas, de instancias en relación al psicoanálisis dejó para mí oculto, opacó una cuestión fundamental –la especificidad de la Escuela. Fue el tiempo de mi experiencia en la Nel-Bogotá lo que me permitió habitar e inscribir una diferencia. No sólo el deseo propio sino el encuentro de una Escuela abierta me permitió hacer de ella no una referencia sino un acontecimiento subjetivo, interposición entre los elementos del sitio y el vacío que allí se recorta, donde el llamado a un nombre no responde ningún múltiple presentable, sino el corazón de la causa, el deseo del analista. Este encuentro con una Escuela viva que además de la transmisión de saber habita el resorte, el agujero de su ser le quitó para mí la imaginería de una referencia de privilegio para ubicarla en el lugar “para que el trabajo sea posible allí donde tratamos de llevar las cosas, más allá del límite de la angustia”[2].
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¿Qué espera la NEL de sus AME? Mario Elkin Ramírez MiembroNEL-Medellín
“Pero la escuela del pase no es sólo la Escuela donde los AE testimonian. En realidad, no hay enseñanza ni trasmisión de ningún tipo que no reconozca el testimonio en una diversidad de modalidades, todas las cuales apuntan en el fondo al mismo problema. Para que la lógica del pase implique a toda la escuela en lo más esencial – que es la promoción de una enunciación que no se esconda en las coartadas de una falsa identificación colectiva – se invita a cada cual a hablar en nombre de su experiencia del inconsciente”.
Este párrafo me hizo pensar: ¿Qué identificación en la NEL sería la que podría servir de falsa coartada para esconder la propia enunciación? ¿No será acaso la identificación al grupo de los AME?
Pues la última versión que oí de lo que era un AME en la NEL -de un AME de los que heredamos de la disuelta ECFC- es que un AME era como un jarrón chino. Bello e inútil.
Me pregunto y le pregunto a toda nuestra comunidad: ¿Qué espera hoy la NEL de sus AME?
¿Estamos en condiciones de hacer este debate?
Ahora bien, de lo que sí podemos dar cuenta los analizantes es de nuestra relación al inconsciente, de qué forma va tomando la relación a la causa analítica, cómo nos acercamos a eso que llamamos el “deseo del analista”, de cómo nos formamos, de cómo “nos enredamos con la verdad” sabiendo que no es lo mismo “sacarse de encima los amores con la verdad” como decía M. Tarrab en Debate IV. El asunto entonces es pensar de qué modo. ¿De qué modo articular lo libidinal de la experiencia de cada uno con lo colectivo? El llamado de Miller a que muchas “voces” puedan pronunciarse me parece muy alentador. La voz, como enunciación, solo resuena en el vacío del Otro. Esto me hace pensar en una Escuela Una agujereada, que hace posible que haya resonancias de un decir, en una Escuela que pueda alojar una variedad de subjetividades más o menos analizadas, una Escuela como conjunto de excepciones y de soledades subjetivas. A lo largo de estos años en la EOL, desde que se puso en marcha el dispositivo y luego de la crisis del 2005, los carteles del pase han realizado varias nominaciones, con Ae que ami entender han podido transmitir sdus soluciones singulares. De la variedad de los testimonios hemos podido constatar la relación del estilo y lo real. Esta perspectiva también indica que no hay un modelo de AE aunque haya un “perfil” de Ae ligado al “uso” (M.H.Brousse). Las noches de enseñanza del Pase han convocado a numerosos colegas con deseos de aprender, de saber. Como así también en algunos espacios nos dedicamos a leer y a conversar sobre los testimonios de loa AE de la Escuela Una y las distintas versiones de finales de la experiencia analítica que de allí se desprendían. Podría agregar que a veces el silencio se confunde con la discreción necesaria para que las condiciones sean confiables. La discreción no necesariamente tiene que acompañarse de silencio. sabemos de la relación entre silencio y el goce. El goce no habla. Lo que se me ocurre es simplemente, bienvenidas las voces…, si se trata de trabajar para elaborar los temas fundamentales de la experiencia analítica y que cada uno pueda poner en juego cómo responde a lo real, con su síntoma. En todo caso profundizar el ir en contra del “no quiero saber nada de eso” compartiendo el Uno de la transferencia de trabajo distinta de la identificación, que asegure una transmisión.”