Se presentaron los trabajos de Alejandra Eidelberg:”Estilo de vida y objetos a en la experiencia psicoanalítica. Sobre un estilo despalabrado” y de Olga Molina: “Nudos y objeto a”. Los comentarios estuvieron a cargo de Ennia Favret y la coordinación fue de
Diana Wolodarsky quien presentó ambos trabajos, como orientados en la búsqueda de circunscribir lo más real que hay en el objeto a: Olga trabajando los nudos como un modo de escritura, la consistencia lógica y el plus de gozar y Alejandra a través de la escritura de Joyce y Beckett , intentando precisar el estilo de Lacan.
Ennia inició su exposición refiriéndose a los dos escritores irlandeses: James Joyce y Samuel Beckett, ambos vinculados por una amistad y por un particular modo de tratamiento de la lengua. Señala que Alejandra parte de una formulación de Lacan: “es el objeto lo que responde a la cuestión del estilo”y se propone en su trabajo: “considerar el estilo del último Lacan a la luz de Joyce y Beckett”.
Ubica el apartado medular del texto en: “Y donde Jim no es sin Sam” donde plantea que a partir de que el objeto “a causa” queda reducido a su estatuto de hueso OSBJET, hueso-objeto y de letra a que remite a otra escritura, Lacan alcanza otro estilo de transmisión que transita moebianamente por las caras Jim y Sam, de uno a otro estilo. El estilo Jim definido como el de la parodia y el de Sam como el camino de la búsqueda de lo sublime en la despalabra. Beckett en una carta alemana de 1937, explicita su búsqueda orientada hacia la salida de la “selva de los símbolos”. Ennia toma lo dicho por Alejandra cuando concluye que el camino de Sam es el opuesto al de Beckett: “ …ambas locuras logran horadar la debilidad mental generalizada, pero no de la misma manera. La revelación de la letra sonora se le impone a Joyce y éste la trata mediante un recurso no standard: su otra escritura que es también la de su ego en falta. Beckett, en cambio, con su yo a cuestas, debe ir en busca de este significante-letra, de su ansiada despalabra despojado de todo partener”.
Del texto de Olga, Ennia toma diferentes párrafos. Algunos de ellos:
“Lacan construye su nudo como consecuencia de las operaciones epistemológicas que realizó a lo largo de su enseñanza y que son consecuentes con la introducción de la categoría de lo real…”
Dos consideraciones teóricas fundamentales le permiten dar cuenta del objeto a en el nudo: a) La consistencia lógica: “es su naturaleza propia y aptitud para tener una función significante: el a es así, agujero con un borde que condensa goce y la clínica aporta qué presentación del objeto responde a cada tipo de borde”.
b) El plus de gozar como un “en más” que otorga “forma” al goce, es lo que del goce puede pasar al registro contable, goce escindido en dos, el elaborable y el suplementario que no se deja reducir.
Olga toma la palabra planteando que quiere abordar dos puntos de su trabajo: 1- La consistencia lógica y el plus de gozar y 2-Lituraterre y la letra japonesa.
Del punto 1, señala el viraje de Lacan en el Seminario del Acto cuando ubica al a, en una consistencia lógica, lo cual permite pensarlo como único, sostenido de lógica pura. Y lo que señala Miller al respecto: “porque el objeto a tiene consistencia lógica, es que puede tener función significante”. Considera que esto es lo que nos permite localizar el objeto a nivel del discurso y posibilitar su interpretación o su extracción. Lo considera un viraje fundamental porque también permite pensar la homología del S1 y del objeto a. Lacan en RSI, se refiere al Otro como una matriz de doble entrada: una es el S1 y otra es el objeto a.
Respecto al plus de gozar nos dice que parece un tema que no se deja atrapar fácilmente: Lacan en el Seminario XVI afirma que ese objeto introduce la función que es estructural del plus de gozar y Olga propone pensar al plus de goce como una función estructural del goce, ya que sin esta función el goce carece de forma, es el desborde. El a es todo agujero con un borde que impone una forma al goce. Lacan lo llama enforma y viene a restar completad al Otro.
El plus de goce es tratado en el Seminario XVI como uno de los nombres del objeto, en tanto el plus de goce aparece formulado como una función a la cual se presta el a. Es la función que despeja la unidad de goce.
Concluye Olga que la función y el topos del plus de goce en el nudo, están en relación, por su borde, con los diferentes campos en los que se ubica el goce. Es lo real que hace litoral ya que por su inclusión define la ex sistencia. Mientras el grafo introduce el régimen del Otro, el nudo corresponde al registro del Uno, clave del nudo borromeo. Sólo hay goce del Uno.
Alejandra buscó transmitirnos en qué coordenadas ubicó su texto: eligió una de las últimas versiones del objeto a, como obsject, ligado al hueso y también al otro con minúscula que también remite a la primera versión del a, en el esquema L, como otro imaginario. Pero acá este otro ( l´autre, del francés), está pensado en femenino y remite a otra escritura. Le interesó, a partir del estilo de vida, tomar un aspecto de la vida posible de un sujeto hablante, que es la transmisión de lo que hace, sus elaboraciones y el sujeto que eligió fue Lacan. Pero un Lacan con un estilo de transmisión alejado de la lingüística Saussuriana e incluso de la noción de discurso y que se nutre de las vanguardias literarias de comienzos del Siglo XX. Considera que Joyce y Beckett, están anudados en la transmisión del último Lacan. Ubica a ambos escritores con un rasgo en común: cada uno a su manera, han querido convertirse en sujetos que cambian la lengua. Más evidente en Joyce que se autotitula amo del lenguaje, mientras que Beckett es más sutil y que al revés de Joyce, busca despojarse de todo rasgo apoteótico de la palabra, busca descarnarla, ir en busca de la despalabra absoluta: abandona su lengua y adopta la lengua francesa para abandonar, dice, toda gramática y estilo que le viene dado.
Lacan en el Seminario XXIII, juega apoteóticamente con la palabra, al mejor estilo joyceano y luego está el Lacan que en un estilo absolutamente despojado de la transmisión oral, escribe los nudos, de espaldas al público, con muchos silencios, haciendo nudos despalabrados.
A partir de diversas preguntas del público sobre cómo pensar la clínica desde el nudo borromeo, Olga responde que las relaciones borroneas y los campos que se producen, tienen una gran operatividad en la clínica. Para ello retoma el caso que Adela Fryd presentó en la noche precedente de este ciclo (19-IX-07), el del sujeto que padecía de una molestia anal que le afectaba en todo momento y que para él tendría una significación imaginaria de homosexualidad. La intervención de la analista fue: “eso es así, es ahí, en esa parte del cuerpo, no dice que pida algo”. En esa operación, lo que hace la analista es permitir que eso pase de la consistencia imaginaria que tiene esa parte del cuerpo a una consistencia lógica, eso es permitir que adquiera una consistencia que tenga una función en el discurso: el sujeto recupera un recuerdo (“levanta las polleras de la madre para ver lo que había debajo”) y allí el objeto ya no es el del goce anal sino que toma otra forma, el del objeto mirada. Son dos presentaciones diferentes del objeto y la separación de la primera forma consistente en ese goce imaginario a consistencia lógica, permite pasarlo al discurso, tiene función significante. Es una operación del analista en relación al goce sentido, en el borde I-S. En esa consistencia S-I, introduce lo real, marca el borde y escribe algo, la ex – sistencia, y separa los campos, condición básica de lo Real.
A la pregunta sobre la relación entre consistencia lógica y función significante, Olga retoma el planteo de Miller diciendo que cuando habla de función significante, lo toma en el sentido del concepto lógico de función, es decir, en las distintas formas de presentación del objeto.
Nora Silvestri interviene planteando que el plus de goce a nivel del discurso, ya está formalizado como pérdida entrópica de goce y eso es lo que produce la analista, una pérdida de goce, pero le parece que el objeto a a nivel del nudo, necesita otros tratamientos de los desbordes del goce.
Olga replica que es un tratamiento de una de las formas de presentación del objeto, que separa el S1 como significante pleno de sentido. Es una operación que no vacía totalmente ese goce-sentido. Es una separación, no una extracción.
Alejandra responde a una pregunta sobre las dos locuras, señalando que a Joyce se le impone un S1 solo y él lo articula a un S2 que es una lengua muy original que él inventa y que puede equivaler al Nombre del Padre que Lacan dice estar forcluído en Joyce. A Beckett le viene dado el S2 por la elucubración de saber que es el lenguaje y él trata de desembarazarse de toda esa gramática estilística y llegar a un hueso, a una palabra despalabrada.
Por último, Olga hace una referencia a su segundo punto: la escritura japonesa. Comenta que ésta importa los kanji de la escritura china que son ideogramas fijos, a los que le agrega el silabario japonés que son dos: hiragana y katakana y que permiten los cambios fonemáticos permitiendo entender las estructuras fijas. La traducción se entiende por el contexto. Es por ello que Lacan decía que la lengua japonesa es una lengua que está en traducción perpetua, todo el tiempo encontrando nuevos sentidos.
Estela Schussler