PRENSA FLASH
JORGE ALEMÁN
en
JUEVES 22 DE OCTUBRE DE 2009
No se puede omitir, en una aproximación a la izquierda lacaniana, el problema de la doble tradición que la determina y la asedia. Entre la tradición europea y la latinoamericana existe un hiato, un espacio que no se recubre y es inconmensurable. La tradición europea está marcada por la Shoá y el derrumbe de la Unión Soviética en su dimisión estalinista, y no ha conocido directamente las consecuencias de un genocidio donde haya estado involucrado Estados Unidos, tal como fue evidente en el caso de algunos países de Latinoamérica. A la vez, en Europa se buscó de distintos modos la rearticulación de un discurso socialdemócrata que se hiciera cargo de las distintas encrucijadas que surgen a partir de la Segunda Guerra Mundial. Especialmente lo que será el desafío mayor de la izquierda europea: no volver a derivar en una experiencia totalitaria.
En cambio, la izquierda latinoamericana ha conocido las políticas del Imperio en su versión más cruel y, por distintos motivos históricos y más allá de las críticas e impasses, nunca deseará homologar a Cuba con el derrumbe estalinista. A la vez, intentará articular su discurso en el horizonte de los movimientos “nacionales y populares”, punto de partida incierto e inestable pero inevitable, tanto por lo que impone en la asunción-invención del legado histórico como también por la exigencia de intentar atravesar el fantasma etnocéntrico que impregna el imaginario de la izquierda europea.
En cambio, la izquierda latinoamericana ha conocido las políticas del Imperio en su versión más cruel y, por distintos motivos históricos y más allá de las críticas e impasses, nunca deseará homologar a Cuba con el derrumbe estalinista. A la vez, intentará articular su discurso en el horizonte de los movimientos “nacionales y populares”, punto de partida incierto e inestable pero inevitable, tanto por lo que impone en la asunción-invención del legado histórico como también por la exigencia de intentar atravesar el fantasma etnocéntrico que impregna el imaginario de la izquierda europea.
Ver más en: