Flory Kruger / Nota en la Revista Ñ de Buenos Aires
Lacanianos en Buenos Aires
Por Flory KrugerFlory Kruger es la directora del VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) que se realizará en Buenos Aires, entre el 23 y el 27 de abril y que lleva por titulo “El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. Consecuencias para la cura”.-¿Cuánto han cambiado los síntomas y las consecuencias de la cura analítica en el siglo XXI? -Los rasgos de las diferentes culturas dan lugar a distintas presentaciones de los viejos síntomas, como así también a la aparición de nuevos síntomas. Los cambios en los ideales de cada época producen nuevos síntomas, por ejemplo, una sociedad que reprime la sexualidad, se enfrentará con síntomas diferentes de las que se enfrentan a una sexualidad sin represiones. Hoy nos encontramos con una sociedad que presenta una sexualidad sin velos, lo cual da lugar a diferentes formas de gozar y también a excesos que es necesario regular. Las consecuencias sobre la cura analítica se registra en diversos niveles. Para Jacques Lacan, la función del analista no pasa por encarnar un ideal de salud, un ideal de formas de vivir sino que lo ubica como el agente provocador del encuentro de cada sujeto con su propio camino.-¿Cómo interactúa la orientación lacaniana con la ciencia u otras disciplinas para la cura analítica? -El psicoanálisis no sólo interactúa con otras disciplinas, sino que se vale de muchas de ellas, siempre respetando el tipo de pensamiento que lo sostiene en sus diferencias, ni invasor ni invadido. El psicoanálisis tiene una referencia cercana a la ciencia, en particular, a la lógica. Esto, si bien no lo convierte en una ciencia, le permite adquirir una consistencia interna en sus propias articulaciones. Se acerca también a la lógica por el camino de la escritura. La escritura del psicoanálisis y la de la lógica convergen en lo que Lacan ha llamado el matema. Alguno de estos interrogantes y sus consecuencias para la clínica psicoanalítica será lo que tendremos que responder en nuestro próximo Congreso.
Fuente: Revista Ñ