X CONVERSACIÓN CLÍNICA DEL ICF
Barcelona, 6 y 7 de Marzo de 2010
Barcelona, 6 y 7 de Marzo de 2010
El amor en las neurosis
_____
Presentación de las « Tres preguntas… »
La publicación on-line de las « Tres preguntas… » se ha mantenido el año pasado como una buena forma de preparación de la Conversación Clínica del ICF-E: un mes y medio antes de nuestro encuentro, pedimos a varios colegas que respondan a una serie de preguntas sobre los temas de la Conversación de una forma ágil y puntual. Este año, entonces, mantendremos la fórmula, y abrimos, pues, con estas primeras respuestas la serie de las « Tres preguntas… » que nos llevarán a nuestro próxima Conversación.
tres preguntas a Eugenio Castro
1) El Seminario XI acaba con la propuesta de un nuevo amor más allá de los límites de la ley y la afirmación de que este es el lugar donde únicamente puede existir. Si consideramos que la ley es la que instaura la significación fálica y el falo como el semblante por antonomasia, ¿qué nuevo semblante para el amor podríamos considerar más allá de estos límites?
La respuesta a lo que Lacan dice en 1964 mejor leerlo desde « El ultimísimo Lacan ». Ha sido costumbre de Lacan leer un texto anterior desde el paradigma en que está en un momento dado. Véase el Epílogo del Seminario XI de 1973 comentando se seminario de 1964 con los conceptos que se trae entre manos nueve años después.
Hay ciertas marcas de este Seminario XI que retomará Lacan inmediatamente antes de « Momento de concluir ». Seis marcas se repitan al menos en esas dos épocas con trece años de diferencia: La impostura del Psicoanálisis, la referencia a que no hay más psicoanálisis que el didáctico, el poema como decir menos tonto, el acceso del hablante a lo real, el « porque amo en ti más que tu », « la diferencia absoluta ». Son los seis hitos que resalto por tener de común su amor por lo real. Pero se trata de ir de lo Real al semblante hasta el punto de dar alcance al Inconsciente Real más allá del sentido, más allá de la transferencia en el marco de lo que J-A Miller nombra « Psicoanálisis Absoluto ». El analista colocado en la perspectiva de avizorar un significante nuevo que singularize en la individualidad a cada uno, sin relación al Otro del sentido al producir un equívoco y sobre todo un agujero. Está hablando del Sinthoma heredero en la Topología Borromea del objeto a como plusvalía de goce.
No es una amor por el semblante que es el sentido, sino por lo que se oculta tras él añadiendo un « golpe de sentido » con un uso diferente de la comprensión. La referencia de Lacan a la « escritura poética china o a Dante es la respuesta a « este amor sin límites » por no solamente eliminar el sentido. Hacer agujero en el sentido es el efecto poético mismo. Se trata de violentar la lengua sacándola de su uso corriente, un efecto imaginariamente simbólico, una » metalengua ». Quizás el amor por el significante nuevo del sínthoma es amor porque es capaz de mantener amarrados lo RSI, es un amor práctico, un amor de conveniencias porque no podemos vivir sino sintomáticamente. Dado que se trata de un Psicoanálisis Absoluto, es en los testimonios de pase en donde podemos hallar este invento en el campo clínico.
Hay ciertas marcas de este Seminario XI que retomará Lacan inmediatamente antes de « Momento de concluir ». Seis marcas se repitan al menos en esas dos épocas con trece años de diferencia: La impostura del Psicoanálisis, la referencia a que no hay más psicoanálisis que el didáctico, el poema como decir menos tonto, el acceso del hablante a lo real, el « porque amo en ti más que tu », « la diferencia absoluta ». Son los seis hitos que resalto por tener de común su amor por lo real. Pero se trata de ir de lo Real al semblante hasta el punto de dar alcance al Inconsciente Real más allá del sentido, más allá de la transferencia en el marco de lo que J-A Miller nombra « Psicoanálisis Absoluto ». El analista colocado en la perspectiva de avizorar un significante nuevo que singularize en la individualidad a cada uno, sin relación al Otro del sentido al producir un equívoco y sobre todo un agujero. Está hablando del Sinthoma heredero en la Topología Borromea del objeto a como plusvalía de goce.
No es una amor por el semblante que es el sentido, sino por lo que se oculta tras él añadiendo un « golpe de sentido » con un uso diferente de la comprensión. La referencia de Lacan a la « escritura poética china o a Dante es la respuesta a « este amor sin límites » por no solamente eliminar el sentido. Hacer agujero en el sentido es el efecto poético mismo. Se trata de violentar la lengua sacándola de su uso corriente, un efecto imaginariamente simbólico, una » metalengua ». Quizás el amor por el significante nuevo del sínthoma es amor porque es capaz de mantener amarrados lo RSI, es un amor práctico, un amor de conveniencias porque no podemos vivir sino sintomáticamente. Dado que se trata de un Psicoanálisis Absoluto, es en los testimonios de pase en donde podemos hallar este invento en el campo clínico.
2) El deseo sostiene al objeto que lo causa de tal manera que en la literatura no son muchas las obras que apunten a un amor que no se reduzca a dos términos, sería ese ser a tres de Duras de El arrebato de Lol V. Stein, o « las bodas taciturnas de la vida con el objeto indescriptible » como señala Lacan, y que muestra ese carácter indomable del amor y el deseo en varias de sus obras. Si nos remontamos en la historia de la literatura también podríamos pensar que hay en La mujer abandonada de Balzac una Lol del siglo XIX. ¿Cuál piensa usted que podría ser la Lol del siglo XXI? ¿Qué obras de la literatura cree usted que podrían orientarnos en este tratamiento del amor?
En « La mujer abandonada » de Balzac, estamos en el amor estragado que acaba en una vida de muerta viviente de Madame de Beauseant y en el suicidio de Monsieur de Nueil. El estrago de Lol V. Stein es el de « exiliada de las cosas », perdida en el juego del amor como una piedra (Stein en alemán) por su novio raptado por otra. En el siglo XXl, más bien a finales del XX, leo el estar en la Nóbel de Literatura 2004 Elfriede Jelinek en su novela « La pianista ». Pero aquí es un estrago materno terrible, descarnado, expresionista. La protagonista estragada por la madre, ella misma estraga el amor de su amante Walter desviándolo hacia el masoquismo. Golpeada y abandonada, su amor extraviado a lo real la convierte en suicida. Nada de arrobos ni de escenas amorosas como intento de salir del estrago en Erika que la diferencia de los estragos de Lol o de Madame de Beauseant. En la línea de Balzac y de M. Duras nos es más cercano el arrobo amoroso de la Joana de Clarice Lispector en su novela « Cerca del corazón Salvaje ».
3) ¿Podría hablarnos de algún caso de su práctica en la que se pueda extraer « un nuevo amor »?
Es un caso de mi práctica. Una mujer estragada por su madre alcohólica, siendo adolescente hace un episodio anoréxico como respuesta a su padre de cerrar la boca a todo comentario respecto a esa madre imponiendo en la casa una « omertá » ante la que la hija se tiene que morderse los labios. Sale de su anorexia a manos de un psicólogo cognitivo-conductual para convertirse en algo peor, una masoquista estragada esta vez por su marido. Decide finalmente « no quiero ser más una masoquista » y separarse de su estragante esposo. Entra entonces en la vía amorosa de la mística y escribe en esa época inolvidable para ella, sus experiencias de uníon crística siendo como es atea.. Dichos escritos se los deja a una amiga con la que después se enfada y desaparecen los escritos. Este amor desmedido, inefable, con fenómenos de levitación y de desaparición del tiempo son para ella lo verdaderamente cierto e indiscutible de su vida. Más allá de los límites de la Naturaleza y de la racionalidad pretende ahora encarnarse en la ausencia de la relación sexual. Se aplica en su trabajo para poder subsistir aunque no descarta para más adelante el encuentro con un hombre. Le cuesta desprenderse de la añoranza por la época mística que duró dos años y que llenó su vida de un goce inenarrable. Está en tiempo de comprender.