El discurso de la ciencia imbeciliza–II Marco Mauas El deporte, desde hace ya años, seguramente lustros, quizás decenios, habría que investigarlo, va unido l doping como a su sombra, y muy especialmente a la testosterona. Pobre hormona! Ha sido castigada con los peores rumores. Utilizada a diestra y siniestra para promover la performance, tiene además el aura de que es la sustancia-supuesta-masculinidad. Hace muy poco tiempo, el 18 de Agosto del 2011, la CNN publicó sus conclusiones de dos estudios llevados a cabo en varones en USA y en Dinamarca, que indicarían que los niveles de testosterona han ido declinando en la vida moderna. La vida moderna afecta a la masculinidad! Es el título de la noticia.[1] Es una verdadera toma de partido, desde una emisora de masas, a favor de la evaluación química de la masculinidad: en el eje de las ordenadas la testosterona, en el de las abscisas el tiempo, la modernidad, el nuevo milenio. No pasaron dos meses–han transcurrido ya?- hay una noticia que desalienta y entonces los “expertos”, que son quienes vehiculizan en general el discurso científico– se lamentan de que el gran público de varones cree falsamente que si los niveles de testosterona descienden, su masculinidad declina. “American males have been brainwashed”–los varones Americanos han sufrido un lavado de cerebro”, dice el Dr Peter Ellison, profesor de biología evolutiva humana en la Universidad de Harvard–la misma prestigiosa Universidad cuyo director causó un revuelo al declarar, en 2005, –ya en el siglo XXII!- que las mujeres estaban menos dotadas para las matemáticas. Y cuál es la razón por la cual el Prof Ellison se Inquieta por las supersticiones del varón? Otro reciente estudio, que indica–evaluaciones químicas mediante–que el nivel de testosterona desciende muy significativamente en los varones al dedicarse a la paternidad, desde el mismo momento en que son padres.[2] El Dr Ellison , si bien comprende , como buen científico, que nada hay que decir de los niveles snguíneos de testosterona, se rebela contra lo que ve como un falso rumor: que la testosterona “es” la masculinidad. El único detalle es que ese rumor es el “meaning is use” de la testosterona: es el vocabulario de la ciencia para explicarnos las conclusiones de sus hallazgos. La testosterona no habla. Es el discurso de la ciencia quien ya nos convenció de la testosterona equivale a masculinidad para el ser hablante. Tranquilos, muchachos, quién les ha dicho semejantes tonterías? Dedíquense nomás al bebé y olviden los niveles sanguíneos de T. Nosotros nos encargaremos del resto. Pero es que no son uds, sino el “discursocorriente” desencadenado por lo que uds “dicen” desde los laboratorios, lo que imbeciliza. No es la T, es el “d”.
[2] “In study, Fatherhood leads to drop in testosterone”, Pam Belluk, NYT, 12 Sept 2011, http://www.nytimes.com/2011/09/13/health/research/13testosterone.html?_r=1&hpw