Un des premiers projets de loi, présenté à l’assemblée nationale dès Juillet 2007, conduit à faire juger les adolescents âgés de 16 à 18 ans, comme des majeurs, en cas de récidive. Ces adolescents seront traités comme des adultes.Des professionnels de l’enfance, magistrats, avocats, pédopsychiatres, éducateurs, enseignants, spécialistes de la jeunesse lancent un appel pour que soit conduite une évaluation des politiques publiques, en concertation avec tous les acteurs concernés, et que soient attribués des moyens sérieux aux politiques qui permettent l’éducation de ces adolescents.Merci de me faire connaître si vous signez cet appel, et de me dire quelle qualité vous souhaitez voir accoler à votre nom.Adresse : http://www.appel-adolescents.org/ .
Presentación:
Uno de los primeros proyectos presentados a la asamblea nacional en julio 2007 conduce a llevar a juicio a los adolescentes entre 16 y 18 años, como si fueran mayores, en caso de reincidencia. Ellos serían tratados como adultos.
Los profesionales de la infancia, jueces, abogados, psiquiatras infantiles, educadores, pedagogos, especialistas de la juventud lanzan un llamado para que se dirija una evaluación a las políticas públicas, para concertar con todos los actores involucrados, para que se atribuyan medios serios a los políticos para la educación de los adolescentes.
Si usted firma esta convocatoria, le agradeceríamos, envíe la función o actividad que usted desea vincular a su nombre.
Dirección: http://www.appel-adolescents.org
LOS ADOLESCENTES NO SON ADULTOS
La adolescencia es la edad de todos los posibles. También es la edad de todos los desafíos, de asumir riesgos, de impulsos recíprocos. La cantidad de suicidios, accidentes de tránsito, súbitas violencias, consumo excesivo de alcohol o de drogas son los signos de la fragilidad de esta edad. Una pequeña minoría entra en la delincuencia, a menudo con violencia.
¿Debemos tratar a estos adolescentes delincuentes como adultos para enviarlos a prisión, mientras que ningún debate sobre la mayoría de edad haya tenido lugar?
Ese podría ser el efecto del proyecto de ley presentado por el gobierno que quiere juzgar a los adolescentes entre 16 y18 años como adultos y endurecer las penas en caso de reincidencia.
En el texto propuesto, por ejemplo, un robo de celular, cometido luego de dos anteriores, podría conducir – salvo excepción – a un adolescente de 16 años por dos años a prisión; pena razonablemente mínima. De esta situación, resultaría un aumento importante del número de adolescentes detenidos.
En Francia, actualmente, 15 millones de jóvenes extienden sus estudios más allá de los 20 años, viven en pareja a los 25 años, tienen un hijo a los 30 años. La extensión de los estudios y el difícil acceso a un primer empleo retrasan la entrada a la vida adulta.
Sobre esos 15 millones de jóvenes, 15000, cuyas edades oscilan entre 16 y 17 años son interrogados varias veces en el año. La mayoría no están escolarizados a partir de los 14 años. Sin título, no pueden acceder a un primer empleo. Se perciben como inútiles, humillados por los fracasos repetidos, están “a la deriva ”, provocan, se juntan para transgredir.
¿Son adolescente que, solos, serían tratados como adultos? Son estos adolescentes por los que Francia abandonaría todo esfuerzo de educación?
Tres mil trescientos cincuenta estuvieron en prisión durante el año 2006.Hacer del encierro la única respuesta “automática” frente a la delincuencia de los menores es un impasse; peligroso para ellos en esta edad e ineficaz para la sociedad, cuando sabemos la importancia de la reincidencia a la salida de la cárcel.
Existen otras sanciones que fijan límites, reparan sin excluir y permiten un nuevo punto de partida.
También debemos intentar aplicar programas educativos que estructuren a estos adolescentes: clases deportivas, centros diurnos, casas de la juventud, actividades que los inscriban en un proyecto.
Su eficacia está demostrada, sería aún más fuerte si fuesen subvencionados por presupuestos que estuvieran a la altura de los proyectos.
A la hora de la apertura política y de la modernización proclamada solicitamos una moratoria sobre el texto del proyecto, la apertura de un “Foro de la adolescencia” para conducir un debate sereno sobre la delincuencia entre los adolescentes, una evaluación de las políticas públicas y de las sucesivas reformas legislativas para producir un consenso sobre la inserción de todos los jóvenes.
Conscientes de nuestra responsabilidad de adultos, deseamos que la adolescencia sea el objeto de una política audaz de la juventud, a la medida de las expectativas y las fragilidades incluidas en este período de la vida. (TLN)
Traducción: Clarisa Kicillof