Argumento
Lo femenino lacaniano
Lo femenino es una noción forjada por J. Lacan, luego de un recorrido que partió de S. Freud y no se detuvo en él. Freud llamó “rechazo de lo femenino” a la “roca” con la que se chocaba el final de análisis de todo ser hablante. Lacan elucidó este impasse freudiano, llevando al psicoanálisis al campo del goce: más allá del Edipo, del falo, del padre.
Fuera de género
El Nombre-del-padre, sobre el cual se apoyaba el binario hombre-mujer, “se evaporó”, la multiplicidad de géneros ingresó al campo de la sexualidad. El género no es un concepto del psicoanálisis, no se cuenta entre sus shibbólet. El discurso analítico nos permite despejar la lógica de multiplicación significante, allí en juego, que es un sello de su marcha. La cultura inspira técnicas de vida emanadas de su malestar, una de ellas, que no pierde vigencia, es la de clasificar. ¿Cómo participa el género en ello?
Fuera de es un puente roto entre lo femenino y el género. Una expresión lacaniana que introduce un nuevo espacio, ni interior ni exterior, que alude a otra topología.
Del Otro de las clasificaciones al Uno-del-cuerpo
Desde la perspectiva lacaniana, tanto el binario clásico hombre-mujer, como la interminable lista de géneros que el Otro del lenguaje nos ofrece, son significantes, semblantes, intentos fallidos de simbolizar lo real del sexo. Lacan propone dilucidar este fracaso del lenguaje poniéndolo en relación con el goce del cuerpo. En los años 70, aborda la cuestión de la diferencia sexual de una manera distinta respecto de las otras disciplinas, y también respecto del propio psicoanálisis, cuando traslada lo sexual: del campo del Otro del lenguaje y sus clasificaciones, al campo lacaniano del goce.
Con sus “fórmulas de la sexuación”, Lacan distingue dos lados, marcados por dos lógicas: la universal del Todo-fálico y la del No-todo. Con dos regímenes de goce: el fálico y el femenino. El goce femenino, “suplementario” del fálico (y no complementario), no es simbolizable, no puede medirse, no respeta límites. Los cuerpos de los seres hablantes se distribuyen en esos dos lados, independientemente de su anatomía y género.
Lo real de la maternidad
Lacan es el primer psicoanalista en haber destacado la brecha entre los significantes madre y mujer. Su posición es clara: no todo es del orden fálico en el “ser madre”. Su formalización del Deseo-de-la-Madre, como también su lectura luminosa de Hamlet, permiten localizar que el verdadero crimen de esta tragedia es que una mujer desee algo más allá de su marido y de su hijo, o aun más, que la maternidad no sea un deseo. La práctica analítica nos permite descubrir cuáles son los efectos de lo femenino lacaniano sobre el amor materno. ¿Qué maternidades podrán inventarse en cada análisis?
Violencia de género
Lo femenino lacaniano escapa a la lógica significante y permite localizar el odio a la alteridad. Lacan no cesó de revelar que el supuesto “masoquismo femenino” es un fantasma masculino. En un extremo, constatamos esta tesis en la expansión de femicidios que marca nuestra época. ¿Cuál es la incidencia de la operación analítica sobre las múltiples formas que adopta el rechazo de lo femenino?
Lo femenino, el lenguaje y lalengua
Para elaborar lo femenino, fuera de lo simbólico y lo imaginario, Lacan opera un pasaje del significante a la letra. Eso pone en valor “la función de lo escrito” y la operación analítica de lectura. Al mismo tiempo, introduce una disyunción radical entre el lenguaje y su noción de lalengua. Desde esta perspectiva nos interesa elucidar las operaciones introducidas por el “lenguaje inclusivo”.
Para Lacan, al final de su enseñanza, se trata de ir en contra del lenguaje y a favor de lalengua, apuntando a la poética particular del inconsciente. ¿Cuáles son las transformaciones que sufre el lenguaje y la relación con la escritura, a lo largo de un análisis, para cada analizante?
El sinthome anti-segregativo
Lo femenino produce consecuencias mayores para el psicoanálisis. Constituye un antecedente directo del concepto lacaniano de sinthome. En un análisis, la perspectiva del sinthome permite a cada ser hablante salir del sueño de lo universal, para acceder a su identidad sinthomal, incomparable y singular, diferente a la llamada “identidad de género”.
Transitando el segundo siglo de existencia del psicoanálisis y a treinta años de Jornadas anuales de la Escuela de la Orientación Lacaniana, camino a la Gran Conversación Virtual Internacional de la AMP, nos proponemos investigar la concepción lacaniana de lo femenino y sus consecuencias en la práctica analítica, en la lectura de lo imposible del grupo analítico, y también en el posible aporte del psicoanálisis al discurso de la civilización.
Cartel organizador:
Adela Fryd, Miguel Furman, Marta Goldenberg, Raquel Vargas,
Daniela Fernandez (Más Uno)