NOVEDAD EDITORIAL EN LA NEL-MEDELLÍN
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Susana Strozzi (NEL-Caracas)
En su intervención para presentar el tema del IX Congreso, Jacques-Alain Miller anunció el programa: « …la puesta al día de nuestra práctica analítica, de su contexto, de sus condiciones, de sus coordenadas inéditas en el siglo XXI, cuando crece lo que Freud llamaba ‘el malestar en la cultura’ y que Lacan descifraba como los callejones sin salida de la civilización. »
Me detengo en la secuencia: « contexto », « condiciones », « coordenadas inéditas del siglo XXI ». Reiteración y despliegue que señalan, con todos sus matices, una modalidad civilizatoria diferente de todo lo anterior en la historia de la humanidad, y que podría ser – ¿por qué no? – un impasse definitivo…
Diana Ortiz (NEL-Maracay)
Es en el Seminario XXII, donde Lacan le da autonomía propia a cada uno de los registros y amplía de manera evidente el campo conceptual, dando lugar a una nueva forma de entender la clínica. Si los redondeles son autónomos, independientes, idénticos y son de la misma naturaleza, cada registro tiene un valor propio. Entendemos entonces que el registro simbólico privilegiado antes, pasa a ser otro registro más, de allí las implicaciones en la clínica donde el sentido no ocupa más el lugar reinante. Hablamos de la clínica del goce, nodal, de lo real o del sinthome.
El nudo está estructurado por los registros, RSI, estas tres nominaciones cumplen una función de anudamiento o mediación. Esta estructura siempre va a estar fallida y la reparación de esta falla es lo que va a dar los distintos tipos de anudamientos sintomáticos. Siendo « lo Real como lo que anda mal, es lo que se pone en cruz, lo que no deja nunca de repetirse para estorbar ese andar. Es lo que vuelve siempre al mismo lugar…
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LOS DEBATES CLÍNICOS, POLÍTICOS Y
EPISTÉMICOS EN NUESTRO BLOG
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Elena Sper (NEL-Guayaquil)
Si hay algo que podemos constatar en la actualidad, es que las nuevas demandas de análisis son muy diferentes con las que hasta hace poco nos encontrábamos los analistas. Las depresiones, adicciones, ataques de pánico, nuevas manifestaciones de psicosis y de histerias, nos pone a pensar sobre: ¿qué inconsciente para el siglo XXI? Si el síntoma es lo más real que tienen cada sujeto, ¿qué síntoma para el siglo XXI? Son estos los interrogantes que nos planteamos en la clínica hoy. Si el inconsciente tiene la función de velar lo real, y encontramos cada vez más lo real expuesto a flor de piel, tendríamos que plantearnos con qué tipo de sujetos nos enfrentamos en la práctica y cuales serían las nuevas formas de abordarlos.
Podría decir que de las dos caras del síntoma, el envoltorio formal ha quedado reducido al puro resto de goce, a una fijación o repetición de pura iteración donde el cuerpo muestra lo que el sujeto no puede decir. Así vemos que la transformación de los síntomas actuales se encuentra en relación al empobrecimiento de los artificios significantes dejando al sujeto descolgado del sentido de su síntoma. Esta disyunción se evidencia en la superficie del cuerpo que, de forma muda solo muestra la pura agitación del compás pulsional…
Fernando Gómez Smith (NEL-Lima)
Lacan, en el Seminario 23 comenta que el alivio que produce aprender a leer el acontecimiento del propio cuerpo tropieza siempre con lo ilegible, con Un Real que refleja el traumatismo inicial. Ello implica renunciar al desciframiento que es impotente para ponerse de acuerdo en lo sexual.
Lo real de Lacan es un negativo de lo verdadero, en la medida en que está desprendido de todo e incluso de todo todo; lo real no tiene ley, no obedece a ningún sistema, es singular. Condensa el hecho puro del traumatismo, que evoca el traumatismo de lalengua…
por Marco Focchi
La noción de causalidad no tiene buena prensa en el pensamiento moderno. Bertrand Russell, en un texto que da la salida a la reflexión contemporánea sobre este problema, afirma que « La ley de causalidad, […] como muchas ideas que circulan entre los filósofos, es una reliquia de un tiempo desaparecido, al que sobrevive, como la monarquía, únicamente porque erróneamente se supone que no provoca estragos »[1].
Hume, en efecto, ha asestado un golpe decisivo al concepto de causa, liberándolo del vínculo con la necesidad. La causalidad, vínculo lógico entre la causa y el efecto, no es demostrable, y la relación entre causa y efecto puede constatarse exclusivamente a nivel de la experiencia, ahí donde únicamente el uso nos da la prueba de que a una cierta causa le sigue siempre un efecto determinado…
Leonardo Gorostiza
[…] lo que haremos en nuestro próximo Congreso de la AMP será proseguir con un programa, el que Jacques-Alain Miller nos propuso hace ya cierto tiempo. El programa que implica proseguir intentando inventar la práctica lacaniana, es decir, la práctica de nuestros días. Esa práctica con la cual, cada uno y cada vez, debe hacer frente a un real que no se hace presente sino de manera singular en cada experiencia analítica.
De este modo, no se tratará -tal como dije en la apertura del pasado Congreso AMP en Buenos Aires cuando interrogamos las transformaciones del nuevo orden simbólico en el siglo XXI-, no se tratará para nosotros de propiciar el establecimiento de una suerte de « sociología psicoanalítica » de la época…
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