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La NEL- Delegación México DF invita a
Conferencias El sexo y el amor en el siglo XXI
¿De qué satisfacción se trata? Hacia las VII Jornadas de la NEL
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En consonancia con las próximas Jornadas de la NEL, a realizarse en la ciudad de Medellín en octubre próximo, la NEL Delegación México DF propone un Ciclo de conferencias a cargo de sus integrantes.
Martes 28 de Agosto • Viviana Berger ¡Quién te ha visto y quién tv! Algunas reflexiones sobre la intimidad del sujeto en la civilización del Ojo absoluto • Fernando Eseverri Intimidades impersonales
Coordina: Elaine Cossío
Lugar: Alianza Francesa, Col. San Angel, Plaza San Luis Potosí #26, Salón #16 Hora: de 19.30 a 21hs. Costo de recuperación: $50 Informes e inscripción: Elaine Cossío 044 55 47 99 61 97| [email protected]
Argumento La NEL propone a sus integrantes y a los interesados en la orientación lacaniana investigar cuál es la especificidad de los modos de satisfacción existentes en el siglo XXI en el sexo y en el amor, cuáles son sus consecuencias para el sujeto contemporáneo, para la práctica analítica y también para la civilización, con el fin de discutir los resultados de esa labor durante las VII Jornadas de la Escuela que se realizarán en Medellín entre el 26 y el 28 de octubre del 2012.
Si hoy se impone la necesidad de esclarecer la naturaleza de los modos de goce que caracterizan el vivir de hombres y mujeres, de adolescentes y de niños de nuestro tiempo, es porque día a día se hacen más amplias y significativas las consecuencias del debilitamiento de los significantes amos que habían sostenido tradicionalmente un orden simbólico específico, y por tanto, ello ha permitido la proliferación de posiciones subjetivas relativas a la sexualidad y al amor en cierta forma inéditas. Hoy, estas posiciones son justificadas a través del « todo vale » para el goce; en algunos contextos sin embargo, las mismas son cuestionadas desde otros ángulos, en particular por fundamentalismos de diverso cuño que suponen que solo existe un modo legítimo de gozar. Se confunde el deseo con el goce. Ante un tal estado de cosas se hace necesario esclarecer qué puede decir el psicoanálisis, qué propone al sujeto contemporáneo que hace del goce inmediato el fundamento de su vivir, qué papel le asigna al amor tanto en la práctica analítica como en la vida regular de un sujeto.
En nuestro tiempo es posible reconocer múltiples fenómenos que permiten afirmar que una nueva modernidad ha nacido. Ejemplos visibles de ella son las nuevas y diversas formas de la familia (familias monoparentales, familias homoparentales, familias efímeras,…), la reproducción asistida y en general nuevas modalidades de la maternidad y la paternidad (alquiler de vientres, embriones congelados, donación de óvulos y esperma, clonación, cambios de sexo,…), modos de la sexualidad que antes solo eran posibles como posiciones marginales o clandestinas, la extensión creciente de la sexualidad virtual, la idolatría de la imagen corporal, la desvirilización de la época y la consecuente aparición de nuevas formas de la feminidad y de la masculinidad, la fugacidad en los vínculos de las parejas, el incremento en la soledad afectiva de las mujeres, la voluntad de « verlo todo », pertenezca a lo privado o a lo público, y también en el campo del saber como condición de validación de lo existente. E igualmente es posible reconocer otro tipo de hechos, más allá de la sexualidad y el amor, que revelan esa mutación de la época, como son por ejemplo las dificultades subjetivas para soportar las restricciones a los imperativos de consumo, el debilitamiento de las jerarquías tradicionales en los más diversos órdenes sociales, la aparición de estrategias de crianza y de educación cada vez más articuladas a la tecnología y de menor responsabilidad directa de los mayores, un crecimiento significativo del cinismo en múltiples niveles de la vida colectiva, las exigencias de evaluación cuantificada de todas las actividades humanas, en especial en el mundo laboral, y muchas más. Las vacilaciones en el proceso de sexuación se hacen entonces más visibles y con ello también formas diversas de la perversión.
Pero la ambición de que la satisfacción tiene que llegar pronto y de manera fácil, encuentra un tope, inexorable en un momento u otro, lo que conduce a unos a demandar soluciones rápidas y cómodas para su sufrimiento, las cuales promueven así prácticas donde el tráfico con el sentido o del fuera de sentido por la bioquímica, hallan su mercado. Otros, en la desesperanza en propuestas tales, encuentran en las nuevas formas de la religiosidad, en los acting-out a repetición y en modalidades penosas del mal vivir, alternativas para sí. Otros más hacen de la pulsión la fuerza para el odio y la destrucción de sí o del otro. El difícil enlace entre el amor y el goce se acentúa, pero a su vez ello permite reconocer dimensiones ignotas de lo existente.
¿Cómo responde a lo indicado el psicoanálisis de la Orientación Lacaniana? El analista en tanto tal, sabe del amor, de sus articulaciones con la sexualidad a través de la transferencia; de su naturaleza, de sus posibilidades y de su significación en la clínica, lo cual le ha permitido depurar sus principios y de igual manera considerar las posibilidades de la sublimación. También por cuanto los análisis son esencialmente la elaboración de las vicisitudes del amor y de la sexualidad. A partir de allí ha conseguido establecer que « el amor real [es] el que busca en el Otro lo que él es como objeto a » y transformar así lo que estaba destinado al asco, al horror o al odio, en pasión por ese Otro (Miller, Los usos del lapso, p. 123). Es con ello que el psicoanálisis ha podido ubicar lo que el analizante quisiera restituir de su vivir fallido, y en consecuencia ha podido proponer que orientar una experiencia analítica implica intentar crear las condiciones en el analizante para que en él se produzca un saber acerca de la inexistencia de la relación sexual (NRS). De esa manera se definen los principios de la ética del psicoanálisis. Jacques-Alain Miller ha destacado desde allí cuál es la implicación de la NRS para la práctica analítica: la exigencia de orientarse por el « eso fracasa » en el orden sexual, lo que conduce a un ejercicio clínico que « excluye la noción de éxito », obliga a distinguir los modos de fracasar ante el síntoma y a definir la dirección de la experiencia analítica en la búsqueda de la diferencia absoluta. Una poética de la interpretación que sea capaz de alcanzar lo singular del sujeto se impone, subraya Miller, lo que exige una formación para el analista cada vez más sólida y más atenta a los signos de los tiempos.
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La NEL (Nueva Escuela Lacaniana) fue creada el 18 de julio de 2002 en Bruselas (Bélgica) por la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). La NEL comparte una orientación común con las otras Escuelas pertenecientes a la AMP: ECF (Francia), EEP (Europa), SLP (Italia), ELP (España), NLS (Europa anglófona), EOL (Argentina) y EBP (Brasil). La Escuela tiene por objetivo el psicoanálisis, y por finalidad la restauración de su verdad, la transmisión de su saber, la formación de psicoanalistas y el control de la práctica analítica de sus miembros. La Escuela comprende varias Sedes (Bogotá, Caracas, Cali, Guayaquil, Lima, Maracaibo, Medellín, Miami, Guatemala), Delegaciones (Cochabamba, La Habana, La Paz, Maracay, Tarija, Valencia, México) Allí se realizan durante todo el año reuniones, conversaciones y seminarios clínicos y teóricos. La Fundación del Campo freudiano fue creada por Jacques Lacan en febrero de 1979. La Fundación está abierta a las iniciativas y a las innovaciones, ella misma las pide, aunque aquellos que la propongan no sean también los que la hagan. En este crisol nacieron ocho Escuelas del Campo freudiano, que, con la Escuela de la Causa freudiana, pertenecen hoy a la Asociación Mundial de Psicoanálisis. La Fundación alberga al Instituto del Campo freudiano, al cual se enlazan múltiples redes y numerosos grupos de estudio.
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