Reseña de la presentación del libro « Psicoanálisis, Religión. Estudio sobre una festividad religiosa » de Edwin Jijena Durán.
Con el título « Psicoanálisis, Religión », Edwin Jijena, el autor, nos presenta el resultado de su investigación sobre la festividad de « San Roque »; la fiesta religiosa más importante de la ciudad de Tarija, y por esto mismo denominada « la fiesta grande de Tarija ».
Se trata de una investigación inédita en nuestro medio. Inédita ya que, si bien existen muchas otras investigaciones sobre tan importante festividad, esta es la primera hecha desde el psicoanálisis de orientación lacaniana. Efectivamente, se trata de un libro de psicoanálisis.
Este libro plantea desde su título un encuentro entre dos discursos que, tal como lo aclara Edwin, no significa una oposición ni tampoco una homología. Se trata de la investigación de un psicoanalista como sujeto de su época, que se aventura en el estudio de la estructura discursiva de un fenómeno social y religioso para dar respuestas a diversas temáticas y más importante aún, provocar preguntas sobre el valor cultural, social y mítico de « la fiesta grande de Tarija »
En esta época de extensión del discurso hiper-científico que invade los hogares, una festividad como la de San Roque se erige como « punto de basta » como diría Jacques Lacan; es decir, como un recurso simbólico que resignifica y confiere un sentido al sufrimiento, a la enfermedad, en fin, al malestar de la existencia. Se trata del mito como recurso, como un tejido de elementos simbólicos, imaginarios, reales, de semblantes, que funcionan, como lo señala Edwin en este libro, como una respuesta frente a la angustia de existir.
Aquí reside uno de los valores de este libro, el antropológico: por la riqueza y rigurosidad con la que Edwin aplica el concepto de « mito » según Levi-Strauss, a los diversos elementos que conforman la festividad; con un estilo arqueológico se va armando y rearmando las diferentes piezas del Mito y cobran un nuevo sentido elementos como la salud y enfermedad, protección y desamparo.
Pero el plus, y el detalle que instala a este libro en su originalidad, es la lectura desde el psicoanálisis lacaniano. Entonces el lector encontrará un análisis riquísimo de la « musicalidad » de la festividad: el baile del « Chuncho »[1] como una inscripción que se hace con el cuerpo; el canto y la alabanza, el lugar del Chuncho como sujeto y el Santo como figura Paterna, y sobre todo el lugar del amor transferencial como elemento que hace nudo.
El lector se encontrará entonces, con un importante recorrido histórico, con una arqueología de la festividad; también con el análisis de la fiesta como mito y lo más importante, con la lectura desde el psicoanálisis del efecto de sanación venida del Santo hacia los promesantes chunchos. Un elemento central y de gran valor, son los testimonios de los mismos « chunchos » sobre este efecto de sanación.
El testimonio es otra de las perlas de este libro y que lo convierte en un texto singular. No solo el capturado de los mismos promesantes chunchos, sino la causa testimonial del libro, es decir, el lugar del autor como parte de la investigación que es explicado y narrado en la forma de un recuerdo infantil. Un psicoanalista da cuenta de sí a través del testimonio del deseo que lo anima, de su relación con el inconsciente. Da cuenta en su enseñanza, de la causa que lo ha conducido al deseo de saber. En este sentido, este libro es también el resultado de la relación con el inconsciente. Es una valiosa enseñanza sobre la vigencia del inconciente y sus efectos.
Y por último, pero no menos importante sino esencial, la importancia de este libro como una referencia para continuar pensando el lugar de la clínica, en la medida en que un tema central es la cuestión de la curación a partir de la religión que nos interpela para dar una respuesta sobre este fenómeno. Pero también se presenta como un texto valioso, y de una gran actualidad, en tanto Religión y Psicoanálisis, entre otros saberes, se enfrentan a la emergente y aplastante invasión del discurso científico que más bien no deja espacio para la Fe o para la creencia en el inconciente.
Ricardo Torrejón
NEL – Delegación Tarija
[1][1] El denominado « Chuncho », es el bailarín y promesante que acompaña a San Roque en las diferentes procesiones que se llevan a cabo mientras dura la festividad. Se trata de hombres que realizaron una promesa a San Roque a cambio de pedidos de sanación y curación.