No hay relación sexual VII Jornadas de la NEL El sexo y el amor en el siglo XXI, ¿de qué satisfacción se trata? Medellín, Octubre del 2012 No. 11 Marzo 30 del 2012 Moderador Piedad de Spurrier ( [email protected] ) Todos los miembros y asociados de la NEL están invitados a participar en este boletín con sus textos, comentarios, notas y observaciones sobre los temas del debate. Éstos pueden ser enviados a la moderadora.
En este número * Presentación * La transferencia, motor y obstáculo de la experiencia analítica por Luz Elena Gaviria. * Comentarios * Algunos hoteles recomendables en Medellín y tarifas
Presentación Luz Elena Gaviria hace un breve recorrido sobre el tema de la transferencia en su doble dimensión de motor y obstáculo en la experiencia analítica y avanza en su elaboración hacia lo que Lacan aporta como novedad sobre el tema, a partir de la psicosis. La orientación por el síntoma le permite al analista otra vía para la instauración de la transferencia. En nuestra sección de comentarios, Isolda Álvarez retoma la elaboración sobre la disimetría entre el amor y el goce, y las vicisitudes de lo masculino y lo femenino. Ángela Fischer nos trasmite acerca de lo que podemos apreciar en los síntomas actuales, la satisfacción inmediata y la negación del exilio de los sexos, para concluir con Alba Alfaro, sobre la oferta del Psicoanálisis en esta época. Elaine Cossío hace un breve recorrido en torno a la relación significante-goce para plantear alguna aproximación de respuesta desde la experiencia analítica, en una « época del empuje al goce ». Gabriel George, destaca los distintos aspectos de la época y las distintas incidencias en el amor y la sexualidad para señalarnos algunos puntos para futuras elaboraciones. La transferencia, motor y obstáculo de la experiencia analítica « El amor y la sexualidad en sus múltiples formas, ponen a prueba de manera continua y diversa la formación del analista ». [1] Luz Elena Gaviria ¿Cómo pone a prueba la transferencia la formación del analista? Oriento mi reflexión por aquello que se pone en juego en la situación analítica: la transferencia, ese gran motor y ese gran obstáculo, que pone a prueba la formación del analista. Dice Lacan: « La contribución que hace cada quien al mecanismo de la transferencia, apartando la de Freud », ¿no es algo donde su deseo puede leerse claramente? [2] ….Con esta referencia de Lacan, evoco historias de psicoanalistas como « Jung, quién se enfrenta en la transferencia con una histérica de gran talento, Sabina Spielrein, éste se apasiona por ella hasta el punto en que tiene una unión de la cual resulta un hijo, que será abortado…Ferenczi invento para soportar el vínculo transferencial con el paciente, la contratransferencia, en donde era él quién le hablaba al paciente de sí mismo… ». [3] y algunos otros, que dejan leer el deseo del analista, y el desvió de la transferencia. Tanto Freud como Lacan sabían del amor de transferencia y su doble vertiente como motor y obstáculo, para el avance de la cura: « Reconozcan, dice Lacan, empero que si hay un terreno, en el discurso, en que el engaño tiene probabilidades de triunfo, su modelo es el amor ».[4] También se puede ilustrar en el testimonio de Silvia Salman,[5] elige un primer analista, e instala un verdadero amor de transferencia, haciendo existir la relación sexual, el sentido fálico. Estas transferencias de amor relatadas, se instalan desde el lugar de la suposición de saber en el Otro, que tiene lo que le falta al analizante, lo cual permite instalar con facilidad el motor y el obstáculo de la transferencia. Lacan en el seminario XI, trabaja el deseo del analista tratando de reubicar lo desviado de los conceptos fundamentales, y aporta perspectivas nuevas en relación al lugar del analista como objeto (a). En el X en la última página del seminario sugiere que; tanto el analista como el padre tienen que haber salido del desconocimiento donde han estado; haciendo existir el objeto del fantasma para el Otro. Si no sabe de eso, no se sabe mover ni como padre, ni como analista. Ahora bien, ¿qué hacer con la transferencia, cuando no se cuenta con la docilidad del sujeto para instalarse por la vía de la suposición de saber, del objeto (a)?, ¿qué otro lugar para el analista?, ¿ cómo instalar la transferencia de amor? Una de las indicaciones de Lacan para el analista en este sentido, se encuentra en » De una cuestión preliminar….. » y es, que no sólo acepte el analista las neurosis de transferencia, sino también la psicosis. No retroceder, y precisar lo preliminar a la posibilidad de tratamiento, y en tal caso llevarlo adelante. Esto hace que se desprenda una variante de la transferencia, en relación a la elaboración freudiana. El analista como testigo, secretario, que no sabe en tanto el que sabe es el sujeto psicótico; soporta en un lugar que permite se instale un lazo. Este aporte de Lacan, abre la vía que ofrece el recurso al síntoma de la última enseñanza de Lacan, en donde ya no es el objeto (a) solamente aquello que fija el goce, sino que hay también el síntoma, como lo más singular de todo ser hablante, lo que ofrece un camino al analista, para el ingreso a la transferencia; para lograr hacer existir ese nuevo amor con los sujetos de la época. El amor por su inconsciente. Notas [1] Comisión Científica. VII Jornadas de la NEL. Eje N° 6, « El analista ante el sexo y el amor en la experiencia analítica ». [2] Lacan, Jaques. Seminario XI. Paidós. p. 140. [3] Laurent Eric. Los objetos de la pasión. Primera conferencia. Editorial Tres Haches. Bs. As. pp.13-26. [4] Lacan, Jaques. Seminario XI. Paidós. Bs. As. p. 133. [5] Salman Silvia. Revista Lacaniana de Psicoanálisis. « Ánimo de amar ». Publicación de la EOL. Bs. As. Octubre 2.10. pp. 9-100. COMENTARIOS De: Isolda Álvarez al artículo « La disimetría entre el amor y el goce » Edwin Jijena nos propone un recorrido que enfatiza principalmente los planteamientos de Lacan entre el Seminario XI y el Seminario XX, a fin de resaltar en la oposición entre dos nociones: amor y goce. Nos aporta de esta manera, una interesante propuesta plasmada en un cuadro que plantea la oposición entre una posición masculina y una posición femenina. En contrapunto podríamos pensar si en el Seminario XX no se abre la posibilidad de algo diferente a la oposición, recordando aquí la función del amor explicitada por Lacan en su frase « solo el amor permite condescender el goce al deseo » frase que encontramos en los primeros capítulos del Seminario X; o también en el Seminario XX (p. 90), donde plantea la función del amor como ‘suplemento’ y no como ‘complemento’: « conllevado a la imposibilidad de establecer la relación de dos sexos; el amor se convierte en suplemento de esa relación que no hay ». Edwin nos plantea justamente las vicisitudes de lo masculino y lo femenino de este no hay relación y de lo que ahí se desprenda para lo que toca al goce y lo que condiciona al amor. De: Ángela Fischer al artículo « La época del empuje al goce » En este texto Alba Alfaro señala muy acertadamente las consecuencia lógicas y clínicas de la liberación del objeto a, como lo propone Lacan en el seminario 16 « De un Otro a otro », y esta época, la del hombre sin atributos, que muestra la carencia del nombre del padre, que es el regulador del goce vía la castración, al no estar, aparece el lado mortífero del goce, con la voz imperativa del superyó de ¡goza!, dejando justamente a los sujetos en la inhibición, o la angustia y como lo enfatiza Alba Alfaro en su texto, muchas veces con efectos de paranoia o de perversión, por ejemplo lo que se aprecia en este goce desmedido e igual para todos. Entonces se hace una pregunta muy pertinente, ¿que resta del amor y como se expresa la sexualidad en este contexto donde el deseo es ordenado por este imperativo? Diría más bien que lo que se aprecia en los síntomas actuales es un comando, a merced de los cuales los sujetos lo que buscan es la satisfacción inmediata, y una negación de aquello que sabemos no marcha -la relación sexual-, entonces, la apuesta del psicoanálisis, en este contexto, es la oferta del bien decir del discurso psicoanalítico, como lo plantea Lacan en Televisión, « El discurso analítico somete a su imperativo del bien decir lo que del fantasma, y/o síntoma suple a la forclusion del sexo », y también en este texto apartado II introduce Lacan, el amor como signo de lo real, y como signo de lo real es contingencia, cesa de no escribirse por unos instantes, es decir el amor vela la no relación sexual haciéndola pasar a un si hay, por algunos momentos, pero también hace patente que no hay, es con el recorrido analítico que un sujeto se confrontara con el –no hay relación sexual- y con la relación siempre perturbada con su propio goce, y esa es una vía de salida para el hombre sin atributos de nuestra época, poder asumir la castración, que son los referentes de la identificación sexual y del lazo social como lo señala en el texto Alba Alfaro, en contraposición a las ofertas de la terapia cognitivo conductual que se le promete un poder ilimitado sobre sí mismo. De: Elaine Cossio al artículo « La época del empuje al goce » Entiendo que el semblante -siendo el falo su más caro exponente- y el concepto de sinthome, pueden ayudarnos a esclarecer un poco más qué resta del amor y cómo se expresa la sexualidad en nuestro contexto actual ordenado por el imperativo al goce… Nos encaminaremos pues, a partir de la relación significante-goce, en algunas de sus circunscripciones, para abordar la cuestión que Alba Alfaro nos presenta en su trabajo de cartel. 1.- El falo como semblante que, a la vez que la significa, vela la castración, distribuye las posiciones de los sujetos con respecto a la sexuación. No existiendo la relación sexual, hay un reducto que vía el semblante movilizará una ubicación del sujeto respecto al falo, y esto implícitamente es ya también cierta formalización de la propia satisfacción pulsional, intrínseca siempre a la relación del sujeto y el Otro, con la puesta en juego del objeto pequeño a. Los desencuentros y avatares del sujeto en las cuestiones del amor constituyen una expresión de lo que ahí se juega: que es a nivel del goce que los sujetos hacen pareja, a falta de la relación sexual. A revisitar, aquí, el concepto del partenaire-síntoma… 2.- La fórmula S(/A) con la que también podemos definir la inconsistencia del Otro y su radicalización en la época actual, implica no solamente la falta a nivel del significante, que marcaría la incompletud del Otro, sino la puesta en órbita de la consistencia lógica del lado del objeto a. Esto es: el goce sería la solución particular del sujeto ante la imposibilidad de la relación sexual, de su correlato. Así, no encontrando el sujeto un significante que le fije, es a nivel de la pulsión como el sujeto podrá desplegar una posible respuesta en su fórmula fantasmática. 3.- El recorrido de una experiencia de análisis que se orienta por lo real, por el cercamiento del objeto, hace que el sujeto pueda obtener una nueva relación con el goce, con su ser de objeto… y formularlo. Así, una nominación de su ser de goce podría llegar a decirse, a proferirse. 4.- El sinthome, cuya conceptualización corresponde a la enseñanza más tardía en la obra de Lacan, es el elemento que, más allá de la cadena significante y del semblante, tiene que ver con lo real y con la satisfacción pulsional. Anuda la estructura, al engarzar al objeto y constituye el núcleo real, de satisfacción, de los síntomas de cada uno. Confrontamos en la clínica de hoy síntomas actuales que pasan menos por la castración y por el Otro, que se quedan más en el goce del Uno, autoerótico. La « pareja » de este tipo de síntomas en la época del empuje al goce no será el restablecimiento del amo y del ideal, afín al modelo de las psicoterapias, sino la del encuentro contingente con un analista donde podrá aislarse este nombre del sujeto a partir del objeto. La orientación por lo real, en la clínica, es lo que nos confrontará con el hecho de que no existe más que la solución particular de cada sujeto. Su sinthome. 5.- Es en la delicada lid del amor donde asistimos a las tribulaciones que el sujeto padece en sus extravíos con el Otro, y que hoy, como ayer, a muchos les hace precipitarse a un análisis. Quedará, en el trabajo con un analista (¿no empieza con el amor?) el camino para asir, de lo real, un nombre. Y saber hacer con él. De: Gabriel George al artículo « La época del empuje al goce » El trabajo de Alba Alfaro corresponde al eje no 4 de las jornadas de la NEL en Medellín y en él subraya algunas características de la época, fundamentales para comprender al amor y la sexualidad en el siglo XXI. Alba caracteriza a la época con el rasgo con que titula su trabajo: la época del empuje al goce, apoyada en algunas citas de Lacan en las que se habla de « el objeto a en tanto que liberado » o también del « prodigioso desborde de la relación con el objeto a ». Al mismo tiempo que, consecuentemente la época actual es también la del « hombre sin atributos », en la que se propone y se vende la « ficción del individuo como amo del goce ». Consecuentemente porque el empuje al goce anula la división subjetiva y las identificaciones singulares, para ubicar en su lugar al sujeto supuesto ser correlativo del goce: es decir no al sujeto dividido por él, sino a esa ficción de un sujeto amo del goce, que es al mismo tiempo un hombre sin particularidades, todos identicamente consumidores de los objetos que el mercado produce para nuestro goce.
Es con respecto a esta ficción que Alba Alfaro indica la distancia del psicoanálisis con las psicoterapias. El psicoanálisis denuncia el estatuto de ficción alienante de esta propuesta, y responde a los impasses a los que conduce ofreciendo al sujeto la posibilidad de encontrar una salida, vía la responsabilidad. Las psicoterapias, en especial las cognitivo-comportamentales, se dedican a adaptar al sujeto a la sociedad de consumo a través de la trampa del supuesto « poder ilimitado sobre sí mismo ».
Entre estos impasses para el sujeto contemporáneo, Alba destaca aquellos del amor y de la expresión de la sexualidad, en los cuales se desemboca, nos dice, por los « problemas de la identificación » y en especial de la identificación sexual, provocados por el « borramiento de la división subjetiva y la anulación de la función de la castración ».
Termina su trabajo subrayando que la contrapartida del empuje al goce es necesariamente la « inoperatividad del significante fálico » que falla en regular el goce y que su consecuencia, lejos de traernos al sujeto supuesto ser amo de su goce, coloca al sujeto « entre la inhibición y la angustia, con efectos de paranoia y fenómenos de perversión », a partir de una referencia que no desarrolla, pero que parece deducir de una especial prevalencia, inconsistente y desregulada, del objeto mirada en la época. Hotel en Medellín sede de las VII Jornadas de la NEL en octubre del 2012
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Nota: El cambio a finales de marzo es aproximadamente 1 dólar x $ col 1.800. Los precios indicados no incluyen 10% de IVA, más seguro hotelero de $ col. 7.000 por noche/persona. Para contactarse con el hotel se pueden dirigir a Luz Marina Gutiérrez en el correo [email protected] Celular: 310 – 427 85 64, Teléfonos fijos: (57-4) 321 80 88 Ext. 226, o (574) 319 7400 // (574) 321 6806 // (310) 427 8564 Mayor información del en www.fourpointsmedellin.com Otros hoteles recomendados por la agencia de viajes destinocolombia.com
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| HAB. STANDARD | USD. 117 | USD. 60 | USD. 49 |
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| HAB. STANDARD | USD. 116 | USD. 66 | USD. 50 |
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| HAB. STANDARD | USD. 88 | USD. 53 | USD. 40 |
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| POBLADO BOUTIQUE (3*) EXPRESS | $ Col. 128.000 | $ Col. 75.000 | NO APLICA |
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| HABANA VIEJA (3*) | $ Col. 124.000 | $ Col. 69.000 | $ Col. 60.000 |
| HAB. STANDARD | USD. 74 | USD. 42 | USD. 36 |
| Cambio a la fecha | 1 USD x $ Col. 1.8000 | 1 Euro x $ Col. 2300 |
Tarifas netas por persona por noche, incluyen alojamiento y desayuno. Tarifas en $ Col. incluyen IVA DE ALOJAMIENTO. Tarifas en USD Exentas de IVA, mientras se presente pasaporte extranjero al reservar. No incluye seguro hotelero, el cual debe pagar el pasajero por su cuenta en el hotel.
